Dɪᴇ Fᴏʀ Yᴏᴜ - [Aldryx x Flux]

#5

Deteniendo su moto, hicieron una pausa, apartando con brusquedad los brazos de Flux de su cuerpo le miró de reojo.

— ¿Dónde vives? Te llevaré a tu casa. —Dijo con calma.

— A-ah... En la calle cerca del laboratorio médico.

— ¡¿Al otro lado de la ciudad?! ¡Carajo! —Dio un golpecito sobre su pierna.

Aturdido, Flux no supo realmente que era lo que pasaba, casi había atentado contra un posible asesino hace unos minutos, y ahora estaba compartiendo lugar en la moto con aquel chico de desconocida identidad.

Notando como sus manos temblaban un poco, quiso decir algo para consolarle, tal vez tendría miedo o... Algo.

Antes de poder decir algo el otro chico le cubrió el rostro con la capucha, y amenazando con que si se lo quitaba le cortaría las bolas noto como luego el otro se bajaba de la moto. Realmente no quiso desobedecer, pero el sentir como ahora le entregaba aparentemente su casco le lleno de curiosidad.

— ¿Este es tu casco? —Preguntó con torpeza, deslizando con cuidado sus dedos cobre aquel objeto en sus manos.

— Si, no lo toquetees mucho. —Respondió el otro.

A ciegas, simplemente desobedeció, aquello era como un tesoro para el, no lo veía, pero no necesitaba hacerlo para admirar lo reluciente de ese casco. Un aroma a cigarro le hizo quedarse quieto, y volteando un poco, aún con su vista tapada por su capucha ladeó un poco su cabeza.

— ¿Fumas con frecuencia? Eso te hará mal. —Dijo Flux, queriendo quitarse la tela que estorbaba su vista.

La mano del otro chico apretó su muñeca, haciéndole entender que debía detenerse, pero ¿qué haría si lo veía? ¿Matarlo? No era el fin del mundo.

— Puedes confiar en mi, no le dire a nadie quien eres.

— No confío en pervertidos.

— ¿Le dirás eso a alguien que trato de salvarte hace unos minutos? Daría mi vida por ti, ¿por qué no puedo saber la identidad del chico a quien ayudé? Además, me estoy ahogando aquí, y el humo del cigarro no ayuda.

Rodando su mirada, Aldryx se lo pensó, sería la primera vez que alguien que no pertenecía a su familia sabía sobre su doble identidad y la diferencia entre el día y la noche.
Soltando su mano, decidió confiar, si sus palabras eran ciertas manipular a ese chico no sería difícil para que guarde su secreto.

Con entusiasmo, Flux se quitó la capucha, pudiendo ver finalmente la identidad de su tan amado chico. Encontrándose con Aldryx, quien volteaba a ver en otra dirección, con aparente desinterés, expulsando el humo de su cigarrillo.

— ¡Ajá, lo sabía! —Lo señaló con gran emoción.

— Felicidades, Sherlock Holmes. Acertaste, ahora más te vale guardar silencio, nadie debe saber esto. Es un secreto. —Le dijo, haciendo un gesto de que cerrará la boca.

— Claro, no le dire a nadie. Tu secreto está seguro conmigo. —Le sonrió un poco.

Pero su sonrisa duró poco, el pensar que hace un tiempo él le había declarado su amor y había sido rechazado cruelmente le hizo volver a la realidad. Ese chico no era como él lo idealizaba entonces, había estado enamorado de la persona equivocada todo este tiempo.