Lo eres todo [Jimin y Tu]

La promesa I - Capitulo 42

Capitulo 42 - La promesa 'parte 1'

_____

No sabía que hacer, así que simplemente me quedé ahí parada mirándolo con cara de tonta, él me acariciaba la mejilla, después pasaba su dedo pulgar por mis labios, mi nariz, mis cejas, y lo hacía constantemente... empecé a sentir lo tenso que él estaba, lo ¿asustado que estaba?, ¿estaba asustado?, su mirada me preocupaba, era como si estuviera recordando cada momento que pasamos juntos mientras me veía, sentía que si le hablaba en ese mismo instante él no me prestaría atención, escucharía mi voz, pero jamás sabría que le dije, así que quise probar...

—Alessandro.—pronuncie su nombre y como me lo espere, no obtuve ninguna respuesta de su parte.

Empezo a acercar sus labios a los míos, yo sabía lo que iba a hacer así que moví ligeramente mi mirada a un lado, evitando que sus labios tocaran los míos, cuando hice eso él no hizo nada por unos segundos, después solo beso mi mejilla, me tomo fuertemente de la cintura pegandome a él y recargando su frente con la mía, beso varias veces mi cabeza y me abrazaba fuerte, me empecé a asustar así que lo aleje de mi—¿Qué pasa?.—cuestione.

Él me miró a los ojos y me dió una sonrisa triste—Te amo como no te imaginas... Y siempre te amare de esa manera.

—Alessandro.—repeti su nombre aun más asustada...

—No tienes permitido salir de tu habitación hasta que yo lo ordene.

—¿Qué?—pregunte confundida.

Él se acercó al balcón, saco del bolsillo izquierdo de su pantalón su celular, hizo algo con él y la cortina de seguridad del balcón empezó a bajar, estaba totalmente confundida, no sabía que estaba pasando, Alessandro realmente me confunde.

—¿Qué haces?—por milésima vez volví a preguntar pero no obtenía respuesta de su parte, me ignoraba totalmente.—¡Alessandro!

Él se giró hacia mi mientras daba unos cuantos pasos para quedar justo de frente.—Escuchame _____, esto no es un juego, estamos en peligro, vas a estar más segura aquí encerrada.

—¿Qué?—mis ojos se abrían lo máximo que podían.

—Luciano è arrabbiato.
Luciano está enfadado.

—¿Qué?—no sé cuántas veces he preguntado lo mismo en lo que va de la noche, mi pecho duele, es como si me lo apretaran, siento dificultad de respirar, una de las razones por las que no quería acercarme a Alessandro cuando me di cuenta a que se dedicaba... era esta, el peligro que corre él y su gente.

Luciano es el hijo de un mafioso poderoso de Polonia, heredero a todo el 'imperio' que ha construido su padre junto a su abuelo, la familia de Luciano siempre ha tenido conflictos con la familia de Alessandro, han tenido varios choques por años y a lo que Alessandro me contó... no es una familia con la que le gustaría enfrentarse, los choques que han tenido entre si han sido pequeños, unos cuantos un poco subidos de tonos, pero se arreglaban casi de inmediato pues a ninguna de las dos familias les convenía iniciar una guerra, ahora que el abuelo de Luciano falleció y su padre le está pasando todo... Él ha buscado hasta la más mínima cosa para poder pelear con Alessandro, pero Alessandro no es tonto y se estaba cuidando y lo estaba logrando, hasta ahora...

—Pero... ¿P-por qué? ¿Qué ha pasado? ¿Qué hiciste?—preguntaba histéricamente, hace ya tiempo que no sentía el miedo que estaba sintiendo en ese momento... El cuerpo me hormigeaba, no podía coordinar bien mis palabras, a mi mente venían miles de escenarios desagradables y eso no me ayudaba nada a calmarme.

—Tranquila, tranquila, necesito que te calmes—dijo tomándome por los hombros y masajeandolos, no sé cómo podía controlarse, sabía que él estaba igual de asustado que yo, pero una gran diferencia entre Alessandro y yo es que él sabe controlar sus emociones, eso lo ayuda a pensar bien y tomar el control de la situación—uno de los proveedores confundió las cantidades y puso un tanque más de cocaína en nuestro barco, Luciano había pedido exactamente un tanque más pero por error tenía un tanque menos, cuando se enteró pensó que se lo habían robado y no tardó en inculparnos.