Capítulo 14. Misma página

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Mauro

30 de julio del 2029

Arreglo mi cabello frente al espejo y me coloco la gabardina negra, luego guardo mi billetera y el celular.

—¡Willow!— grito mientras salgo de la habitación, ella corre hasta detenerse frente a mí, me observa a través de sus pestañas y rasca su pequeña nariz.

—¿Si papi?

—Vamos a la casa de Emanuel.

—¿Para qué?

—Solo vamos, te lo había dicho.

—Tú no dijiste nada, ¡Pero vamos!

Corre a su habitación y la sigo, al entrar me encuentro con Sabrina arreglando las cosas de Willow.

—¿Van a ir a la casa de Emanuel? ¿No estoy invitada a eso?

—No sé.

—Es una salida de amigos — respondo, Sabrina sonríe y agarra a Willow para abrigarla.

—Ya veo.

—Yo voy a jugar con Aitana

—Y yo iré con Mar para comprar ropa.

—¿Es para su bebé?— interroga Willow y Sabrina asiente.

—Bueno, vamos.

—¡Vamos!

Agarro su pequeña mano y dejo un beso rápido en los labios de Sabrina sacándole una sonrisa.

—Adiós mami.

—Adiós cielo.

Willow y yo salimos de la habitación y luego de la casa, al bajar ya el auto que nos llevará está ahí. Necesito respuestas, a eso, voy junto a Emanuel, por respuestas.

******

Willow sacude nuestras manos mientras esperamos a que Emanuel abra la puerta, es raro que se encuentre en su casa, después de todo es lunes.

—No abre— murmura Willow lo evidente, golpeo otra vez y segundos luego la puerta se abre, hago una mueca al ver a un Emanuel adormilado.

—Hola...

—¿Llegamos en un mal momento?

—No.

—¡Tío!— suelta mi mano y lo abraza, él sonriendo la carga y se hace a un lado dejándonos pasar.

—¿Cómo está la pequeña Willow?

—¡Muy buen! ¿Y Aitana?

—Viendo la tele.

La deja en el piso y va corriendo en busca de su prima, Emanuel me observa y yo respiro hondo.

—Necesito hablar contigo.

—¿De qué? ¿Discutiste otra vez con Sabrina?

Camina hacia la cocina y lo sigo.

—¿Nosotros éramos mejores amigos?

Se detiene en seco y me observa con indignación.

—¿Era? ¿Me estás diciendo que pasé toda mi vida escuchándote babear por Sabrina solo para que ahora me gane el título de «era»? ¡Yo debería ser llamado tu hermano!

Parpadeo con sorpresa, no sabía que eso podía indignarlo tanto.

—Bueno... ¿Lo éramos?

Abre y cierra la boca, con la mirada lo insto a seguir, pero suelta una risa.

Querido amor de mi vida [libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora