DragonBall: Unforgotten (español)

Capítulo 21

Recuerden que esta historia no me pertenece, solo se me acredita su traducción al español. La autora original es DemonicHost 😊

Capítulo veintiuno

Goku era increíble. No es que no lo creyeras antes de que se casara contigo, pero esto reafirmó después. No era una fiesta demasiado grande, pero era una cena de buen tamaño. Incluso te las arreglaste para comerte un plato normal de comida. Y eso estaba por encima del batido que habías bebido antes. Después de eso, Goku hizo algo que no esperabas.

Te entregó algunas gomitas vitamínicas. Fue difícil conseguir que tu sonrisa disminuyera después de eso. El hecho de que recordara un detalle tan pequeño de tu vida diaria era conmovedor.

Después de la cena, salió directamente al pabellón oscuro que componía la mayor parte del jardín del templo. Con el hecho de que todavía estabas atada a él, eso significaba que naturalmente tenías que seguirlo.

"Bien, así que vamos a empezar tu entrenamiento ahora."

Lo miraste y luego miraste el hermoso vestido que llevabas puesto. Y luego hiciste ese movimiento de nuevo. De repente te golpeaste con una especie de hostilidad que nunca pensaste que sentirías. Una ola de posesividad que nunca pensaste que podrías sentir sobre un objeto inanimado.

"Goku, te quiero, pero si me haces arruinar mi vestido de novia, te acabaré."

Tal como era. El vestido que llevabas puesto no era necesariamente lo que la mayoría de la gente llamaría un vestido de novia. Era más como uno de baile o un vestido de gala. Pero Kami tenía un maldito buen sentido del estilo, ve a figurar. Te hizo lucir genial y lo hizo en tu combinación de colores favorita.

Los ojos de Goku se abrieron de par en par ante ese sentimiento. Se rió nerviosamente mientras trataba de pensar en una solución. Miró tu vestido y tu cara un par de veces antes de averiguar exactamente qué hacer. Goku hizo un gesto para que te voltearás, él podía ayudarte a salir de tu vestido. Y lo miraste como si estuviera loco.

"Ah, vamos, solo somos nosotros cuatro en el mirador. Será una pérdida de tiempo si volvemos a la habitación solo para que te cambies. Además, tienes puestas tus cosas de ropa interior, ¿verdad?"

Por lo que sentías, en realidad tenías puesto un corsé bastante bonito y de apoyo. Por el hecho de que habías podido doblarte y sentarte fácilmente sin necesidad de ajustar tus movimientos, no era algo que realmente restringiera tus movimientos (mucho), pero sostenía tu pecho perfectamente levantado. Y coincidía con el escote del vestido para que no se notara por debajo. Kami era muy bueno creando cosas; te preguntaste vagamente si tenía mucha práctica creando ropa de mujer. Mientras lo considerabas, asintiste y finalmente te accediste a su petición. Incluso las mangas se hicieron para que pudieras salir de ellas.

Así que te quedaste allí un momento mientras Goku inclinaba la cabeza, mirando la ropa interior que Kami había diseñado para ti. Sonrió mientras tu cara se iluminaba como un semáforo. Te quejaste en voz baja cuando la vergüenza empeoró aún más cuando viste que estaba sacando primero la parte superior de su cinturón. Pero no parecía estar de humor para quitárselo por completo, e incluso dejó el azul escondido justo donde estaba. Empezaste a interrogarlo cuando lo viste rasgar la parte superior naranja del gi justo en el medio, creando más una cosa de abrigo en lugar de una camisa. Goku se quitó esto de uno de los hombros para que pudiera revertirse fácilmente y ponerlo sobre ti sin tener que molestar el cordón rojo con el que Kami te ató a ti y a él.

Lo que significaba que lo llevabas puesto de adentro hacia afuera, pero bueno, eso no estaba tan mal. Sabías, al menos, que era fresco, así que no te preocupabas por el sudor ni nada. Te sentiste mal de que arruinara una de sus camisas, pero eso fue todo. El hecho de que tuviera su calor corporal era agradable y de alguna manera te mantuvo bastante caliente en comparación con solo caminar en ropa interior. Y aunque no fue tan largo para ti, a pesar de que se las arregló para atarlo cerrado con la mitad del cinturón de tela azul (que fue lo siguiente que rompió por la mitad, haciéndolo la mitad de ancho para ambos), simplemente cubrió pasando tu trasero. Realmente no había mucho más que realmente pudieras pedir dada la situación. Bueno, podrías, pero...eh. No lo hiciste. Solo tomó un momento más mientras doblaste el vestido que se había dejado caer ceremoniosamente al suelo y lo metiste en una esquina segura.