𖥦 ٭࣭ . ‹ 💌 › 𝐴𝑁𝑌 𝑇𝐼𝑀𝐸 𝐴𝑇 𝐴𝐿𝐿 𓍼 ꒰ʙᴇᴀᴛʟᴇsʜɪᴘs꒱ . ‧ ˎˊ◌

[7] 🌇࿔⃝࿑ؘ֪᭫֓༅LennStarrˎˊ˗

Época: Please Please me en adelante.

Algo en el hombre de orbes azules le hacía creer, de alguna forma que había encontrado un ángel.

Vamos, sonaba tan irreal y digno de los cuentos que solía leerle su tía Mimi que podría creer ocasionalmente que era parte de un muy extenso sueño.

Era la maldita vida real.

Cuando se sentaba solo o con Paul en el estudio a componer canciones llegaba a mirarlo de reojo. Estaría leyendo un libro, hablando con George, con Brian, con Martin o con cualquier otro que los estuviera apoyando o tocando algún instrumento casual.

Cuando salían los dos no podía evitar lanzar sus típicos chistes o hacer sus ocurrentes morisquetas para alegrar al baterista, para que dejara ver su divina sonrisa y se les formaran pequeñas arruguitas a los costados de los ojos, siempre era un placer representar aunque sea una pequeña alegría en el día a día de Starkey.

En sus momentos de bajeza, en los que presentía que su creatividad estaba cayendo a pique y parecía que no había esperanza para sacarlo de ese estado venía su contrario a darle sus mejores palabras de aliento, compartía unos juegos de palabras que se convertían en algo propio de los dos, le relataba sus más alocadas anécdotas para sacarlo del declive y para concluir, una ligera caricia en su cabello para calmar las aguas.

En las instancias problemáticas donde se podía enfrentar a cualquiera y en donde podría haber un acto erróneo, desde George y Paul, los paparazzis, los promotores, cualquiera que quisiera hacerle frente, tenía el respaldo de su amor. Le daba unos improvisados arrullos, unos abrazos y singulares besos que le daba una tranquilidad suprema y le hacía bajar la guardia.

Por algo era el mediador de la banda, era el único que tenía la suficiente neutralidad como para no dejarse convencer por el enojo y la explosividad.

Le aconsejaba y le brindaba un hombro para llorar. Porque no dejaría que nadie más viera como su duro semblante se caía y daba paso a un hombre más vulnerable, el que aún tenía heridas emocionales sin cerrar y el que le podían afectar las escandalosas críticas.

──¿Estás bien, Johnny?── Preguntaría el percusionista con voz suave al menos una vez al día.

En ese año esa pregunta fue crucial.

──Sí. ¡Sí estoy muy bien! Un imbécil me llamó el "beatle gordo" pero sí. Ando de maravilla.── Después de una rueda, apartado de la gente se tocaba la cara, acomplejado porque "tenía peso de más y no sé veía bien. ¿Qué iban a decir los demás? ¿Todos lo habrán notado? ¿Ringo se sentirá mal por tener un novio así? ¿Debería empezar una dieta? Necesitaba comer menos, ¿por qué no empe...?

──John, fue sólo un comentario de mal gusto.

──Dijo la puta verdad. Mírame, ¿cómo no me di cuenta antes? Qué asco doy.── A Ringo se le quebró un poco el alma al escuchar a Lennon hablar así de sí mismo.