Capítulo 20: Incienso

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Desde ese día su relación fue diferente. Las miradas que se daban en silencio y en secreto eran diferentes, las caricias y los besos eran diferentes...
Aunque luego de esa espléndida noche, Kierab no insistió en intimar con él y no hicieron nada. Pero para no dar una idea esquivaba Kierab dijo:

—Te daré un tiempo para que lo asimiles.

Khalid sabía el significado de sus palabras; él no quería apresurar las cosas y decidió darle su espacio. En silencio le agradeció por este gesto, ya que su mente en realidad era un poco desastrosa. Aún se sentía un poco nervioso al pensar en esa noche, y en el fondo se sentía algo culpable. Pero luego de recordar sus acciones durante su encuentro pasional entendió que Kierab en verdad quería que él le hiciera ese tipo de cosas. Nadie fue obligado a hacer nada, y ambos hicieron lo quisieron, guiados por sus mutuos sentimientos.

Khalid se sentía muy feliz al poder intimar con Kierab, pero en el fondo aún seguía sintiendo que no era correcto. Ese sentimientos de inferioridad seguía susurrando en su corazón.

Él es tu rey, tú eres su esclavo.

Pero otras palabras también resonaron.

—No te veo como un esclavo...

Recordó esa noche, cuando Kierab le confesó sus sentimientos, diciendo todo lo que pensaba. Al pensar en ello decidió creer en él y dejar de reprimir sus sentimientos, y no dejar que sus pensamientos arruinen su relación.

 Al pensar en ello decidió creer en él y dejar de reprimir sus sentimientos, y no dejar que sus pensamientos arruinen su relación

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Era una tarde algo calurosa, pero la brisa soplaba con fuerza y hacía mecer las palmeras. Las niveles cubrían el cielo, ocultando los fuertes rayos del sol, dejando sus ligeras huellas en las baldosas del palacio. Sería una tarde espléndida, si no fuera por el sombrío humor de Kierab, quién había planeado pasar la tarde con Khalid y coquetear un rato con él, pero alguien había interrumpido sus planes, otra vez...

—...Hace poco probé un cordero muy delicioso y pensé qué tal vez querría probarlo. Su preparación se ha hecho muy popular en los restaurantes del reino.

—Mm, sería interesante probarlo—respondió Kierab, con una pierna subida a un taburete. Miraba su propio zapato mientras mecía el pie lentamente, con una expresión serena.

Desde que se estabilizó el reino luego de la guerra Fa'ya se había acercado más a él, lo buscaba más seguido y se le insinuaba de maneras muy sutiles. No podía culparla, ambos eran marido y mujer, pero su actitud lo hacía sentir un poco incómodo y exasperado.

—Y esa salsa de cilantro y vinagre que lleva le da un toque aún mejor—añadió Fa'ya con una sonrisa—Siempre he adorado la comida tradicional de Krastos. Y hablando de tradiciones; hace poco fui a visitar a mi padre al Estado Bella Florida y estuve en un restaurante muy hermoso, donde tocaron una música muy hermosa, sin mencionar la bella actuación de los bailarines.

Kierab levantó las cejas y aligeró su expresión, siendo una que se veía un tanto interesa.

"Bien, creo que voy por buen camino."

Encadenado a tu corazón© [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora