𖥦 ٭࣭ . ‹ 💌 › 𝐴𝑁𝑌 𝑇𝐼𝑀𝐸 𝐴𝑇 𝐴𝐿𝐿 𓍼 ꒰ʙᴇᴀᴛʟᴇsʜɪᴘs꒱ . ‧ ˎˊ◌

[4] 🌌࿔⃝࿑ؘ֪᭫֓༅LennStarrˎˊ˗

Época: A Hard Day's Night.

Presentarse en NME Poll Winners era otro paso más alto al largo camino de la fama.

Había una enorme audiencia a su alrededor y los muchachos estaban con mucha energía. Comenzaron con "She loves you", procedieron con "You can't do that" y luego "Twist and Shout".

"Long Tall Sally" fue su punto estelar.

Paul tenía ese timbre ideal para homenajear al maestro Little Richard. Los demás no se quedaban atrás, era un despliegue magistral entre sus instrumentos, ni los gritos o las miradas los hacían bajar la guardia. Era lo que venían haciendo por años.

No era menos, siendo esa una de las composiciones que más disfrutaban interpretar en el escenario.

Sin embargo, Ringo tocaba la batería con tanta fuerza y velocidad que se destacaba a medida que la canción avanzaba.

Mientras George y Paul estaban en lo suyo Ringo se dejaba llevar por el ritmo y azotaba los toms y el bombo con euforia, en los últimos versos John se dedicó a mirarlo hipnotizado, aún teniendo que hacer los acordes correctos en su guitarra la emoción que desprendía el mayor era imposible de ignorar.

El ojiazul bamborileaba su cuerpo, se desconectaba de las preocupaciones del exterior para desplegar su talento. Su líder no hacía más que reír y moverse al compás del rock and roll en sus venas.

Cada uno estaba extasiado por la música.

John pensaba, que la hipótetica electricidad que emanaba el baterista era impresionante, la que podía compartir con un fugaz vistazo con él le podía poner en un trance. Lo conducía al asombro y le provocaba un fervor inmediato, le invitaba a acercarse y a admirar con deseo el vaivén de sus baquetas y el cómo su cabello se sacudía. Mantenía una vibra positiva, su entusiasmo no se veía interrumpido aunque sus dedos comenzaran a dolerle.

Pero tenía que volver a su posición inicial o se haría muy evidente que disfrutaba de chequear al muchacho.

Porque Ringo Starr era muy importante como para ponerlo en segundo plano. Cuidaba el no ser impulsivo y gritarle que estaba loco por él.

Después de las últimas canciones se despidieron y se prepararon para irse, evitando a las personas queriendo acercárseles sin importar el espacio personal.

—Nuestro Ringo casi destruye la batería, ¿no?— Mencionó George dentro del auto que se los llevaría lejos.

—Sí, ¡fue maravilloso, muchacho!— Prosiguió Paul. Hablaban sin estar al tanto del alboroto afuera.

John miró de reojo a Ringo desde el asiento del acompañante y habló.

—¡Te enloqueciste, Rings! Eso no lo niego, pero nosotros necesitamos mejores micrófonos la próxima vez, estos estuvieron de la mierda.— Paul hizo una exclamación de fastidio estando de acuerdo con la referencia al inestable sistema de sonido.

Richard reía al oír las quejas del bajista que fue compartiendo opiniones con George. En un instante Ringo atrajo la atención de John para comentarle de algo.

—¿Qué dices?

—¿Salimos después?— Formuló con más lentitud y procurando que los otros no escucharan.

—¿Nosotros dos?

—Pues sí.

Aceptó emocionado.
 
En su recorrido, el conjunto hablaba de lo que seguía en su agenda.

Nuevas puestas en escena significarían nuevas tendencias de John a observar a su compañero de baja estatura con sutileza y diversión.
Esperaba que ninguna persona le reprendiera por no estar pendiente del público a cada momento y prefiriera a su colega percusionista.

—Ya casi llegamos.— Mencionó George pasada la media hora.

—Sí Geo.

Seguiría con su manía hasta que las palabras salieran de su ser.

▬▭▬▭▬▭▬▭

John y Ringo hicieron su salida en un bar concurrido. No dieron explicaciones, no quisieron darlas.

No se preocuparon porque alguien los delatara, entraron en la parte trasera la cual era exclusiva y en la que no había tanta gente, además de tener un par de gorros consigo, la música no estaba tan fuerte. Se sentaron en una mesa para poder conversar.

—Noté que me miraste mucho en el concierto.— Empezó Ringo.

—Cómo no hacerlo, Richie.— Negó con la cabeza.

—Tienes que estar concentrado Johnny. Te puedes equivocar en la canción.

—Yo no podría equivocarme aún si quisiera. Aparte, ¿quieres que me concentre cuando tú estás allá atrás siendo asombroso como siempre?

La mirada del ojiazul se suavizó.

—Tú... Deja de decir eso. Date mérito también, tienes tanta destreza. Podría verte tocar guitarra por horas.

Sus ojos de cachorrito dejaban a John sin habla.

—Te besaría, pero, ya sabes.— Agarró un mechón de pelo, impaciente. —, Pero bueno, ¿te parece si te invito a algo de tomar? Podemos hablar de cómo estuvo tu día.— Cuando se lo proponía, el de menor estatura llegaba a ser todo un galán, de esos que no se obtenían fácilmente, hablando de la trabajadora ciudad de Liverpool.

—Acepto con gusto. Pero la próxima vez, yo pago.— Dijo John.

—Claro.— Fueron haciendo su pedido y se pusieron a conversar, sin tomar en cuenta los roces entre sus manos o los toques en los hombros. Tenían que confundir a los demás haciéndose pasar como amigos muy, muy cercanos, sin dar sospechas que ya habían pasado esa línea.

El tiempo fue pasando, luego inventarían una excusa para que Brian no se molestara tanto por su llegada tardía.

Eran esos momentos íntimos que tanto John como Ringo disfrutaban en demasía, aún si las muestras de afecto en público no se podían dar, con algo de encanto en sus miradas y sus voces era suficiente. Supondrían que vendrían tiempos mejores, donde los prejuicios no acapararan tanto su día, tarde y noche.

—Hay que irnos, Johnny.

—Ugh, pero Richie...

—No, tenemos otro show mañana.— Dejó salir un bostezo y retomó. —, Aparte, ya me está dando sueño. Podemos venir en otra ocasión.

—Bueno cariño, tus deseos son órdenes.

Se fueron deprisa, sin esperar nada más.