Obra original de DemonicHost
Capítulo cuarenta y siete
En algún momento estabas segura de que tenías la vida en mayor estima. Debe haberte importado lo que les pasó a los demás en algún momento porque sabías que no eras un monstruo despiadado. Pero sentiste muy poco al contemplar el hecho de que habías matado dos veces en un día. Dos veces. Y dejando a un lado los animales no sensibles, esa había sido la primera vez que matabas algo. Sabías que deberías haber sentido algo más profundo de lo que tenías, que eso sería correcto. Pero no lo hiciste. No sentiste casi nada mientras pensabas en los asesinatos que cometiste. Tal vez fue el hecho de que habían estado buscando destruir la Tierra (o eso dijo el negligente Kaio) lo que hizo que tus acciones no tuvieran consecuencias. O podría haber sido el hecho de que ninguna de sus víctimas parecía remotamente "humana". Pero sea lo que sea, no sentías culpa. Lo cual fue extraño porque te sentías culpable por no sentirte culpable. ¿Qué tan complicado era eso?
"Parece que hemos terminado aquí," dijo Vegeta en un tono brusco e infeliz.
"No," dijiste en voz baja. "Todavía está el rey demonio. De lo contrario, los otros dos permanecen como piedra."
Parecía que le habías dado a Vegeta un pequeño regalo cuando le dijiste que todavía quedaba una pelea por hacer. Sin embargo, Gohan y Goku parecían menos que emocionados. Y el supremo Kaio parecía estar a punto de desmayarse. Probablemente no podía manejar el hecho de que su comprensión del universo se hubiera alterado drásticamente tan rápido.
"Ah, pero eso significa que no tengo un turno," Gohan sonó tan decepcionado que no pudiste evitar reírte.
Su puchero era lindo de esa manera divertida. Especialmente cuando cruzó los brazos sobre el pecho. Era fácil ver su edad en su faceta. Y también estaba el hecho de que parecía que se le había negado su turno en un videojuego más que una lucha por la muerte potencial. Por otra parte, tal vez no entendiste muy bien lo que se sentía al no tener a alguien cerca para desafiarte. Luchar a su nivel sin duda sacudía las cosas, por lo que necesitaban encontrar una excusa para participar en ese nivel de destrucción.
"Hm, atrévete a derretir al rey demonio chico," ordenó prácticamente Vegeta. "Pensé que estos débiles podrían al menos ser entretenidos, pero hasta ahora no han sido más que una decepción. Tengo algo más importante en lo que perder el tiempo que estos rechazados."
"¿Qué podría ser más importante que los secuaces de Babidi?" Preguntó el supremo Kaio.
Nadie respondió eso verbalmente. Pero todos los ojos se volvieron hacia Goku. Dicho Saiyajin no parecía lo más sorprendido mientras Vegeta avanzaba. Los dos tenían una mirada intensa y por un momento te preguntaste si Vegeta y Goku tenían algo más. Aparte de la rivalidad, por supuesto.
"Sí, ¿por qué no?" Goku finalmente habló. "Me vendría bien un buen calentamiento antes de volver al otro mundo."
"Gran charla para un hombre que se dejó destruir," regresó Vegeta.
"Ya veremos Vegeta."
Tenías la sensación de que la pelea entre Vegeta y Goku iba a ser la del siglo. Casi todas las partes de ti querían ir a ver, pero también entendiste que no era un partido de espectadores. No querías interponerte entre ninguno de ellos. Es probable que termines en el lugar equivocado en el momento equivocado.
Además... razonaste que probablemente no deberías quedarte cerca de Goku mientras él estaba en el mundo vivo en caso de que te equivocaras. Todavía había mucho tiempo para arruinarlo mientras Goku estaba temporalmente vivo. Por mucho que te doliera saber que él no te reconocía, no estabas segura de si querías saber qué pasaría si lo hiciera. Si se acordaba y quería quedarse contigo, un día era demasiado corto. Si se acordaba y ya no te amaba, eso podría romperte. Era una mala situación por todos lados.
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DragonBall: Unforgotten (español)
FanfictionTu tiempo se estaba acabando o eso era lo que acordaron los doctores que viste. Pero un encuentro con Goku y un viaje por las esferas del dragón cambiarán tu vida para siempre. ¿Que es lo que tienen los hombres saiyajin que los hace tan inolvidables...