Los días comenzaron a transcurrir de manera lenta y silenciosa desde que su madre lo había descubierto aquel día con sus Hyungs y le había revelado aquella dolorosa verdad sobre lo que realmente le sucedió a su amado padre y quién había sido el culpable de tal falta en su hogar. Le costaba creerlo y le dolía en demasía pensar que aquel cazador por el cual había desarrollado sentimientos tan puros hubiese sido capaz de semejante atrocidad, pero recordando las palabras de su madre y el tono de dolor que expresó al contar la verdad no le dejaban más alternativa que creer.
Desde aquel día su madre lo encerró en la casa sin darle la posibilidad de ir ni siquiera a su escuela y mucho menos le permitía la visita de sus amigos. Los únicos que llegaban a su casa eran brujos y brujas conocidos de su madre y sus profesores de escuela, para entregarle los deberes diarios.
Poco a poco los días se transformaron en semanas y su soledad se volvía cada vez más sólida y acogedora.
Con el pasar de los días el sentimiento de añoranza hacia el cazador se volvía más intenso, hasta el punto de llorar abrazado a su almohada mientras susurraba su nombre en la oscuridad de su habitación.
A la tercera semana de aquel interminable encierro parecido a un insoportable infierno su madre decidió ingresar en su habitación para hablar con él.
Sin ningún golpe de por medio o aviso previo su madre ingresó en la habitación con una bandeja plateada la cual contenía una taza de chocolate, varias galletas y un tazón de leche y cereales, apoyando aquellas cosas sobre la mesa de noche de su hijo procedió a sentarse en la punta de la cama.
— Te he traído algo para que meriendes — soltó con un poco de aflicción — no has querido comer durante los últimos días, así que consideré que quizás querrías disfrutar de una taza de chocolate o un tazón de leche y cereal — continuó hablando sin recibir respuesta por parte de su hijo — ¿Taehyungie? — lo llamó con voz preocupada.
— No era necesario que me trajeras algo madre — respondió el joven completamente desganado — podría haber bajado yo mismo por un tazón de cereal — añadió sorbiendo su nariz.
— ¿Por qué lloras? — quiso saber al notar aquel sonido proveniente de abajo de las sábanas.
— Estoy triste madre, ¿acaso no es esa una razón suficiente para llorar? — preguntó con el dolor invadiendo cada centímetro de su cuerpo.
— Debes comprender Taehyungie que lo único que estoy haciendo es protegerte — mencionó la mujer intentando convencer al chico — cómo madre es mi deber — intentó convencerlo.
— ¿Protegerme? — preguntó apartando las sábanas de su rostro y enseñándole sus ojos llorosos a su progenitora — ¿Te parece correcto protegerme encerrandome en esta casa vacía? — quiso saber dejando que más lágrimas cayeran de sus ojos.
— No es una casa vacía Taehyung — habló observando las facciones de su hijo — yo estoy en ella, yo estoy aquí contigo — contestó apuntandose a si misma con el dedo índice.
— Es exactamente lo mismo madre — dijo el joven saliendo de golpe de abajo de las sábanas — desde que me encerraste aquí para “protegerme” — comenzó a hablar — han pasado dos semanas y cinco días para que te dignaras en ver cómo está tu hijo — continuó hablando mientras su voz se entrecortaba por el inminente llanto — por lo único que te preocupas es por la dichosa Luna Sangrienta y por la cantidad de brujos y brujas que llegan a la casa preguntando por la "bruja blanca" la cual al parecer ni siquiera han encontrado aún — la regañó con dolor.
Las palabras de su hijo calaron profundo en su interior provocando en ella un sentimiento de culpabilidad y tristeza que no había sentido en muchísimo tiempo.
— ¿Qué tanto sabes de la bruja blanca? — preguntó intentado ignorar el sentimiento.
— Sé lo único que escuché que murmuran las brujas que llegan a la casa durante las reuniones que haces — mencionó el pelirrojo — que la bruja blanca les ayudará durante la Luna Sangrienta y que con su ayuda podrán darle no sé qué a la Reina — agregó sin mucho interés limpiando las lágrimas que aún bajaban por su rostro.
— Escúchame con atención Taehyungie, durante estos días, hasta que se cumpla el mes no debes salir de la casa ni hablar o encontrarte con ninguna bruja o brujo de la ciudad ¿Entiendes? — pidió la mujer casi en forma de súplica.
— No comprendo de lo que hablas madre — dijo el joven observándola a los ojos — ya estoy encerrado aquí y mis hechizos jamás serán tan fuertes como para contrarrestar los tuyos, así que por más que lo intente no puedo salir de la casa sin que tú quites el hechizo primero — mencionó agachando su rostro para observar sus manos las cuales se hallaban colocadas sobre sus sábanas.
— De todos modos debo reforzar el hechizo para mantenerte seguro dentro de estás paredes — se dijo a si misma — no me perdonaría jamás si algo llegara a sucederte — mencionó posando sus dedos bajo la barbilla de su hijo — si alguien llegara a quitarme la luz que aún conservan tus ojos — añadió haciendo una pausa en sus palabras — no dudaría ni un segundo en quitarle hasta el último aliento de vida — finalizó dándole una de aquellas sonrisas que le recordaban a su niñez.
Levantándose de la cama y despeinando los cabellos rojizos de su hijo se acercó hasta la ventana de la habitación de este y murmurando unas palabras reforzó por segunda y tercera vez el hechizo que había colocado con anterioridad en la casa.
Caminó con lentitud hacia la puerta del cuarto y solamente se giró una vez para observar como Taehyung tomaba la taza entre sus manos y bebía sorbos pequeños. Al salir, recostó su cuerpo contra la pared y cubriendo su boca con una de sus manos, contuvo el llanto y los sollozos que amenazaban con salir de lo más profundo de su interior.
Aquella situación la colocaba en una posición completamente horrible de soportar por si sola, a pesar de ser una de las peores brujas del ejército de su Reina.Tendría que elegir entre la lealtad a su amada Reina.
O la vida del niño al que consideraba su hijo desde aquel primer instante en el que sus ojos se encontraron al verlo nacer.
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Cacería De Brujas [HopeV] ✧\(>o<)ノ✧
FantasíaLa Luna de sangre se acerca y eso solo significa una cosa... Su tiempo de caza había llegado... Nada excitaba más al cazador Jung HoSeok que decapitar esas horribles criaturas y observar como sus cuerpos se volvían cenizas luego de prenderlas fuego...