Cap 30: Violetas

30 5 0
                                    

Cuatro días habían pasado desde que habían salido de la capital y tres desde que habían cruzado la frontera. Tenía que admitir que estaba cansada, últimamente siempre lo estaba, pero era buena para esconderlo.

El viaje era entretenido, pasaba horas sentada dentro del carruaje hablando con Blair, había momentos en que cabalgaba junto a Rower e incluso en algunos momentos la dejó a ella sola sobre Stallion mientras él llevaba las riendas a un lado. Le prometió que cuando llegaran al ducado le enseñaría a montar, algo que la había dejado encantada.

Cuando llegaba la noche los caballeros armaban las tiendas de campaña para dormir, se había negado a que hicieran una para ella sola. No tenía problema de dormir en una misma tienda con las demás mucamas que los acompañaban, después de haber hablado con ellas había podido entablar una rápida amistad, comenzaba a darse cuenta que era buena haciendo amigas.

El quinto día del viaje había llegado, llevaba horas sentada en el carruaje, sus piernas estaban acalambradas y el hambre comenzaba a hacerse presente. Para suerte suya luego de una hora más decidieron detenerse para almorzar, se bajó de la caja que la mantenía encerrada buscando estirar las piernas.

-¿Te encuentras bien?- la voz grave que conocía muy bien le habló.

Se volteó para verlo- Sí, solo algo entumecida.

-¿Te gustaría caminar un poco?- caminó hasta estar a su lado

-¿Podemos?

-Sí, mientras todos comen- le extendió la mano

Le correspondió al extender la suya -Si, me encantaría

Comenzaron a andar por el camino que les esperaba recorrer más adelante junto a la caravana, hacía un día soleado bastante caluroso, llevaba puesto un vestido simple y cómodo para su suerte, en el caso de Rower tenía puesta una camisa blanca, unos pantalones negros y unas botas de montar grises que le quedaban realmente bien.

-¿Cuánto falta para llegar?- preguntó para sacar tema de conversación

-Alrededor de cuatro días más, pero si continuamos como vamos probablemente lleguemos en tres- le contestó mientras miraba al frente

-¿Por qué no hemos pasado por ninguna ciudad o pueblo?

-¿Querías pasar por alguna?- la miró a los ojos

-No, no solo tenía curiosidad- sacudió su cabeza en forma de negación

-Tomamos el camino más corto, si pasáramos las ciudades del imperio nos tomaría más de 20 días llegar

-Mejor el camino corto- dejó salir una risa, volvió su vista al frente, al hacerlo vio como a un lado del camino había un grupo de flores de tonos violetas creciendo. Se separó de Rower para acercarse a ellas.

-¿Violetas?- Rower se puso a su lado.

-Sí, pero es raro que crezcan al lado del camino- se agachó para verlas

-A la antigua Duquesa le gustaban mucho- habló con un tono suave.

Quería saber sobre su familia, desde hace días se aguantaba las ganas de preguntar y la curiosidad comenzaba a matarla, pero no lo hizo, no era el momento.

-¡Rower, estamos listos para continuar!- la voz de Roy se escuchó a la distancia

-¡De acuerdo, en un momento regresamos!- se dio la vuelta para contestarle.

Fue un segundo, un instante en que Rower apartó la vista fue suficiente. Desde su sombra comenzaron a emerger largas manos, taparon su boca, sus ojos, sujetaron sus manos para luego comenzar a engullir su cuerpo, hasta no dejar rastro alguno de ella.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 04 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Dama MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora