Se sentía cansada, ahora las noches sin dormir, llenas de terror y miedo eran cada vez más.
Era plena mañana, se encontraba en el salón esperando a que Rower llegara para la firma del contrato. El Conde se habían despedido de ella cuando había bajado a desayunar, ya que iba a la iglesia en busca de información de lo que habían estado hablando el día anterior.
-Señorita, me acaban de avisar que el carruaje del duque está entrando a los predios de la mansión.
-De acuerdo- Se puso de pie y caminó hasta la puerta principal, pensó en esperarlo para darle la bienvenida, estaba bajando las escaleras cuando lo vio entrar.
-Es un gusto verla Señorita Rouse- se acercó a ella con su paso firme
-Digo lo mismo Duque Van Helssen- se sentía bien el verlo después de tantos días.
-¿Se encuentra bien?- alzó su mano llevándola al rostro de la peliblanca tocando suavemente la zona debajo de su ojo.
-Sí, solo no he podido dormir bien últimamente- el rose le había causado una sensación extraña.
-Espero que no sea nada grave...
-Sí, no tiene de qué preocuparse - comenzaron a caminar en dirección al salón- ¿Qué tal han ido las reuniones con los emperadores?
-Nada fuera de lo normal, solo son juntas para ponerse al día de las innovaciones de cada reino. Es fastidioso escuchar alardear a cada uno- se veía agotado.
Siguieron hablando mientras caminaban hasta llegar al salón, ambos entraron y tomaron asiento frente a frente. Momentos después entró Blair con una bandeja con aperitivos y té, se marchó al instante.
-Tengo aquí el contrato - le entregó el manojo de hojas para que las revisar.
-Sí no le importa me gustaría leerlo antes de firmarlo- comenzó a revisarlo.
-Claro que no me importa, me tomé la libertad de leerlo antes de que viniera.
Rower comenzó a leer atentamente, cuando terminó alzó la vista- Veo que está todo en orden. Sí todavía no se arrepiente creo que es momento de firmar- una pequeña sonrisa apareció en él.
-Sí, aún no me he arrepentido- dejó salir una risita.
-Bien ¿Le gustaría firmar primero?
-¿Cambia en algo el orden?
-No, nada de nada- negó con la cabeza.
-Entonces no importa, puede firmar primero si quiere.
-Como desee - tomó la pluma remojándola en tinta para así dar su firma en el papel, luego de ello giró la hoja sobre la mesa.
Estaba ansiosa, tenía frente a ella una posible salvación o una larga condena. Había tenido largos días para arrepentirse pero en ninguno de ellos se le cruzó por la cabeza hacerlo. Tomó la pluma para escribir su nombre junto al de Rower. Estaba hecho, tenía un pie puesto en el altar junto al hombre frente a ella.
- Bien, ahora solo hay que esperar que se seque para sellarlo- sentía como las mejillas le quemaban.
-En realidad hay algo más- se puso de pie y caminó a su lado, su semblante serio y pose firme habían regresado.
-¿Algo más?- su repentina cercanía la había puesto nerviosa, más aún cuando lo vio ponerse de rodillas frente a ella, no sabía qué hacer.
-Sí, sé que las circunstancias de nuestro matrimonio no son las mejores, y se que si hubiera otra forma de mantenerte a salvo no estaríamos haciendo esto. Por eso quiero que sea lo más genuino posible para ambos- sacó una caja aterciopelada de su saco, al abrirla había un anillo en su interior- Espero que puedas aceptarlo.
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La Dama Maldita
РазноеSemanas, meses e incluso años transcurrían mientras ella permanecía confinada en la torre de la mansión del Conde Beckham, su padre. Los años pasaron sin que ella pudiese conocer lo que la rodeaba, lo que conocía se limitaba al conocimiento de los l...