꧁CAPITULO 12꧂

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PASADO Y RECUERDOS DOLOROSOS(8/?)

E

l mayor lo miro con intriga sin saber el porqué el de ojos Zafiro lo miraba de esa manera, hasta que se dio cuenta, el menor siempre sabía cómo se sentía o que emociones estaba teniendo en cada momento, a ese niño jamás se le escapaba nada.

Soltando un suspiro puso sus dedos en la frente del menor y le dio un pequeño golpecito, Jeff se quejó ante eso haciendo un pequeño puchero reclamándole el porqué hizo aquello, lo miro fijamente y en sus labios se formó una pequeña sonrisa, solo percibida por la mirada sorprendida del pequeño.

Sin más y antes de que pudiera reaccionar, tomo las mejillas de color porcelana del menor y las estiró un poco, inmediatamente el pequeño agarro sus muñecas tratando de que lo soltara, lo cual no hizo.

—Demon! Suelta mis mejillas!—decia el pequeño entre pequeño berrinches tratando de quitarse las manos del mayor

—No—Su voz salió fría y ronca pero el azabache percibio un tono burlón

—Demon!—Chillaba el menor sin poder sacarse del mayor

Sin que el de ojos Malva se lo esperara el menor rápidamente llevo sus pequeñas manos a las mejillas del mayor, comenzando a estirarlas como el susodicho estaba haciéndolo con el.

—Ja! Estamos a mano!—En su rostro se dibujó una mueca de lo que parecía ser una sonrisa triunfante estirada

—Chiquito pero peligroso—comento una chicas riendo suavemente y viendo con ternura las escena

Todos los pre adolescentes, adolescentes, y adultos jóvenes observaban la escenas desde sus lugares con sorpresa en sus miradas o ternura impregnada en ellas.

Y ahí fue cuando Demon recordó que no estaban solos, iba a dejar de estirar los cachetes del menor cuando esté río aún con las mejillas estiradas, por la habitación resonó una risa de un infante inocente el cual fue acompañado por otras más.

Demon miro sorprendido aquello, su reacción no duró mucho cuando su pequeña sonrisa se agrando más, después de años, meses y días, ahí estaban todos ellos, seres que habían sufrido a manos de unos locos sicoticos queriendo ser reconocidos por ideas absurdas, reunidos riendo o sonriendo grandemente por primera vez, como una familia.

Algo dentro de Demon se regocijo ante aquella escena, todo por ese pequeño de ojos Zafiro, por ese pequeño ángel que llegó a sus vidas, no solo iluminó la suya, si no también la de los demás, así sean mayores o menores que el, iluminó la vida de cada uno, llegando a incluso sacarles una pequeña o gran sonrisa o risa en un infierno de dolor.

Y con más decisión se prometió el protegerlo con su vida, cuidarlo, y mucho más, después de todo, sin darse cuenta, desde la llegada de ese pequeño, una gran familia se había formado.

Ese pequeño Ángel de ojos Zafiro y corazón de oro se habia robado sus corazones y calentando los con su dulzura, ternura y demás, aunque el pequeño tambien sufriera tanto como ellos o más que ellos, seguía dando una bella sonrisa solo para ellos.

Sin saberlo Demon no era el único que se había prometido el protegerlo, grandes y menores de ese lugar se prometieron el cuidar a su hermanito menor.

El ojos Malva dejo los cachetes del menor, aparte por unos instantes al menos de donde estaba, levantanose de su lugar fue cuando las risas pararon y miradas se dirigieron hacia él, esperando avatar cualquier orden o estar alertas pero lo que más les sorprendió fue ver como el de tez de porcelana era levantado por el mayor y este se acercaba y se sentaba más cerca de ellos.

—No sabía que hasta esta profundidad hubieran gatos o ratones para que se les comieran las lengua—pronunció el de ojos Malva acomodando al pequeño en sus piernas

Nadie dijo nada solo seguían con una expresión de sorpresa en sus miradas, hasta que un pequeño grupo de tres chicos un año menor que Jeff se acercó hacia ellos sentándose a cierta distancia prudente.

