Tentación

7.2K 237 32
                                    

Qué suerte la mía, por permitirme estar a la vista de tus maravillosos ojos.

Solo una mirada tuya bastará para que me desmorone a tus pies.

Sin pensarlo, el único que cayó en aquella tentación fui yo.

Pero muy pronto, será tu turno.

🥀

Me siento ahogada y frustrada, llevo tres días, desde que me tienen cautiva en contra de mi voluntad, hoy en la mañana la chica que entro al restaurante con Gabriel, me llevo a dar un paseo por todo este castillo, al menos pude hablar con alguien, si no lo hacía, terminaría enloqueciendo. Descubrí muchas cosas de ella estos dos días, su nombre es Adara, es introvertida, no le gusta salir, pero es obligada hacerlo por sus deberes. Tuve que rogarle un montón para que al menos me dijese su nombre. Al final termino contándome algunas cosas suyas.

Y pues, el degenerado de mi acosador, ha estado desaparecido este tiempo que he estado aquí, Adara dice que es por su trabajo, ocupa mucho tiempo y dedicación, ya me puedo imaginar que clase trabajo es, ser un maldito asesino despiadado. Inculto. Pero admito que estoy tranquila, que no esté cerca de mí es lo que más necesito en estos momentos. Su presencia solo hace que me vuelva más loca.

Lo odio tanto.

Estos días me he mantenido serena, pero cuando termino de cenar, Adara me dirige a mi cuarto, cerrándome la puerta y el balcón con llave. He sido traslada a otro cuarto, un impresionante cuarto, debo decir, grande, con una cama gigante, colchón cómodo, sabanas limpias, baño espacioso con todo implemento personal, un balcón hermosísimo con una vista fascinante, y por supuesto, un magnífico guardarropa que toda mujer desearía. Pura ropa de diseñador, zapatos, vestidos, jeans, camisas, incluso artículos de maquillaje de marca. También ropa interior, el desgraciado tenía toda mi ropa interior robada en un cajón, tengo ahora un montón de estas nuevas, de marca, encajes, de todos los colores, pero tenía más color blanco. Lo que cualquier mujer moriría por tener.

En esta casa solo me tratan como una muñeca de cristal, un maldito premio para él, eso me enfurece, mandan a una señora de servicio para que me acompañe al baño, en algunos casos ayudándome a bañar, o ayudándome a elegir que ponerme. La envían aquí solo para vigilar que no trate de escaparme, o que no me suicide, o me haga daño en alguna parte de mi cuerpo, si Samael se entera de que me hice daño, mi castigo sería peor. Y los sirvientes resultarían también castigados por mi culpa.

Mi hermana resultaría herida.

No puedo permitirme eso, no puedo aceptar que por mi culpa, otros sean lastimados, lo detesto tanto, camine todo este castillo, es enorme y muy hermoso, lo admito, pero no es esto lo que quiero.

Quiero trabajar, ayudar a los demás, sentir la calidez de alguien cuando se entera de que se curó, que tuvo la oportunidad de estar bien, quiero salir con mi hermana, con Angelina, con mis amigas de la universidad, leerme un libro todas las noches, estudiar más, ser esa esperanza para mis pacientes, quiero mi vida anterior... No esto. Quiero ser libre. Mi vida aburrida era mejor que estar en una maldita jaula de oro.

Así es como me siento, con impotencia, ahogada, inútil, inservible, todos estos sentimientos encontrados hacen que llore estas noches. Me siento sola, aunque hable con Adara, no es lo mismo que estar en un café o en el hospital donde trabajaba.

El hospital que ahora le pertenece a él.

¡¡¡Quiero mi vida de vuelta!!!

Pero sé, que es imposible, sé que ya no hay vuelta atrás, me arrepiento tanto, todo esto me pasa por mi culpa, no tengo ni celular, solo televisión para ver series, también tengo libros, prefiero más los libros que el televisor. He empezado a leerme uno, el amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez. Amo sus historias, al menos me hacen olvidar por lo que estoy pasando.

Tentación siniestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora