꧁⊱Mᥱ ρᥱrdιstᥱs ρor ᥙᥒ ᥴᥲρrιᥴho̸⊱꧂[HIATUS]

CAPITULO 33

Tapo su boca con una de sus manos evitando de que salga un chillido de miedo, se encontraba escondido en un rincón de su espacio mental, se estaba arrepintiendo por completo de haberlo retado, claro por su estúpido orgullo se puso ante la espada y la pared.

-Jahleel~

Escalofríos recorrieron su espina dorsal al volver a escuchar la voz de su portador llamándolo, su mano se apretó más a su boca, no quería que ningún sonido emitido de su boca escapara y revelará la ubicación de su escondite.

-Jahleel~ Dime dónde estas-canturreo suavemente-No te haré nada, somos amigos, recuerdas?

El en verdad quería creer en las palabras de su portador, pero el ya lo conocía, y había visto las cosas atroces a los seres sobrenaturales e incluso a humanos con los cuales sabía usado el mismo tono de voz. Sin embargo, sabía de que el no era capaz de morir, era prácticamente indestructible, aún así no quería sentir dolor ni sufrimiento que capaz y sería como vivir el propio infierno a manos de quién era su portador y amigo.

Ahora sabía mucho más del por qué Asmodeus le temia y le hacía temblar, años antes creía que el pelinegro exageraba y más cuando esa vez sintió un gran miedo provenir del muchacho cuando un pequeño Jeff le amenazaba para que le dijera su verdadero nombre.

Pero ahora temia grandemente del más bajo, no solo por lo que ah visto a lo largo de esos años, si no también tenía por qué el azabache sabía de métodos de tortura horribles los cuales había usado con sus víctimas. Aún podía recordar los gritos desgarradores de aquellas personas.

Volvía a recalcar está que no podía morir, en ese momento no sabía si considerarlo una bendición o una maldición, si Jeff le llegaba a encontrar no sabía que cosas le haría, viviría un largo infierno a manos del azabache.

¿Por qué demonios no pasaba algún milagro como esa serie que una vez vio en televisión?

¿Por qué la virgencita aún no hacia aparecer la rosa blanca dándole la señal de que no iba a sufrir?

Se sentía terriblemente estafado, aparte de sentirse ridículo al sentir miedo por un humano, bueno ya no tan humano, pero de un ser que por criaturas poderosas y que si no lo tuviera dentro de el, sería totalmente considerado insignificante.

Pero mírenlo ahí, escondido en un rincón oscuro de su espacio mental tapándose la boca y totalmente quieto para evitar ser encontrado, una de las dos criaturas más poderosas creadas por el mismo Dios, capaz de destruir todo a su paso como crear cosas, dones dados por su propio creador.

Una criaturas mítica teniendo de un humano medio criatura, que más vendría? Que Jeff haga leer la biblia a zalgo o a lucifer? Aunque está claro que el menor sería capaz de realizar lo último.

"Bola de nieve?"

Casi suelta un sonido de sorpresa al escuchar la voz de Rhaguel, por suerte le hablo mentalmente, bueno pro suerte había dos tipos de comunicaciones mentales, una en el que Rhaguel podría comunicarse con él y ser escuchado también por Jeff, y la otra en la que solo podía escuchar él.

"Rhaguel ayúdame"

Suplico casi lloroso tenía los nervios a mil, a punto de llorar y claramente su dignidad ya ni existía en esos instantes le importaba poco si el mayor se comenzaba a burlar por escucharlo de ese modo.

"Y a ti que te pasa ahora?"

Escuchó la pregunta curiosa y por más sorprendente con un tono preocupado.

"Es Jeff..."

Contesto aumento más su agarre en su boca para evitar soltar algún quejido de espanto o susto, se sentía tan pequeño e indefenso olvidando por completo su gran poder de creación y a la vez destructivo.