Demon miro a los demás y levantó una ceja con sus labios fruncidos en una línea recta.

—Y ustedes por qué no se acercan? Os pasa algo?—pregunto bajo, no estaba acostumbrado a hablar mucho.

El pequeño Jeff porfin dicidio mirar a todos después de la gran impresión de las acciones del mayor, dirigió su mirada al rostro del mayor y en su cara se formó una dulce sonrisa, aún con su hermosa sonrisa dirigió su mirada a los demás

—Ya vengan pasemon juntos en familia—Recalcó la última palabra con alegría en su voz

Los demás se sorprendieron ante esto y en sus corazones un pequeño calorcito crecíaz, en sus rostros prontamente afloraron sonrisas, todos comenzaron a acercarse y sentarse alrededor del pequeño Jeff y Demon sin quitar sus sonrisas.

—De ahora en adelante somos una gran Familia siempre estaremos juntos, y nos apoyaremos entre si—soltó con felicidad el pequeño azabache con una gran sonrisa

Las sonrisas de todos los presentes crecieron y otros no pudieron evitarlo y soltaron lágrimas sonriendo, pero lo que no sabían es que el pequeño Jeffrey pensó que había hecho algo malo

—Eh? No lloren, dije algo mal?—dijo bajito el pequeño bajando la mirada

Todos los presentes se exaltaron y rápidamente negaron.

—Entonces...porque lloran?—volvio a preguntar bajito pero esta vez el infante ladeó la cabeza

Aquella acción enterneció a todos ante la inocente pregunta del menor, todos se preguntaron quien había sido el terrible monstruo que había dejado a ese pequeño de corazón de ángel en ese infierno.

El de ojos Violáceos tomo al pequeño y lo giro para que sus miradas chocasen, volviendo a dejar sentado, el mayor acarició dulcemente los cabellos del infante y se acer o al odio del menor

—No dijistes nada malo mi pequeño Zafiro, ellos están felices, tu los hicistes felices como a mi—susurro el de ojos violetas aun acariciando las hebras negras

El mayor se volvió a alejar apartando su mano de la cabeza del de tez de porcelana, vio como la mirada del menor estaba llena de sorpresa, para después sus ojitos brillarán con felicidad y una gran sonrisa aflora de los pequeños labios del azabache.

El menor rápidamente se giró y levantandose y sin dar tiempo de reaccionar, se abalanzó hacia las primeras personas que estaban delante de él abrazando las en el acto.

Todo fue con una creación de domino, cuando los primeros recibieron el peso del infante los de atrás cayeron al instante por el peso de los más adultos, así hasta que todos los que estaban tras del otro caia al suelo.

—Entonces somos una familia? Verdad?—pregunto con felicidad el pequeño abrazando el cuerpo de la persona en la cual había recibido más al infante

El muchacho de cabellos rubios, aprio los ojos dejando a la vista unos bellos ojos de color azul eléctrico, el rubio sonrió y abrazo al menor levantándose quedando sentado

—Si, somos una familia, una gran familia—afirmo el de hebras doradas

Todos afirmaron o asintieron antes lo dicho del rubio con gran alegría aunque algunos estuvieran dolidos por el golpe, aquello no quito el que le dieran una gran sonrisa al menor.

—Escuchastes Demon?!—pregunto gritando el menor levantándose y acercándose al de ojos malva—ahora todos somos una gran familia!—grito con felicidad abrazando al mayor

—lo escuché perfectamente mi pequeño zafiro—susurro el mayor abrazando al menor con una mano y con la otra acariciando sus hebras

Demon en ese momento se hizo otra promesa más, cuidaría y protegería a toda costa aquella familia a la cual ahora pertenecía, tanto esa familia como a su pequeño zafiro

Continuará

꧁⊱Mᥱ ρᥱrdιstᥱs ρor ᥙᥒ ᥴᥲρrιᥴho̸⊱꧂[HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora