P.O.V BLAIR
Los rayos de luz atravesaban las delgadas cortinas de las ventanas, era hora de despertar. Con pereza se levantó de su cama, se alistó y como cada mañana salió de su recamara para dirigirse a la habitación de su Señorita. Caminaba despacio por los pasillos de la mansión, había estado preocupada por el estado de Rouse, ya que se había quedado en cama durante dos día completo por el cansancio. No podía creer que no le hubiese contado que no dormía nada de nada por las noches desde que había salido de la torre.
Se quedó hecha de piedra cuando giró en la esquina del pasillo y vio los cuerpos de ambos caballeros tirados en el suelo bañados en sangre, sin importarle sus estados entró en la habitación de su Señorita para así encontrarla completamente desordenada y sin ningún rastro de ella. El miedo la invadió, las lágrimas subieron a sus ojos, y como si no tuviera 60 años salió corriendo de allí a la recamara de Thomas. Al llegar le importó muy poco el abrir las puertas sin antes llamar, su amigo por suerte estaba levantado y vestido.
-¿Qué sucede Blair?- su tono era serio, probablemente leyó la preocupación en su rostro.
-¡Es Rouse, no está en su habitación y los guardias están muertos!
El Conde palideció al escuchar sus palabras, salió de inmediato de allí sin importarle nada y ella a su lado- Envía a alguien a la residencia del Duque, avísale lo que sucedió.
-De inmediato- se separaron, él fue en busca de los caballeros y ella de un mensajero.
Tiempo después había enviado a alguien con una carta para el Duque contándole lo que había pasado, estaba desesperada, sus manos temblaban al pensar lo que le podrían llegar a hacer a su Señorita. Solo quedaba esperar a que él llegara, salió corriendo en busca de Thomas para saber si habían encontrado algún indicio de lo que había pasado. Llegó al jardín donde estaba dando órdenes a los caballeros para que comenzaran a buscar por los recintos de la mansión, se veía horrible, estaba pálido, tenía los ojos rojos y el rostro lleno de preocupación.
-Blair, ¿Enviaste a alguien?- se acercó a ella apresurado.
-Sí, ya está en camino- lo escuchó suspirar.
Las próximas dos horas fueron de las más largas de sus vida, no se había sentido de esta forma desde la muerte de Diana, temía que algo realmente malo le pasara a Rouse, no podría vivir si le pasara algo. El tiempo se descongeló cuando vio llegar al Duque junto a dos, tres decenas de caballeros, se veía realmente preocupado y furioso, probablemente si los guardias estuvieran vivos él se encargaría de matarlos.
-Blair, ¿Qué fue lo que pasó?- Rower llegó a su lado a paso apresurado, su tono no dejaba oír más que desesperación.
-No lo sé, cuando fui al amanecer a ver a la Señorita me encontré con ambos guardias muertos en la puerta y la habitación estaba totalmente desordenada- trató de explicarle lo que había visto.
-Duque- Thomas apareció al verlo- Le agradezco que haya llegado tan rápido.
-¿Encontraron algo? Algún indicio o algo.
-Nada- negó con la cabeza- Creemos que luego de llevarse a Rouse de su habitación salieron por la puerta de servicio más cercana, que es esa de allí- señaló la puerta a unos metros de ellos- Así que pensamos que debieron de cruzar el jardín y adentrarse al bosque, los caballeros están buscando algún rastro.
-Entendido, le ordenaré al resto que haga lo mismo- se dio la vuelta para ir a hablar con sus soldados.
P.O.V ROWER
La furia lo abrumaba, cuando encontrara a los responsables los haría pagar con sus vidas. Se acercó al escuadrón que había traído con él para darle la orden de que comenzaran a buscar cualquier rastro en la parte noreste del bosque. Roy se acercó a él.
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La Dama Maldita
De TodoSemanas, meses e incluso años transcurrían mientras ella permanecía confinada en la torre de la mansión del Conde Beckham, su padre. Los años pasaron sin que ella pudiese conocer lo que la rodeaba, lo que conocía se limitaba al conocimiento de los l...