Entro en casa sin dejar de dar vueltas a la cita de hoy y, al mismo tiempo, me desnudo de camino al dormitorio, pero no llego a entrar en el pasillo cuando me giro automáticamente al escuchar un pitido proveniente del ordenador.
Sonrío y corro ilusionada a abrir el mensaje, pero al ponerme frente al ordenador descubro que no es un e-mail, si no que el sonido procede desde Skype. En cuanto maximizo la pantalla, veo que Aitor lleva un rato escribiéndome.
Aitor (00:45): ¿Hola? ¿Estás ahí?
Aitor (1:10): Supongo que aún estarás con él, espero que todo esté saliendo según lo previsto. Yo no he tenido tanta suerte, mi cita de esta noche se ha ido en cuanto le he dicho amablemente que solo quería follar... A veces pasa.
Aitor (1:37): Mmmm... Sigues sin aparecer, no me digas que Alberto también es de los pocos hombres que puede tener dos orgasmos seguidos, ¡menuda coincidencia!
Aitor (1:59): Bueno, espero que acabes de pasar una buena noche, hasta mañana.
Leo su último mensaje y constato que acaba de ser enviado.
Sara: Estoy aquí.
Aitor: ¡Hola!, ¿cómo ha ido la cita?
Sara: Mejor de lo que me esperaba, la verdad.
Aitor: ¿Te has insinuado?
Pongo los ojos en blanco, si él supiera... Pero decido hacerme la interesante.
Sara: Claro, seguí tu consejo. ¿Y cómo es que al gran experto le han dejado plantado?
Aitor: No me han dejado plantado, simplemente la chica en cuestión decidió irse en mitad de la faena, cuando no quise acatar algunas de sus condiciones; condiciones que incluían ciertos planes de futuro, para ser exactos.
Sara: Entiendo... Lo que quieres decir es que has estado a punto de acostarte con una chica que se ha echado atrás en el último momento, en cuanto ha visto que tras esa noche se ponía punto y final a vuestros encuentros.
Aitor: Exacto, me ha calentado para nada. En fin, a veces las mujeres podéis ser realmente crueles.
Sara: Pobrecito... –Me compadezco con sarcasmo.
Aitor: Dime que al menos uno de los dos ha follado esta noche.
Me echo a reír, ¡ojalá!
Sara: No hemos pasado de los besos.
Aitor: Bien, poco a poco, me gusta tu estilo.
Sara: ¡Imbécil!
Aitor: ¡¿Qué?! ¡Es verdad! Así haces que te desee más. Ahora dime, ¿te habría gustado llegar más lejos?
Sara: ¿Te refieres a acostarme con él?
Aitor: Sí.
Sara: Creo que no, bueno... no sé. Es complicado.
Aitor: Estoy pensando una cosa...
Se hace un largo silencio en el que no dice nada más, así que me obligo a preguntar:
Sara: ¿Qué?
Aitor: Creo que los dos nos hemos quedado con las ganas de algo más esta noche y podríamos quitarnos esa espinita, si quieres.
Palidezco.
Sara: ¿Quitarnos esa espinita?
Aitor: Vamos a respetar tu estilo e ir poco a poco, nos desnudaremos con palabras.
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Friend Zone
RomanceSara García no tiene nada: ni un físico envidiable, ni un trabajo bien remunerado, ni una familia unida y mucho menos unas amigas normales, pero sí tiene un sueño: conocer al hombre perfecto a la vuelta de la esquina. ¿Lo conseguirá? ... Esta soy yo...