Thalia y los líderes de las cabañas les esperaban en el Reservoir. Las luces de la ciudad parpadeaban a la media luz. Las farolas destellaban alrededor del lago y le conferían al agua y a los árboles un aspecto todavía misterioso - Ya se acercan - confirmó Thalia, señalando al norte con una flecha de plata - Una de mis exploradoras me acaba de informar que ya han cruzado el río Harlem. Ha sido del todo imposible mantenerlos a raya. Su ejército... - añadió, encogiéndose de hombros - Es enorme -
- Los detendremos en el parque - dijo Percy - ¿Preparado, Grover? -
Él asintió - Más preparados que nunca. Si mis espíritus de la naturaleza pueden pararlos en alguna parte, es aquí -
- ¡Sí, les pararemos los pies! - dijo otra voz. Un sátiro grueso y muy viejo se abrió paso entre la multitud, tropezándose con su propia lanza. Iba con una armadura de corteza de árbol que solamente le tapaba la mitad de la barriga.
- ¿Leneo? - musitó el hijo de Poseidón.
- No te hagas el sorprendido - resopló el anciano sátiro - Soy el líder del Consejo y me pediste que encontrara a Grover. Muy bien, pues lo he encontrado, ¡y no voy a permitir que un simple desterrado dirija a los sátiros sin mi ayuda! - a su espalda, Grover hacía muecas de repugnancia, pero el viejo sonreía satisfecho como si fuera el héroe de la jornada - ¡No temáis! ¡Vamos a darles una lección a esos titanes! -
Ese la palma hoy, pensó Dante mientras veía de reojo al sátiro - Hum... sí, bueno. Grover, no vas a estar solo. Annabeth, con la cabaña de Atenea, se apostará aquí. Y yo y... ¿Thalia? -
Ella le dió una palmadita en el hombro - No digas más. Las cazadoras estamos listas -
Percy miró a los demás líderes - A vosotros os corresponde una misión igual de importante. Tenéis que vigilar las otras entradas a Manhattan. Ya sabéis lo taimado que es Cronos. Espera distraernos con este gran ejército para introducir un regimiento por un punto distinto. De vosotros depende que eso no suceda. ¿Ha escogido cada cabaña un túnel o un puente? -
Los líderes asintieron, muy serios. Por último miró a Dante. El hijo de Marte estaba sentado sobre una mesa, sacándole filo a su hoja negra - Tú ya sabes que hacer - le dijo. Dante alzó la mirada y asintió con determinación - Hiperión va a venir... Es uno de los enemigos más poderosos del ejército de Cronos. No quiero que os acerquéis a él. Dejándolos a Dante y a mí -
Dante se levantó de un salto y guardó su katana - Le tengo ganas ese capullo - musitó con una sonrisa torcida.
Aquella sonrisa podría haber asustado a muchas personas, pero verla en Dante era sinónimo de que el mortal más fuerte del mundo estaba listo para la batalla - ¡Pues en marcha! - dijo Percy - ¡Buena caza a todos! -
Los distintos líderes empezaron a reunir a los miembros de sus cabañas y marcharon hacia sus zonas designadas. Antes de que la cabaña de Apolo pudiese irse Dante se acercó a hablar con Helena - Eh - llamó a la chica mientras la tomaba del brazo - No estés tan nerviosa -
Helena no paraba de morderse las uñas mientras veía a sus hermanos equiparse - Es mi primera vez siendo líder de la cabaña - musitó ella - No estoy preparada -
Dante soltó una suave carcajada que hizo que varios de los hijos de Apolo le mirasen sorprendidos - Helena, llevas cuidando de estos críos desde hace años - le dijo mientras colocaba un mechón de pelo tras su oreja - Estarás bien. Todos estaréis bien -
- Ten cuidado tú también - asintió ella. Ambos se acercaron y se dieron un suave beso. Varios de los hijos de Apolo se llevaron los dedos a la boca, listos para silbar pero antes de que pudiesen hacer nada Dante los fulminó con la mirada.
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ARES #5 // DIOSES DEL OLIMPO
FanfictionProtege a quien quieres... El momento ha llegado. Los ejércitos están listos. Cada pieza ha sido colocada en su lugar, y llega el momento de la batalla donde el futuro del mundo y de la humanidad será puesto a prueba. Quinto libro de la saga Ares.