Capítulo 15.5: No me dejes

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—Tal vez así aprendes a no faltarle el respeto a tu rey—dijo Dafmay mirando a la persona ensangrentada, tirada en el piso sin moverse.

El segundo príncipe, Nail-Samdur apretaba sus manos debajo de sus mangas, temblando de ira y preocupación.

—No malgaste sus palabras mi rey, no hay tiempo que perder. Esos insignificantes del reino Sheed'tul quieren un poco de nuestras tierras de cultivo, necesitamos recordarles que somos un reino a quien deben temer.

El rey Dafmay resopló y se giró, saliendo de la habitación.

—Entonces no falles, sino ni pienses en volver.

Nail se dio la vuelta y siguió a su padre, pero se giró y le dio un último vistazo a Lahra, quién logró levantar la cabeza. Nail apretó sus dientes y sus ojos de humedecieron. No quería dejarla, pero en ese estado.

Lahra lo miraba con desesperación, gritando "No te vayas". Esos ojos temblorosos y llenos de terror, que rogaban en silencio por él.
Nail no pudo seguir mirándolos, su corazón hecho pedazos se haría polvo.

Se quitó el arete de su oreja izquierda y lo dejó en el piso antes de irse y cerrar la puerta.

Lahra se arrastró como pudo hasta llegar a el y lo tomó. Una argolla con un conjunto de tres finas cadenas de plata, de las que colgaban tres finos triángulos, como puntas de flecha. Era un regalo que ella le había dado.

—¡Lahra! —gritó Med al entrar. Palideció al verla en el piso, con la espalda ensangrentada, golpes en sus brazos y una cortada en el labio.

—Med...—musitó Lahra con los ojos húmedos.

—Ya llamé a un médico, no te muevas—dijo con voz temblorosa y se agachó junto a ella, con miedo de tocarla—Estarás bien, estarás bien...

—No...me duele tanto—dijo al ver su rostro lleno de terror. Trató de levantarse y buscó su regazo.

Med sintió que su corazón dolió aún más cuando oyó que trataba de consolarlo.
La vio poner su rostro en sus piernas y apretar su ropa.

—Hay algo que duele más que esto—dijo soltando sus lágrimas en silencio.

—Lahra—dijo acariciando su cabello, sin saber cómo consolarla—Todo estará bien, él volverá.

Lahra mordió sus labios hasta que sangraron, sintiendo al suave caricia de Med.

[...]

—Lo siento, su estado es demasiado grave. Cómo máximo le quedan tres días—dijo el médico real, con una expresión desinteresada. Era obvio que estaba departe del rey.

—¡Fuera de aquí si no quieren que los mate! —gritó Lahra furiosa.

El médico y sus ayudantes se fueron asustados al verla capaz de ese crimen. Dejándola junto a Med en el pasillo.

—Respira—dijo Med acercándose a ella y abrazando su espalda al verla tan alterada.

Lahra se apoyó en su hombro y trató de calmarse. Se sintió un poco mejor al saber que la única persona que le daba consuelo estaba ahí para ella.

—Estoy bien. Iré a hablar con él—dijo con una expresión angustiada. Tomó el brazo de Med sin querer soltarlo y dijo—...No te vayas, ven conmigo.

—No te dejaré—respondió en voz baja y entraron a la habitación.

Med se quedó un poco alejado de la cama y les dio su espacio. Lahra se acercó a la cama, débilmente iluminada con una lámpara de aceite, bañando de amarillo su hermoso rostro pálido.

Encadenado a tu corazón© [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora