Capítulo 16. Pesadillas

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04 de agosto del 2029

Está sonriente, es increíble lo emocionada que está por esta reunión, supongo que cuando se entere de que esta es la última se sentirá mal.

-¿Qué es lo que quieres saber primero?

-Megan, ¿por qué quieres que seamos amigos?

-Para recordar años anteriores. Nosotros pasamos por mucho siendo amigos y confieso que te extrañé bastante, ¿por qué no podemos serlo otra vez? ¿Sabrina te lo prohíbe?

-No la metas en esto.

-Entonces dame una buena razón.

-No te conozco de nada, eres una total desconocida para mí, no hay fotos de nosotros dos y si escribí algo de ti fue diciendo que eras una mala persona. Mi hija no se sienta cómoda contigo y no pienso hacerla pasar un mal rato. Todos, absolutamente todos, me dicen que eres una mala persona y que no confíe en nada de lo que de ti provenga, ¿crees que soy capaz de confiar en ti luego de todo eso?

-Están lavándote el cerebro.

-Claro, porque todos tienen mucho tiempo libre para ponerse de acuerdo en algo-respiro hondo-. No tengo nada en contra de ti Megan y no busco una amistad porque, lo repito, no te conozco de nada y no me apetece ser amigo tuyo, si en el pasado lo fuimos que se quede ahí, en el pasado.

No dice nada y se limita a observarme.

-No me busques más, realmente no quiero nada contigo, es mejor que cada uno esté por su lado.

-Entiendo.

-Perfecto.

Dejo un billete sobre la mesa y me pongo de pie.

-Adiós, que tengas una bonita tarde.

Sin esperar respuestas me voy, la cafetería está en el centro comercial, así que aprovecho y entro a algunas tiendas para mirar algunas cosas.

-¡Mauro!- observo y sonrío al ver a Mar caminando en varias zancadas hasta llegar a mí.

-Marlene, ¿cómo estás?

-Agotada- básicamente me lanza todas sus compras y abre una botella de agua.

-¿Qué estabas comprando?

-Ropa para mi bebé y para mí.

-Ya veo.

-¿Qué haces tú aquí?

-Vine a reunirme con alguien y, ya que la reunión acabó pensé en comprarle algo a Willow.

-Vamos, te acompaño.

-¿No estás agotada?

-Sí, mi barriga pesa mucho, pero no importa.

-¿Qué te parece si comemos algo? Descansa y luego seguimos.

Lo reflexiona unos segundos y accede.

-Vamos, tengo mucha hambre de lasaña.

Sonrío y asiento, empezamos a caminar hacia un restaurante en el área de comidas, ella se sienta en el primero que ve.

-¿Qué pensabas comprarle a la pequeña remolino?

-No lo sé, estaba mirando las opciones.

-¿Dónde está ella?

-Con Oliver.

Asiente y cuando el mesero llega los dos ordenamos. Al quedar los dos solos vuelve a beber de su agua.

-¿Con quién te reuniste?

-Megan.

-Ya, ¿intentó lavarte el cerebro otra vez?

Querido amor de mi vida [libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora