Después de hablarlo con Kagome, esta había accedido feliz a hacer la pijamada en la cabaña. Inuyasha preguntó qué era eso, a lo que su hija explicó que consistía en una reunión de chicas para conversar y luego dormir. Los padres decidieron que saldrían a pasear para dejar a las chicas solas un rato y que Kenji iría a cazar de noche, cosa que cada cierto tiempo solía hacer. Lo que sí, Moroha había omitido la parte de la transformación para la competencia, solo les dijo que uno de los juegos consistía que vestirse con kimonos y cosas de niñas normales, cosa que haría solo para darle en el gusto a Towa.
Con el comienzo oficial de la ampliación de la cabaña, Inuyasha y Kagome decidieron ser los encargados oficiales, junto a un par de aldeanos que se dedicaban a dicha labor, por lo que dejarían sus respectivas tareas de lado por un tiempo. Habían liberado a los chicos de la casa de dicha obligación, aunque, en secreto, el dueño de casa había conversado con su discípulo. La situación de la noche anterior lo tenía especialmente molesto, ya había sido especialmente duro tener que mirar y oler al maldito mini pulgoso en el desayuno, así que le pidió a Kenji que inventara cualquier cosa con tal de alejarlo de Moroha ese día, al menos unas horas mientras él estuviera ocupado.
Por su parte, el joven hanyo se debatía aún entre su culpabilidad para con la situación de Moroha y los deseos de apoyar a su maestro (y si, en cierto modo también los deseos de que el cargante de Hiro dejara a cada momento de coquetearle a la shinhanyo) “Es una falta de respeto para mi maestro, no corresponde” pensaba. La noche anterior cuando noto el aroma de los aludidos y los vio tan cerca algo lo impulsó a hacer aquel acto temerario de interrumpirlos. Se decía que si su maestro estaba deshabilitado le tocaba a él detener aquel acto. Si, eso era. Luego del desayuno, el hanyo, el lobo y Beniyasha salieron juntos caminando hacia la aldea, conversando casualmente hasta que se sentaron a la sombra del árbol favorito de la chica, donde Moroha les contó en detalle a ambos de la competencia por un buen rato, hasta que se fue dejándolos solos porque iría en búsqueda de Towa para alistar la pijamada.
-Aparte de tus pruebas, Hiroyuki, debes saber que es importante que, si quieres ser parte de esta familia, debes cumplir con ayudar al clan- Kenji le habló a Hiro cuando Moroha avisó que se iría, aprovechando de cumplir con lo pedido por su maestro.
-Tiene sentido-
-Ayudarás con la ampliación, mis maestros necesitan que busques en el bosque que está a una hora de aquí algo de madera. También, necesito que vayas a la aldea vecina y compres algunas cosas de construcción que ya te indicaré. -
-No suena difícil, yo lo haré, dile al señor Inuyasha que yo me encargaré-
-Su magnificencia, Hiro. Más respeto. Mi maestro está un poco enfadado contigo, así que utiliza todas tus armas. No se te ocurra volver aquí sin todo. Ah, y cuando regreses debes ir a buscar agua suficiente para el baño tanto de la señora Kagome como de mi maestro ... y para mí también, me apetece bañarme.
- ¿Y el tuyo por qué?
-Porque yo soy quien te da las indicaciones, además ¿quieres que le diga a mi maestro como te encontré con Moroha ayer?
Hiroyuki se quedó en silencio. Kenji había dicho eso con real seriedad, ninguno de ellos podía ignorar que con el gran sentido del olfato de Inuyasha evidentemente sabía que su hija y el pulgoso habían estado juntos, pero tanto Hiro como Kenji sabían a su vez que no podía conocer a cabalidad el hecho de que casi se habían besado a la luz de la luna. El hombre lobo se limitó a sonreírle asintiendo.
-Bien, gracias por guardar el secreto. Haré lo que me dices, de todas formas, no creo que me demore tanto. Ya verás. - cuando el chico desapareció en un instante corriendo, Kenji hizo una mueca con los labios, el maldito lobo tenía razón, le había dado pocas tareas.
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La Vida Como La Soñamos
FanfictionEsta historia y los personajes no me pertenecen la historia pertenece a "Doratina" en fanfiction y twitter (@EmilyCyrine) los personajes pertenecen a "Rumiko Takahashi". Créditos a "Tokio cristal" por la portada. Moroha tiene un año, dado por sus p...