Capítulo 21. De cero

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«Relleno con finos trazos el dibujo, es evidente la evolución en mis dibujos, cosa que, me emociona de sobremanera. He mejorado muchísimo. Voy ahora a los labios y hago los últimos detalles. Sabi, deseo tanto que sea algo más que mi mejor amiga, desde que nos besamos hace algunos meses, deseo volver a hacerlo, aunque bueno, ese deseo está presente desde hacía años, pero ahora que sé cómo son las texturas de sus labios, cómo me hace sentir y lo maravilloso que fue, necesito repetirlo.

—¡Mauro! ¡¿Puedes venir por favor?!

Cierro el diario y dejo el bolígrafo sobre esta, bajo las escaleras y conociendo a mamá sé que está en la cocina. Masajeo mis adoloridos dedos por el camino, al llegar la encuentro sacando del horno lo que parece ser pastel de chocolate. Debería llevarle un poco a Sabi.

—¿Necesitas algo?

Me observa y asiente.

—¿Podrías ir al supermercado, por favor? Necesito crema para decorar el pastel y olvidé comprarlo.

—Claro.

Me sonríe y extiende el dinero, lo recibo y camino hacia la puerta principal. Antes de salir me pongo el abrigo, últimamente ha estado refrescando, nos adentramos al invierno. Abro la puerta y frunzo el ceño al ver a alguien sentada frente a esta.

—No te van a rechazar Sabrina, te tienen cariño. Mauri es tu mejor amigo. Uno al que besaste, pero un amigo después de todo—mi sonrisa es grande, empiezo a sentir los fuertes y rápidos latidos de mi corazón, es común que eso pase cuando estoy con Sabrina—. No quiero volver a casa...

—¿Por qué?— se sobresalta y me observa con sus preciosos ojos, los cuales mantiene muy abiertos.

—M-mauri... ¿Qué tal?

Cierro la puerta atrás de mí y me acerco, ella traga grueso y se pone de pie.

—¿Por qué te rechazaríamos?

—Mmm... Es que... ¿A dónde vas?

—Al supermercado, ¿me acompañas?

—Vamos.

Baja los dos escalones y la sigo, avanzamos por el vecindario y la noto muy nerviosa.

—¿Qué ocurre Sabi?

Muerde su labio inferior y coloca un mechón de su cabello tras su oreja.

—Yo... Escapé de casa.

Detengo mis pies sobre el piso y ella asiente, su barbilla tiembla un poco y sus bonitos ojos se llenan de lágrimas.

—Sabi... ¿Por qué? ¿Qué ocurrió?

—Mis papás peleaban por mi culpa, Matías no está y me sentía tan mal que decidí venir a verte.

—¿Y Mar?

—A ti Mauro, quería verte a ti.

Asiento y la envuelvo en mis brazos, me duele escuchar como solloza, sus manos se aferran a mi abrigo. Detesto tanto cuando los padres de Sabrina son así.

—¿Por qué pelearon?

—Porque quería un material para hacer un álbum, pero mamá empezó a decir que solo malgastaba dinero y papá dijo que si yo quería gastar lo iba a hacer. Creo que dijo eso solo para molestarla porque él siempre me hace trabajar para conseguir el dinero.

Acaricio su cabello y respiro hondo. No es un ambiente sano, en lo absoluto.

—No es culpa tuya am... Sabi, el que ellos tengan problemas en su matrimonio no es por ti, ¿está bien?

Querido amor de mi vida [libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora