—Quédate aquí y sigue con lo que estás haciendo, necesito hablar con alguien, no tardaré.
—Como diga, alteza.
Kierab salió de la habitación y caminó por un largo pasillo. Entre más avanzaba menos personas se encontraba, y en cambio, notó que el número de esclavos aumentaba. Todos se inclinaban en silencio, sin mirarlo directamente.
—¿Sabes dónde está el capataz de los esclavos? —preguntó Kierab a un esclavo.
—Permítame guiarlo, alteza.
Llegaron hasta un patio de unos ochenta metros por cincuenta, en donde había una caseta de piedra en el fondo. El esclavo le indicó quien la persona. Un hombre de unos treinta, alto y delgado, con una expresión serena y amable.
—Gracias, está bien si me dejas aquí. Puedo continuar por mi cuenta.
—Como diga, alteza—se quedó en blanco unos según antes de inclinarse e irse.
Kierab no llevaba ropas tan llamativas, y se acercó desde un lado sin hacer mucho ruido.
—¿El grupo D está listo? Hoy se encargará de la zona norte con el cuidado de las plantas. Revisen que todo esté en orden, si a alguien le hace falta algo o de averió una herramienta infórmelo de inmediato...
—Si—respondieron todos.
—Buenos días señor, ¿está muy ocupado? Me gustaría hablar con usted—dijo Kierab mientras se acercaba.
—¡Alteza! —exclamó sorprendido, inclinándose junto a los esclavos.
—Está bien, no te preocupes por esta clase de cosas—dijo agitando su mano—Tu nombre es Fergus ¿verdad?
—Así es—dijo enérgico.
—Sólo quería hablar unos minutos, no te quitaré mucho tiempo.
—Claro que si alteza, pase a mi oficina por favor.
Caminaron hasta la caseta de piedra. Dentro era simple, limpio y ordenado. Se sentó en la silla frente al escritorio y miró todo con curiosidad.
—Gracias por visitarme, alteza. Es un placer tenerlo aquí, pero podía llamarme y así no tendría que venir hasta aquí—dijo alisando su ropa para tomar asiento.
—Quería venir aquí—dijo seriamente—Debía observar con mis propios ojos la situación—se inclinó ligeramente en su asiento, tomó una pluma y jugó con ella—¿Cómo va el trabajo? ¿ya te acostumbraste a tu puesto?
—Si alteza, todo está en orden ahora. Aún estoy revisando los registros anteriores y ver que las cosas estén bien.
—Bien, déjame preguntarte algo, ¿sabes por qué eres el nuevo capataz?
—El antiguo jefe de esclavos fue retirado de su cargo—contestó de inmediato—No realizó bien su trabajo.
—¿Qué hizo exactamente?
—Hizo algo que le disgustó—dijo mirando las manos de Kierab, que hacían girar la pluma—Degradó a su esclavo.
—No sólo eso—levantó la mirada y lo observó fijamente—Me enfureció. Hizo lo que quiso con mi esclavo y lo maltrató cuando no estaba. Y luego de investigar un poco supe qué hacía lo que quería con los esclavos. Hacía lo que se le antojaba.
Fergus trató saliva, tratando de no apartar la mirada.
—No sé lo que piensan los demás ni me importa; no me gusta que los esclavos sean tratados como animales. Ellos son personas y entienden perfectamente el lenguaje humano. Noté que te diriges a los esclavos con respeto, ¿lo haces siempre?
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Encadenado a tu corazón© [Gay]
RomanceGénero: Acción, histórico, Gore, Boyslove (chicoxchico) y drama. [Capítulos cortos] [Final feliz] ┉┅━━━━━•◈•━━━━━┅┉ Los esclavos son lo más común en el reino de Krastos, regido por un rey tenaz, fuerte e inquebrantable, que conquista las tierras a...