Dɪᴇ Fᴏʀ Yᴏᴜ - [Aldryx x Flux]

#23

Golpeándose la cara contra el suelo, Agoti se levantó lo más rápido que pudo y como permitía su pesado cuerpo. Tosiendo un poco al quedar arrodillado, un delgado hilo de saliva mezclado con sangre caía de su boca directamente contra el suelo.

— ¡Agoti! —Tabi metió su brazo entre las rejas, tratando de alcanzar al muchacho en la celda de al lado.— Ven, ven, por favor. ¿Puedes oírme?

Aturdido, el recientemente torturado chico estaba desorientado. Le habían expuesto a grandes daños físicos con la intensión de probar y poner a prueba su habilidad regenerativa. Escupiendo, cerró sus ojos, estabilizando su cuerpo un poco para así avanzar con dificultad hasta el borde de la celda, dejando que las manos de Tabi tomaran sus mejillas, mimándole.

— Agoti, el número de tu padre. Dámelo, ellos no me quitaron el teléfono...

— A-Ahh... Espera... Me duele la cabeza. —Trató de pensar, quería enfocarse en una idea, pero su agotado cuerpo y sus músculos quemando exigían más atención que el resto.

Comenzando a decirle el número en contra baja fue sintiéndose más débil, tal vez era la inyección que le habían dado para calmar su enojo y forcejeo. Mierda, pronto iba a desplomarse.

Viendo de forma borrosa cómo su amigo llevaba su teléfono a su oído, se sintió drogado, la imagen que captaban sus ojos comenzaba a deformarse, cuando los gritos que se formaron se comenzaron a oír lejanos.

Tabi trataba de soltarse del guardia que le había atrapado en medio de la llamada, ¿habría contestado su padre? Debía sacarles de ahí, no quería morir tan joven, ni siquiera había encontrado el amor. Que injusticia más grande.

— ¡Ayúdenos, Señor! ¡Por favor, nos atraparon  a Agoti y a mi, ellos no-! ¡AYUDA! —se fue a la esquina, poniéndose en pose fetal al momento de recibir golpes con un duro palo.

Llegando otro de los guardias, lograron arrebatarle el teléfono al ruso, cortando la llamada antes de destrozar el aparato electrónico contra el suelo, alzando sus firmes y duros bastones con los cuales ampliaron a golpes al ruso el cual no tuvo oportunidad de defenderse, y cuando dejó de forcejear supieron que debían dejarle, saliendo de la celda para así dejarle solo.

Tabi se levantó un poco, gateando nuevamente hasta el costado de la celda, tomando la mano del inconsciente chico en la celda vecina, susurrándole y tratándose de prometerle que todo estaría bien, que lograrían salir de esa, cerrando poco a poco sus ojos, dejando solamente sus manos agarradas, tal vez Agoti fuera el último chico que viera con vida.

...

Dejando caer el teléfono, la mirada de Solazar parecía atónita, y segundos después se le vio reaccionar.

— ¿Qué pasa, papá? —preguntó curiosamente Aldryx, terminando de ajustar el cinturón de su pantalón.

Cambiando su expresión totalmente al verle voltear con una faceta que jamás había visto en el, se sintió asustado, esto era nuevo, y por primera vez no le gustaba eso nuevo que experimentaba.

— Habla, papá. ¿Qué mierda pasa?

— Tu hermano... Lo tienen.

Por un momento, el mundo se detuvo. Recuerdos con su hermano llegaron a su mente, ¿cuanto daño le habrían hecho a su pequeño hermanito?

Esos hijos de puta se enterarían de que era verdaderamente capaz de hacer.
Un oscuro tono comenzó a invadir su brazo, desde la punta de sus dedos basta un poco más arriba del codo, sentía una punzada en su pecho, y la impotencia se apoderó de él.

— Rastréalo. Iremos por el y acabaremos con esto de una vez por todas. —Ordenó al hombre fuego.

Ya estaba cansado de vivir bajo amenazas y peligros, ahora ellos serían la verdadera amenaza.
Se arrepentirían por todo esto.