Libro (+18)
Alessandra es una doctora de corazón bondadoso y humilde que solo busca el bien de sus pacientes y de la gente que la rodea, se lleva envuelta en un descubrimiento que hace que cambie su vida completamente, llegando a conocer a Samael un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y entonces sus enormes brazos llenos de oscuridad me rodean.
Y no hay lugar.
En el mundo. En el que me sienta más segura. Que a su alrededor.
-
-
Empiezo a imaginarme un montón de escenarios, luego recuerdo que he estado en clases de defensa, pero siendo sincera, en estos momentos se me ha olvidado todo.
Esta persona es más fuerte que yo, lo sé por la presión que ejerce en mi brazo, se ha acercado tan rápido que no logre escapar, el pasillo está oscuro y no logro visualizar bien quien es.
Solo deseo que sea Samael.
Por favor que sea él.
— ¿Samael? — Mi voz sale entrecortada, con la esperanza de que sea él. — Idiota, no juegues así, casi me matas del susto.
No responde.
No es él.
Empiezo a desesperarme cuando hace más presión en mi brazo. Haciendo que chille del dolor. — ¡Habla! ¡¿Quién eres?!
Está nervioso. ¿Tiembla?
— Alessandra. — La voz de Eliot me eriza la piel.
— ¿Eliot? ¿Qué sucede contigo? ¡Te hemos estado buscando!
Fastidiada por el dolor en mi brazo, arrebato su brazo y me alejo de él.
No parece ser Eliot.
— ¡¡Habla!! ¿Dónde has estado todos estos meses?
— Alessandra... es una trampa. — Dice. — Por favor... no vayas. — Su voz suena entrecortada como si estuviera teniendo dolor en alguna parte de su cuerpo. Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que puedo encender una luz del pasillo, sin pensarlo más doy un salto y la enciendo.
Veo como Eliot evita las ganas de mirarme, pero no sirve de nada cuando me doy cuenta de la enorme cortada en su rostro.
— ¿Qué... te sucedió? — Pregunte asustada. Me acerco para mirar mejor su cicatriz, pero Eliot da un paso hacia atrás.
— Eso no importa ahora, avísale a los demás que todo esto que planea ese sujeto es una trampa.
No dice nada más, intenta irse, pero lo sujeto de la muñeca.
