La promesa III - Capítulo 44

255 12 1
                                    

Al oír su nombre levanté rápidamente mi cabeza, sabía que detrás de todo esto estaba él, pero quería estar mal, quería estar equivocada, ahora al ver y confirmar al cien por ciento que se trataba de él y tenerlo aquí en frente, me daban ganas de querer matarme. Podría hacerlo con lo que sea que encuentre en este cuarto, a decir verdad no necesitaba nada, solo morder mi lengua hasta arrancarmela y tragarmela, así moriría ahogada, tenía ganas de hacerlo, el tener a Luciano parado frente a mi me daban ganas de querer arrancarme los ojos, y de paso matarlo.

—¿Qué pasa, ____? ¿Te comieron la lengua los gatos?

"Ojala" pensé—¿Qué quieres de mi?
Cuestione.

Soltó un pequeño suspiro y sonrió—De ti nada... ¿Qué podrías darme tú?

"Maldito estúpido" pensé—Entonces... ¿Por qué me tienes aquí?

Aun sonriendo y mirándome fijamente a los ojos se acercó a mi—La verdadera pregunta es ¿Qué puedo sacar contigo?

Era obvio que conmigo en su poder podría manipular y meter miedo a Alessandro, podría hacerle lo que sea y él no le negaría nada. Teniendome a mi podría eliminarlo fácilmente del mundo y... realmente eso me asustaba, temía por él, de verdad que preferiría no haber recibido esa beca, no haberla aceptado, no haberme mudado a Corea, no haberme graduado, no haber conocido a Jimin, no haber nacido, no quería existir en ese momento, no quería saber nada de mi existencia. Me odiaba a mi misma desde lo más profundo de mi, de verdad me odiaba tanto.

—Escucha, ____. No quiero hacerte daño, yo no soy una mala persona...—solté una pequeña carcajada y él me miró enseguida totalmente serio y confundido—¿Qué da risa?
Preguntó.

Sonreí y lo vi sinicamente—¿Cómo que no eres una mala persona? ¿Acaso crees que no te conozco? Mierda de verdad vives bajo una roca.

Luciano aparto su mirada por un segundo, soltó una pequeña carcajada y volvió a mirarme.—Yo no quiero ser una mala persona contigo, pero si sigues comportándote de esa manera no me quedara de otra, maldita zorra.

La habitación se quedó en un completo silencio, estaba aterrada, no sabia que podía pasarme a mi o a Hye, y un poco a Alessandro... no es mi persona favorita en estos momentos pero... le tengo un cariño inmenso, en pocas palabras... lo amo lastimosamente, o no lo sé... estoy realmente jodida que no sé qué pensar, que hacer o que sentir, pero lo único que estoy segura de lo que siento es miedo, un miedo muy grande, constantemente entra una calentura a mi cuerpo y la piel se me eriza, tengo demasiada calor aunque el cuarto en donde me encuentraba estaba fresco.

—Perdón...—habló Luaciano cabizbajo—no debí de haberte llamado de esa manera...—levanto su mirada, parecía molesto ahora—mira, mi problema no es contigo, y... demonios, si que haz sufrido bastante, mujer...—lo mire extrañada, ¿Qué rayos acababa de decir este mal parido de mierda?... bueno, aunque tenía mucha razón—así que... no quiero hacerte más daño ni hacerte sufrir, pero espero que entiendas que me eres de muchísima ayuda teniendote aquí, ¿verdad?

Lo seguia viendo extrañada, tal ves mi apariencia era horrible y a eso se refería con "sé que haz sufrido mucho" pero de todos modos le pregunté—¿A qué te refieres con que "he sufrido mucho?

Volvió a soltar una risa juguetona, de verdad estaba empezando a molestarme eso—Niña, yo sé demasiado de ti... en resumen... todos te mienten.—una sonrisa se formó en su rostro mientras me veía—¿No es así?

Realmente y lastimosa mente tenía razón, pero no le respondí, solo desie la mirada volteando los ojos.

—Nadie debería pasar lo que estás pasando, niña.—me sorprendió lo que dijo así que regrese mi mirada a la suya—No soy tan malo como crees, no soy la persona que tu crees y tampoco tengo intenciones de hacerte daño. Tengo madre, tengo hermanas, y odio de verdad cuando alguien le levanta la mano a una mujer.

Lo eres todo [Jimin y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora