◈Segundo Arco | Capítulo 11: Tres razones

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Segundo Arco: Corona de rosas


Habían pasado dos meses desde que Kierab le dijo lo que sentía. Él se comportó como siempre, pero de algún modo le dio su espacio. Le dijo que si no se sentía cómodo podían retomar las prácticas de espada cuando él quisiera. Dejó de hacer contacto físico con él, pero no dejó de ser atento y educado.

Khalid tenía ciertas cosas que aún no podía resolver, y en las cuales pensó estos últimos dos meses.

No podía aceptar el hecho de que Kierab pudiera amarlo de esa forma, y cada vez que pensaba en las palabras tan ardientes y directas que le había dicho sentía que todo su rostro ardía y se tornaba rojo vivo. Era pura exageración, pero Khalid así lo sentía.

Desde hace mucho tiempo mi corazón fue cautivado por ti. En toda mi vida, tú eres el único a quien he amado...

Aún recordaba su voz al decir aquello.

Pero un esclavo no podía estar con su amo, y menos si era el rey. Nadie en sus cinco sentidos quería estar con uno, eran feos y desagradable a la vista.

A mis ojos sólo hay una persona que se ve así con la luz de la luna.

¿Qué cosas crees que mis ojos ven como algo hermoso?

Aún recordaba el brillo de sus ojos cuando dijo esas palabras con tanto cariño...

Pero no importa que excusa pusiera, la verdad era que tenía miedo.

Los esclavos nunca amaban a nadie, simplemente no podían, pero ahora tenía la oportunidad de abrir su corazón con Kierab, y ese era el problema. La incertidumbre de qué pasará en el futuro lo volvía inquieto, tenía miedo de amar y salir herido, o de lastimar al rey.

No sabía cómo responder y tampoco quería hacerlo esperar.

Realmente se sentía muy indeciso.

Pero él tiempo no espera a nadie, y una importante noticia sacudió a todo el reino antes de siquiera tomar una decisión...

—El escuadrón catorce lo confirmó majestad; una tropa de alrededor de doce mil soldados de Rouseth se dirige hacia aquí, ubicada a catorce millas partiendo desde el norte—informó el ministro de Fuerzas militares. Señalando las posiciones en el mapa.

El constante monitoreo de los alrededores había descubierto rastros de un ejército que se acercaba al reino. El hallazgo ocurrió hace cuatro días, y sólo hasta ahora se pudieron recolectar todos los detalles.

—¿Saben quién los lidera? —preguntó Kierab.

—El rey de Rouseth en persona.

Kierab se tocó la barbilla y meditó un momento.

—Si siguen con el mismo paso entrarán en contacto con nosotros mañana por la mañana. Pero me resulta extraño...—señaló la ruta que el ejército de Rouseth estaba siguiendo y dijo—Esta es la ruta más despejada y visible, es imposible que no supieran que iban a ser encontrados fácilmente, y con el paso tan lento... Es obvio que van de frente, sin estrategias ni ataques sorpresas.

—Eso mismo pensamos majestad.

—Quizá el rey quiera dialogar primero, es conocido por ser un hablador—comentó Kierab.

—Es posible—dijo Naurif—Tal vez es parte de su plan.

—Bien, sea lo que sea preparen a todo el ejército. Aseguren la muralla y estén preparados para la guerra.

—Si, majestad.

Kierab salió del salón del consejo acompañado de Naurif y fueron directo a las murallas. Sólo para encontrar a Yu-say molesto y corriendo de un lado a otro.

Encadenado a tu corazón© [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora