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Jungkook

—¡50! —mis nalgas y piernas tenían marcas, algunas heridas y unas pocas ya sangraban.

Jadeé por la excitación que estaba sintiendo en este momento, estaba atado en la cama, recibiendo latigazos de mi Ama, por haber hablado con otra chica.

Cualquiera pensaría y se preguntaría, ¿Por qué me dejé hacer todo eso? Y la respuesta es, porque me gusta, me gusta sentir dolor, nadie lo entenderá nunca a menos que sea sin sumiso o un masoquista como yo, de resto sé que no lo entenderán.

—Bien hecho, Kookie, aguantaste tu castigo como todo un campeón —dijo soltando mis manos de las ataduras que me sujetaban a la cama, para luego quitarme la mordaza— ¿Estás bien?

—M-Mejor que bien —apenas si pude decir, podía sentir el dolor expandiéndose por toda mi zona inferior.

Ella caminó, pero no ví a donde, simplemente dejé la cabeza acostada en la almohada, mi masoquista estaba más que satisfecho, me gustaría levantarme y complacerla, pero ella sabe que hoy no será ya que su castigo fue bastante severo.

Sentí una sensación fría en mis nalgas y levanté mi cabeza un poco para ver mejor, entonces allí estaba ella con una sonrisa admirando las heridas que le había hecho a mi piel, cómo toda una sádica, tocándome cómo si fuera un lienzo en las manos de un artista.

La pomada que ella colocaba en mis heridas dejaba una sensación de alivio, una mezcla de dolor, con alivio y excitación al sentir sus dedos tocarme era el mayor placer que podía sentir, la miré mientras ella me tocaba delicadamente.

—Ama... —ella me miró sin dejar de colocar la pomada en mis heridas— Creo que estoy enamorado de usted.

Sus ojos se abrieron en sorpresa, luego sonrió de una manera que me hubiera encantado tomarle foto para mirarla todo el tiempo.

—Creo que me pasa igual, Jungkook, también estoy enamorada de tí —intenté moverme pero el dolor me lo impidió, gemí sacándole una sonrisa— Por ahora descansa, ya después tendremos tiempo para nosotros.

Me acarició lentamente el cabello hasta que me quedé dormido.

*

Me dormí toda esa noche, cuando desperté noté que era de mañana y ya ella no estaba a mi lado, aún con dolor pero menos, me levanté al baño, luego de asearme, fuí directamente a la cocina porque tenía mucha hambre. Noté una nota con su caligrafía, hasta su caligrafía era perfecta, al menos para mí.

"Veo que te gustó mucho tu castigo,
Y eso me alegra mucho.
Tómate el día.
Nos vemos en la noche.
Te amo"

Había leído bien, ese era un te amo al final de la nota, cómo niño pequeño emocionado comencé a dar saltos y pequeños gritos de alegría, de verdad que estaba feliz, mis nalgas aún dolían pero la emoción me ganó y obvié por completo el dolor.

Escuché la puerta y aún con una sonrisa en mi rostro fui a abrir para ver quién era, Heesoung estaba allí de pie en la puerta, me miró de arriba abajo, estaba solo en bóxer y con el cabello aún despeinado, sus mejillas se volvieron completamente rojas y se quedó sin habla.

—P-Perdona... Ayer escuché ruidos y vine a ver —miraba al suelo y luego a mi cuerpo.

—Ahh eso... Éramos mi novia y yo, ella ya te explicó que nos gusta el sexo rudo, pero es extraño me aseguré de no gemir alto —en sus ojos podía ver la sorpresa que era. Miró al suelo y luego de nuevo a mi cuerpo entonces su rostro cambió.

—¿¡Qué son esas marcas!? —señaló mis muslos.

Se podía ver algunas de las heridas que Bianca había hecho en mi pierna.

—Nada que te importe, no deberías meterte en la vida de los demás —ahora estaba molesto.

—¿Esa mujer te golpea, cierto? Puedes decírmelo, yo te ayudaré. ¿Te amenazó? —me sujetó de los brazos.

—Nadie me obliga a hacer algo que no quiero, lo que pase entre mi novia y yo no es asunto tuyo, ahora vete —le señalé su casa.

—Prometo ayudarte, Jungkook, estás cegado por esa mujer, ¿¡Acaso no ves como te está lastimando!?

—Callaté, ¡Soy yo! ¡Yo soy el enfermo! Y ella me ama así y yo la amo a ella, Bianca no me juzga ni me ve como enfermo, mientras lo que yo haga no interfiera con la vida de otros, lo que yo decida hacer con mi cuerpo es mi decisión, ¿¡Entendiste!? —estaba tan molesto que le cerré la puerta en su cara.

Las personas no entienden que es mi cuerpo, yo no me corto para quitarme la vida o lastimarme con plan de morir, yo no quiero morir, Bianca tampoco quiere matarme, simplemente tenemos nuestro fetiches al momento de tener sexo.

Todo ese día la pasé incómodo en casa, no sé que era lo que pasaba pero algo no me gustaba.

*

Bianca

Estaba en una reunión cuando Jimin se me acercó.

—Señorita Reels la llaman afuera, hay una chica haciendo un escándalo, que quiere hablar con usted —lo miré extrañada pero asentí.

—Disculpen debo retirarme, al parecer tenemos a alguien que quiere mi atención, Namjoon ya sabe todo lo que quiero de este proyecto así que no duden en consultarlo con él —me incliné antes de salir.

Al llegar a la recepción en planta baja, me encontré con quién armaba el escándalo era Heesoung, la vecina nueva de Jungkook.

—¡Ahí está! ¡Esa mujer abusa y golpea a Jungkook! ¡Ambos se están follando y viven juntos!

Puedo escuchar como todos parecen sorprendidos.

—Me avisas cuando termines de gritar para que podamos hablar como mujeres adultas —eso la molestó pero se calló de inmediato.

—Primero, deja de estar dolida por el hecho de que Jungkook te rechazó, segundo, si está saliendo conmigo, a él no le incomoda la edad, y si lo dices por la empresa, aquí no está prohibido que sus trabajadores tengan citas, siempre y cuando sea fuera de la empresa, tercero, jamás le haría algo a Jungkook que pueda causarle algún daño irreparable o la muerte, amo a Jungkook aunque a muchos les cueste entenderlo —crucé mis brazos.

—¡Eres una loca! —me gritó.

Todos miraban la situación, en estos momentos debo tener cuidado, porque esta mujer está loca, y puede hacer cualquier cosa.

Todos miraban la situación, en estos momentos debo tener cuidado, porque esta mujer está loca, y puede hacer cualquier cosa

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Se puso fuerte la cosa...

Seduce Me +19 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora