Mí adorada Rouse...
Espero que hayas crecido adecuadamente, que seas la mujer que siempre deseé que fueras, tan fuerte, inteligente, dulce y hermosa como las flores. Espero que Blair te haya educado y cuidado de ti como se lo pedí, es la única persona en la que confío que lo hará debidamente.
Estoy tan feliz de que vayas a nacer, pero escribo esta carta con el corazón entre las manos. Tengo miedo de lo que pueda pasar en el futuro, en el cual no podré acompañarte, lo siento hija mía por no poder quedarme a tu lado. Le estoy dejando una gran responsabilidad a tu padre, sé que jamás podrá perdonarme por ello, también sé que no podrá hacerse cargo de ti por sí mismo, es mi culpa por esconder esto de él. Jamás pude serle sincera por el temor que sentía. Soy una cobarde, en vez de hablar directamente con él preferí escribir estas cartas, no podría enfrentarlo, no tengo el valor suficiente para hacerlo.
Hace muchos años tuve una visión durante el día estando despierta, cuando esto sucede es signo de mal presagio. En ella fui capaz de ver cómo fallecía al dar a luz, presencié mi propia muerte, estaba asustada, le temía a la muerte. Todo cambió luego de conocer a tu padre, perdí el miedo, porqué sí era con él no me importaba el hecho de morir al dar a luz a nuestra hija... Logré ver cómo alumbraba a una niña sana, eso me dejó en paz, me dolía tanto el hecho de tener que dejarte.
Me habría quedado tranquila si esa hubiera sido la única visión de mal presagio que hubiese tenido, no quería aceptar lo que había visto. Hija mía por lo que más quieras no te acerques a los altos mandos del Reino, mantente lejos, pasa lo más desapercibida que puedas, y ten aún más cuidado con el Emperador. Nuestro gobernador es un hombre despiadado que se oculta detrás de un perfil benevolente y justo, no te dejes engañar por él, es un ser que se alimenta de la desesperación de los demás.
En un comienzo el Emperador no aceptaba mi matrimonio con tu padre, comprendí que lo aceptó en busca de que diera a luz a un hijo, lo entendí tiempo después de saber que estaba embarazada al tener mi segunda predicción. En ella vi como te arrebataba de los brazos de Thomas en tu primer año de vida, te mantuvo encerrada y continuamente eras torturada... fue así hasta el día de tu muerte. No quiero que por nada del mundo tengas ese futuro, por eso el día antes de mi muerte decidí escribir estas cartas.
No estoy segura del porqué de la obsesión del Emperador hacia ti, pero probablemente sea porque eres mi hija, los niños nacidos de las proclamadas "Santas", en algunos casos son capaces de heredar el don contrario a su progenitora, sí es así, hay posibilidades de que tengas varios dones, entre ellos tal vez seas capaz de ver el pasado de las personas.
No culpes a tu padre por mis decisiones, sé que no podrás perdonarnos por arrebatarte tanto y darte tan poco, pero si esta era la única forma de salvarte de ese destino, sinceramente no me arrepiento de haber decidido hacerlo. En mi otra carta le pedí a Thomas que te mantuviera oculta en la antigua Torre que estaba detrás de la mansión. Le conté lo que había visto y lo que podía llegar a pasar si no hacíamos algo de inmediato. Lo único que se me ocurrió para que te dejarán en paz definitivamente era fingir tu muerte al nacer, creo que esto será mejor que te lo explique tu padre, después de todo, yo ya no estaré para ese momento.
Sé que no me daría todo el papel y la tinta que hay en el mundo para pedirte disculpas por todo, no espero que nos perdones, tampoco que no nos odies, solo espero que puedas entender que como tus padres solo quisimos lo mejor para ti, aunque no lo hiciéramos de la mejor manera.
Te amo y jamás dejaré de hacerlo, Lo siento tanto Rouse...
Con amor, Mamá.
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La Dama Maldita
CasualeSemanas, meses e incluso años transcurrían mientras ella permanecía confinada en la torre de la mansión del Conde Beckham, su padre. Los años pasaron sin que ella pudiese conocer lo que la rodeaba, lo que conocía se limitaba al conocimiento de los l...