꧁CAPITULO 32꧂

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Su mirada era de cansancio total, hace unos momentos todo era tranquilo, solo había subido a dejar a sus cachorros más pequeños, solo eso, por qué la vida no le dejaba descansar ni un segundo?

Gruño cuando escucho un 'pss' cuando el castaño de Googles apagó una pequeña llama de fuego de su cabello, su mirada se volvió oscura y observó a sus cachorros mayores y a sus amigos arrodillados delante de él y la cabeza agacha.

A veces se preguntaba si sus amigos en verdad eran adultos e incluso mayores que el, o si sus propios hijos en verdad habían aprendido algo de autocontrol en sus entrenamientos y tanta meditación.

Si, todo esto es bastante confuso cuando no se entiende el que pasó, es muy fácil el responder, pero para eso recapitulemos un poco.

Momentos Antes...

Jeff se encontraba tranquilamente en el segundo piso de la cabaña, recostaba lentamente y con cuidado a sus hijos más pequeños, estos parecían no querer dejarlo ir ya que no cooperaban con soltarlo, aún estando en sueños se aferraban a los brazos de quien veían como figura materna.

Solo basto unos cuantos susurros tranquilizadores junto a caricias en sus suaves cabellos para que a de poco le soltaran, apenas los dejo acostados y arropados algo le comenzó a molestar, algo le decía y pedia a gritos que creará una copula de restricción de sonido.

No supo el porqué de aquello pero siempre confiaba en cosas así que le sucedían, sin más con un movimiento de mano empezaron a aparecer cristales qur iban formando una barrera alrededor de él y las camas de los infantes.

No paso ni un minuto de la creación de aquella copula cuando un fuerte movimiento arremetió la cabaña entera, acompañado de una explosión y el sonido de cristales rompiendose. Se quedó paralizado en su lugar, pasaron un par de minutos cuando una vena apareció en su frente y su ceño fruncido, soltó un gruñido bajo de molestia, el sonido no llego hasta los oídos de los menores pero le sorprendía que ni con el movimiento de la cabaña se hayan levantado.

Olvidando aquello resopló con molestia y empezó a caminar hacia la puerta de la habitación dando zancadas, salió de la habitación y camino por el pasillo casi hechando humo, al llegar a las escaleras aprecio cómo estás estaban de un color negruzco, hasta algunas partes habían pequeñas llamas de fuego.

Bajo con pisadas pesadas y pudo escuchar muy bien como la respiración de sus hijos mayores se detenían al igual que las del resto, podía percibir el olor de el pánico, miedo, arrepentimiento y entre más en el aire.

Al terminar de bajar por completo las escaleras observó con mucho desagrado como toda la sala se encontraba hecha un desastre, pareciera como si tres huracanes y un tren hubieran pasado por su sala y arrasado con todo.

Las mesas estaban volteadas rotas por la mitad, hasta pudo observar como las patas faltantes de las mesas estaban incrustadas en la paredes, vidrio de las ventanas y vasos y ddmas conjunto totalmente hecho trizas, cortinas rasgadas y hasta quemadas.

Páginas de libros rotas, quemadas y hasta aún podía mirar algunas páginas volando por la sala con pequeñas flamas encima, iban callendo con lentitud hasta llegar hasta el suelo, el suelo de la estancia estaba totalmente negro, algunas partes rajadas, los muebles se encontraban como si una gran manada de gatos hubieran afilado sus garras en ellos, las almohadas de los muebles estaban destrozadas y las plumas revoloteaban por todo el lugar.

Al terminar de observar toda la destrucción miró con enojo a sus cachorros mayores y a sus amigos, quienes estaban totalmente paralizados observándolo, sus ojos brillaron con molestia y el grupo supo que de esa ya no se salvarian.

꧁⊱Mᥱ ρᥱrdιstᥱs ρor ᥙᥒ ᥴᥲρrιᥴho̸⊱꧂[HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora