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Bianca

—¿Podrías dejarme en paz? —seguí caminando hasta mi auto, donde Makoto me esperaba.

—Bianca de verdad que quiero hacer que nuestro matrimonio funcione, sé que podemos hacerlo, la verdad es que nunca te lo dije pero estoy enamorado de tí —volteé para verlo directamente.

—Wonho, no somos el uno para el otro, ya te dije algunas cosas sobre y no quisiste aceptarlo, me miraste como si fuera una enferma y la verdad es que no me interesa lo que tú pienses, la verdad es que no, solo seguiré haciendo lo que me gusta hacer y un hombre Dominante no me gusta —volví a caminar hacia el auto.

—¿A dónde vas con tanta prisa? ¿Vas a verlo a él? —crucé los brazos.

—Pues sí, él se somete ante mí, y está de acuerdo con todo lo que le hago... ¿Quieres ver a la verdadera Bianca? —lamí mis labios.

—Quiero ver —sonreí y señalé el auto.

Wonho entró y luego lo hice yo.

La verdad es que sí quiero que vea lo que hago, de esta manera verá como soy realmente y que no soy compatible para él, que no somos el uno para el otro.

Al llegar a mi habitación del hotel, estaba ansiosa, tendría a Jungkook pero a la vez me iba a deshacer de Wonho una vez que vea el lado que le he mantenido oculta todo este tiempo.

Cuando abrí la puerta me encontré con JungKook arrodillado con esta especie de traje, se le veía claramente la polla y el trasero...

Jungkook si que sabe como complacerme...

Sonreí hasta más no poder.

—Pero miren que buen niño, esperando a su Ama en el suelo listo para suplicar por más, tu polla es hermosa Jungkook, tan perfecta —ya estaba dura y solo quería enterrarme en ella.

Wonho entró y Jungkook aún mantuvo su posición.

—¿Ves eso, Wonho? —señalé— Jungkook a pesar de no saber que tú estabas allí conmigo mantuvo su posición y se movió, ¿Sabes por qué?

Wonho solo miraba a Jungkook, pero a la vez mi niño lindo se sentía orgulloso y yo aún más, él aún trabajaba en su confianza pero demostró que está trabajando en eso.

—Porque mi Kookie sabe que no se puede mover hasta que yo le diga que puede hacerlo —me incliné hacia Jungkook y lo jalé del cabello para que me mirara.

Luego lo besé, con mucha pasión para luego soltarlo.

—Acuéstate —él inmediatamente se acostó en el suelo, me quité el tacón y con mi pie derecho comencé a pisar su polla.

Los gruñidos y gemidos que salían de su boca me estaban calentando en demasía, llevé mi pie hasta su boca y él gustoso lamió mis dedos.

Jamás quité la vista de Wonho de vez en cuando miraba sus expresiones, se veía que le daba asco que un hombre sea tratado así por una mujer...

Típico machista...

Caminé hasta dónde tengo guardado mi látigo de cuero, lo muevo entre mis dedos a la vez que muevo las caderas de manera sensual mientras camino de vuelta hacia ellos.

—¿Qué vas a hacer con eso? —le dí un golpe con el látigo a Jungkook y este gimió.

—Eso haré, arrodíllate Wonho, dijiste que me amabas, pues está esa verdadera Bianca. ¿Aún me amas? —aunque aún estaba de pie le dí con el látigo y no le gustó.

—¿¡Estás loca!? —se agarró el lugar dónde le pegué.

Volví a darle con el látigo a Jungkook.

—Ama por favor, más duro —se colocó en cuatro rápidamente para que le diera en la espalda y en las nalgas.

—Y que si estoy loca, al menos no asesino —le dí otro golpe a él.

—¡Basta! —estaba irritado, una carcajada salió de mi boca al verle la cara— Esto es enfermizo y le haces daño al pobre hombre, debes detenerte, dime le pagas para que puedas hacerle eso.

—Mira el cuerpo de Jungkook, mira las marcas en su piel viejas que no le hice yo, mira como tiene la polla dura esperando a que le alivie el dolor, pero aún así espera como un buen sumiso a qué su Ama llegué a calmar sus necesidades sexuales, Jungkook es igual que yo, por eso él me gusta, amo estar con él, puedo ser yo misma con él, en cambio contigo no puedo ser yo misma, esos años casada junto a tí fue el infierno para mí, solo vete Wonho y déjame en paz —le dí la espalda para acercarme a una de las sillas que estaba por allí.

Al tomar asiento, Jungkook se acercó hasta mí, aún estando arrodillado en el suelo, su cabeza la colocó en mi regazo y me dediqué a darle cariño en el cabello.

—¡Estás loca! —salió cómo si hubiese visto un fantasma, cerró la puerta dándole un portazo.

Jungkook masajeaba mis piernas mientras me veía, sabía que quería preguntarme porque lo traje pero sabía que debía esperar a que yo misma se lo contara, amo eso de Jungkook, es el sumiso perfecto.

—Estaba insistiendo en que me amaba y quería volver conmigo, pero la versión que él dice amar, no soy yo, está soy yo... Aparte que tampoco lo amo —lo tomé del mentón.

—¿Puedo hacerle una pregunta? —le besé.

El beso era demasiado apasionado, metí mi lengua y la suya también paseaba por mi boca, la saliva escurría por las comisuras, un beso digno de seres sucios como nosotros, o al menos así nos ve la sociedad.

Me separé de él jadeando.

—Hazla —él me miraba con sus ojos lujuriosos que tanto me encantan.

—Usted le dijo que yo le gustaba... ¿Es cierto? ¿Le gusto, Bianca?

No sé porque el oírlo decir mi nombre había hecho que mi corazón saltara y me sonrojé.

—Me gustas, Jungkook, para que negarlo, desde que me tomaste por la cadera para no caerme pude ver a ese hombre que creí que solo estaría en mis sueños, un hombre que sea hombre en todo el sentido de la palabra pero que no teme dejar que una mujer lo domine y ese eres tú —acaricié sus mejillas.

—Bianca... También me gustas.

 También me gustas

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Seduce Me +19 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora