—¿Qué tal del pasado? Recuerdo que la primera vez que tuvimos una conversación casual fue mirando el cielo. Justo como ahora.
—¿Usted...lo recuerda? —preguntó admirado, secretamente encantado e ilusionado.
"El rey... ¿recuerda las mismas cosas que yo? ¿las veces en que compartimos algo juntos?"
—Claro que sí. Recuerdo las cosas que hago contigo y nuestras conversaciones. Cualquier detalle importante que menciones, como las cosas que te gustan o disfrutas.
Khalid no dijo nada, su mirada se volvió inquieta, su rostro se tornó caliente y sintió que su corazón latía tan fuerte que Kierab seguramente podía escucharlo.
Estaba tan emocionado y sorprendido que no podía pensar con claridad.
"¡El rey dice que recuerda las cosas que digo! ¿en verdad él me aprecia tanto, como para importarle algo tan trivial como mis palabras? ¿cómo puede ser? ¿en serio disfruta estar... conmigo?"
—Recuerdo una vez que hablamos sobre el jardín real. Se notaba lo mucho cuando te gustan las plantas, por eso me gusta trabajar afuera para llevarte conmigo. Siempre miras las plantas y las flores.
"¿Incluso se fija en mis reacciones? ¿por qué se preocupa tanto por mí y me presta tanta atención? ...No lo merezco, ¿qué hice para recibir esto? ¿acaso... podré devolverle toda su bondad? ¿seré lo suficiente para él? Un esclavo nunca podrá igualarse a un rey tan magnífico como él..."
—No entiendo—musitó Khalid.
Kierab logró escucharlo. Sonrió y dijo con una voz seria:
—Me agradas Khalid, y me siento cómodo contigo, más que con muchas otras personas. Siempre estarás a mi lado, así que espero agradarte tanto como tú a mí. Me alegra tener que pasar toda mi vida con alguien como tú...
—Majestad—dijo ansioso. No podía seguir escuchándolo, más aún con un tono tan seguro y serio como el suyo. Además, no sabía que responder.
—No tienes que responder a eso—dijo Kierab al escuchar su voz—Lamento si mis palabras fueron demasiado, pero sabes que soy una persona muy honesta y directa.
—...Está bien—dijo cerrando los ojos—Usted también me agrada. Nunca me ha humillado ni hecho daño alguno, siempre se preocupa por mí, habla con palabras sinceras y educadas a pesar de quién soy, y por eso lo aprecio y admiro aún más. Estoy tan feliz que no puedo expresarlo con palabras. No sé si merezco su amabilidad.
—Claro que lo mereces—dijo con firmeza.
Los esclavos no eran considerados personas, por lo que tampoco tenían el trato de uno como tal. Toda su vida piensan que no son nadie y que no valen nada, más que cinco monedas de oro.
Kierab quería cambiar ese pensamiento que lo ha perseguido toda su vida. Hacerle saber que es una persona. Que él lo ve como una persona.Pero no se atrevía a decir: "Eres una persona y siempre lo has sido, todos merecemos ese trato"
Porque no era del todo real.Sólo él lo veía como una persona.
Para poder decir esas palabras debía hacer un mundo donde él ya no fuera visto como un esclavo. Era difícil pero no imposible.
Sabía que algún día ese mundo existiría.
—Créeme Khalid—dijo en voz baja.
—Creeré en cualquier cosa que usted diga—contestó con firmeza—Desde hace mucho le entregué toda mi confianza.
Kierab sonrió satisfecho y cerró los ojos, fingiendo estar dormido.
Tanta emoción lo hizo sentirse cansado al final, bostezó y sintió el cuerpo pesado. No quería dejar sólo a Kierab, tenía que esperar a que él se durmiera primero, pero el sueño lo venció sin darse cuenta.
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Encadenado a tu corazón© [Gay]
Roman d'amourGénero: Acción, histórico, Gore, Boyslove (chicoxchico) y drama. [Capítulos cortos] [Final feliz] ┉┅━━━━━•◈•━━━━━┅┉ Los esclavos son lo más común en el reino de Krastos, regido por un rey tenaz, fuerte e inquebrantable, que conquista las tierras a...