Prólogo

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Desde una edad temprana tuve el deber de cuidar a mi hermano menor, siempre fue más débil que el resto de personas y era demasiado inocente como para identificar la maldad en quienes le rodeaban, los niños pueden ser muy crueles al encontrar a alguien mínimamente diferente a lo que ellos acostumbran ver.

La gota que rebasó el vaso fue ver a mi pequeño hermanito llegar completamente arañado, con sus ropas rasgadas y pintadas, sin hablar de que estaba empapado por haber sido lanzado a la fuente de la escuela.

— Padre. —Dijo Aldryx, mirando a su figura paterna, esperando algún tipo de respuesta a lo que pedía con su indiferente mirada.

- Ve por ellos. —Respondió el hombre fuego, mientras consolaba el llanto del menor de la familia.

Apenas tenia 10 años cuando traté de matar a alguien por primera vez, no podría definir la euforia que sentía al momento de buscar a los acosadores de mi hermano, sabia que eran de un curso más elevado que el, pero a pesar de yo haber nacido en el cuerpo equivocado no fue impedimento para resultar ser mucho más fuerte y así poder hacerles sufrir tanto como ellos hicieron llorar a mi hermano los últimos meses.

El ahogado llanto de esos niños me satisfacía completamente, verlos suplicarme perdón por todo lo que le hicieron pasar a mi hermano, y el cómo me rogaban por dejar de atacarles me llenaba de placer, me sentía... Poderoso.

Dejándoles en aquel mismo parque en el cual realicé aquella masacre volví a mi hogar con mi misión completada a la perfección, no me importó que sus cuerpos estuvieran gravemente quemados, o qué tan lastimados hayan sido por el castigo que se les fue otorgado por mi mano, sin duda volví feliz aquella tarde.

Nadie le haría daño a mi pequeño hermano mientras yo estuviera vivo, y siempre conté con el gran respaldo de mi poderoso padre, quien hasta día de hoy me sigue apoyando y defendiendo a capa y espada.

Él fue el primero en saber sobre mi decisión de transición de género, no dudó en apoyarme y acompañándome a empezar ese largo y jodidamente tedioso proceso el cual me daría la apariencia y significado que siempre había soñado.

Dirán que en las familias nunca habrá un equilibrio igualitario entre el trato de hermano mayor y hermano menor, pero en mi familia nunca pasamos por eso; Contamos con un padre comprensivo, siempre atento, y a pesar de no tener una madre nunca nos hizo falta teniéndolo a él a nuestro lado, siempre contamos con su presencia y buena compañía.

El único inconveniente en mi vida es...

— No eres un hombre de verdad, no podría estar contigo. —Respondió aquella mujer que tanto había amado y que ahora le rechazaba al conocer la verdad sobre su transición.

Nunca pude encontrar a alguien quien me amara tanto como yo estaba dispuesto a amar.

Los comentarios de la gente comenzaban a afectarme en cierto punto, y no pude evitar sentirme... Mal. ¿Acaso era mi culpa haber nacido en el cuerpo equivocado? Era un hombre, siempre había sido un hombre, me había operado para poseer los tan alabados genitales masculinos, pero ni aún así fue suficiente para encajar.

Alejándome del mundo romántico, decidí ir solo contra el mundo, contra el sistema, si nadie podía amarme por cómo era yo buscaría otra forma de encajar en este injusto mundo.

Mientras mi hermano llegaba a los 19 años siendo un símbolo reconocido en todo el mundo musical, yo me convertí en su guardaespaldas, su sombra, pero no me molestaba, el cumplía su sueño, mientras yo cumplía el mío.

Dɪᴇ Fᴏʀ Yᴏᴜ - [Aldryx x Flux]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora