𖥦 ٭࣭ . ‹ 💌 › 𝐴𝑁𝑌 𝑇𝐼𝑀𝐸 𝐴𝑇 𝐴𝐿𝐿 𓍼 ꒰ʙᴇᴀᴛʟᴇsʜɪᴘs꒱ . ‧ ˎˊ◌

[29] 🏙️࿔⃝࿑ؘ֪᭫֓༅McHarrisonˎˊ˗

Época: Década del 50 en adelante.

Lo había visto a costados de la escuela.

Se aventuró a hablarle en el bus escolar después de haberlo visto varias veces en el mismo en un asiento al lado de la ventana, siendo que le transmitió unas vibras agradables, ¿así fuera a primera vista? Sí, se veía como un buen niño.

Ese niño de ojitos dormilones de un color que nunca había visto en otra persona, él tenía ojos castaños, había visto uno que otro muchacho con ojos azules y a lo mucho alguna profesora con ojos verdes.

Pero este... ¿Cómo dijo que se llamaba?

──Paul. Paul McCartney.

Sus iris demarcaban una mezcla entre verde y castaño, pero no entraban en ninguno de los dos ya que la luz se compenetraba hasta lograr un color muy diferente.

Aún con esa singularidad ──además de sus largas pestañas──, le pareció una buena opción el acercársele y hablarle de unas clases que le parecían innecesarias, agregando también varias cosas comunes como su nombre, edad y gustos.

Vaya sorpresa que encontraran algunas cosas en común entre ambos, fue una magia instantánea que les produjo una chispa inexplicable.

En cuanto regresó a su casa quiso contarle a sus hermanos sobre ese nuevo amigo que acababa de hacer. También a sus padres.

Demostró la típica alegría que mostraría cualquiera al reconocer que había hecho una amistad espontáneamente.

Pero inclusive su mamá percibía que no sería alguien pasajero, por la forma en que su hijo hablaba con mucho vigor sobre aquel muchacho de "ojos curiosos", parecía que volvería a hablarle   y así traería más novedades.

Lo había cautivado y Geo ni se había dado cuenta.

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Continuaron en una travesía en donde ambos se apoyaban mutuamente.

Se presentaron a las familias del contrario, conocieron sus casas, aprendieron costumbres, fueron descubriendo sus habilidades y también sus aspectos a mejorar. Fueron aprendiendo sobre la personalidad ajena y sobre cómo tratar al otro dependiendo de su estado de ánimo.

Que no hayan pertenecido al mismo curso hace años no significaba que no pudieran verse en los recreos y a la salida, ellos encontraban la manera de encontrarse fuera de la manera que fuera, eran escurridizos y ágiles, tarde o temprano se verían para saludarse y contarse todo.

Funcionaba.

Así uno fuera más extrovertido que el otro, así uno fuera mucho más honesto y veraz con sus palabras, así uno se dejara guiar por las palabras y otro por las acciones y así a uno le gustara el azul y otro prefiriera el violeta.