04 de agosto del 2029
Está sonriente, es increíble lo emocionada que está por esta reunión, supongo que cuando se entere de que esta es la última se sentirá mal.
-¿Qué es lo que quieres saber primero?
-Megan, ¿por qué quieres que seamos amigos?
-Para recordar años anteriores. Nosotros pasamos por mucho siendo amigos y confieso que te extrañé bastante, ¿por qué no podemos serlo otra vez? ¿Sabrina te lo prohíbe?
-No la metas en esto.
-Entonces dame una buena razón.
-No te conozco de nada, eres una total desconocida para mí, no hay fotos de nosotros dos y si escribí algo de ti fue diciendo que eras una mala persona. Mi hija no se sienta cómoda contigo y no pienso hacerla pasar un mal rato. Todos, absolutamente todos, me dicen que eres una mala persona y que no confíe en nada de lo que de ti provenga, ¿crees que soy capaz de confiar en ti luego de todo eso?
-Están lavándote el cerebro.
-Claro, porque todos tienen mucho tiempo libre para ponerse de acuerdo en algo-respiro hondo-. No tengo nada en contra de ti Megan y no busco una amistad porque, lo repito, no te conozco de nada y no me apetece ser amigo tuyo, si en el pasado lo fuimos que se quede ahí, en el pasado.
No dice nada y se limita a observarme.
-No me busques más, realmente no quiero nada contigo, es mejor que cada uno esté por su lado.
-Entiendo.
-Perfecto.
Dejo un billete sobre la mesa y me pongo de pie.
-Adiós, que tengas una bonita tarde.
Sin esperar respuestas me voy, la cafetería está en el centro comercial, así que aprovecho y entro a algunas tiendas para mirar algunas cosas.
-¡Mauro!- observo y sonrío al ver a Mar caminando en varias zancadas hasta llegar a mí.
-Marlene, ¿cómo estás?
-Agotada- básicamente me lanza todas sus compras y abre una botella de agua.
-¿Qué estabas comprando?
-Ropa para mi bebé y para mí.
-Ya veo.
-¿Qué haces tú aquí?
-Vine a reunirme con alguien y, ya que la reunión acabó pensé en comprarle algo a Willow.
-Vamos, te acompaño.
-¿No estás agotada?
-Sí, mi barriga pesa mucho, pero no importa.
-¿Qué te parece si comemos algo? Descansa y luego seguimos.
Lo reflexiona unos segundos y accede.
-Vamos, tengo mucha hambre de lasaña.
Sonrío y asiento, empezamos a caminar hacia un restaurante en el área de comidas, ella se sienta en el primero que ve.
-¿Qué pensabas comprarle a la pequeña remolino?
-No lo sé, estaba mirando las opciones.
-¿Dónde está ella?
-Con Oliver.
Asiente y cuando el mesero llega los dos ordenamos. Al quedar los dos solos vuelve a beber de su agua.
-¿Con quién te reuniste?
-Megan.
-Ya, ¿intentó lavarte el cerebro otra vez?
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Querido amor de mi vida [libro #2]
Romance«Guardamos nuestro amor en una fotografía » ***** Sabrina continuó con su vida cómo pudo, poco a poco cumpliendo sus metas, pero tres años después de aquel fatídico día Mauro despierta, pero ya nada es igual, muchísimas cosas cambiaron. Sabrina está...