Dɪᴇ Fᴏʀ Yᴏᴜ - [Aldryx x Flux]

#4

Soledad, ese es mi primer recuerdo.

El poco afecto de mi familia, el posible maltrato y manipulación que se me era presentada nunca fue extraña para mi, hasta que tú llegaste a mi vida.

Agoti Andromeda, ¿Qué estás haciendo ahora? Han pasado años en los que no nos veíamos, pero nunca pude olvidarte, prometiste que aunque la distancia nos separara y que el tiempo pasara seguiríamos siendo amigos, pero...

— Disculpa, ¿te conozco? —Dijo el confuso chico de piel mestiza, dedicándole una expresión confundida al chico de ojos rojizos.

No cumpliste tu promesa, ¿Tan poco importante fui para ti que te olvidaste de mi?

— Soy Jacota. ¿No te acuerdas de mi? Nos conocíamos de pequeños. —Respondió, señalándose a sí mismo.

— No, no conozco a nadie con ese nombre. Buen intento. —Su expresión se mostró seria, dándole la espalda se alejó.

Has cambiado tanto, el Agoti que recuerdo jamás me daría la espalda, jamás le daría la espalda a un solitario chico que requería de una simple amistad.

Tú rechazo me dolió más que una misma puñalada, fuiste tan importante en mi vida, marcaste tantos cambios en mi infancia maldita que jamás pude superarte, pero ver tu falso afecto y tus promesas vacías me hizo sentir... Estúpido.

— ¿Conoces a este sujeto? —Preguntó Aldryx inmovilizando las manos de Jacota.

Con ilusión, espere que tu respuesta fuera afirmativa. Pasamos tanto tiempo juntos en nuestra niñez que era imposible que te hubieras olvidado de mi, ¿no recuerdas nuestros juegos? ¿Nuestras fotos juntos? ¿Las pijamadas a las que me invitabas cuando en mi hogar no se podían pasar buenos momentos?

— No, sácalo de aquí. —Respondió Agoti, con algo de desprecio en su mirada.

Decepcionado, volví a mi hogar, un lugar tan vacío como sentía mi pecho en ese momento, tu indiferencia destruyó lo único de humanidad que me quedaba, lo que me diste me lo arrebataste de un solo tiro.

Ni siquiera Aldryx me recordaba, ¿cómo personas así podían ser reconocidas en el mundo si eran personas tan... Falsas?

No mentiré, verte feliz me hago hervir la sangre, ¿cómo podías sonreír después de hacerme tanto daño?

— Tengo que admitir, que diste buena pelea. —Mencionó Endo, regenerando parte de su brazo tras recibir un ataque de Jacota.

Aturdido, podía simplemente percibir el aroma de la sangre que desprendían mis heridas, tratando de levantarme del suelo, pude sentir el peso y dolor que aplicaba el pie de ese robusto hombre sobre mi espalda.

— ¿Ultimas palabras, Agoti? —Preguntó Endo, apuntando su arma sobre la cabeza del débil muchacho a sus pies.

Ese maldito nombre, solo me traía dolor y sufrimiento, lo odio.

— No soy Agoti. —Respondió el de piel azulada, mientras sangre se escurría de su boca.

El silencio que brindó ese sujeto después de mis palabras me hizo pensar que se había acabado todo para mi, estaba muerto, y realmente ni siquiera me había vengado. Agoti solo me había traído problemas, ilusiones rotas e incluso un maldito cazarrecompensas que ahora imponía su fuerza sobre mi.

No tenía nada por lo cual luchar, mi única motivación era volverte a encontrar, Agoti. Y cómo ni siquiera podía tener eso, ¿Cuál era el sentido de seguir humillándome en este cruel mundo?