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Aquella cama era demasiado cómoda y cálida como para querer abandonarla. No recordaba que su cama fuese tan cómoda. Y que las almohadas y sábanas estuviesen impregnadas de una suave y dulce fragancia a vainilla y chocolate. Era un aroma embriagador y lo suficientemente dulce como para convertirse en la adicción de alguien. Quizás si la respiraba un segundo más y sus pulmones se llenaban de ella sería muy difícil para él después encontrar un aroma que la reemplazara.
Abrió lentamente sus brazos estirandolos por sobre la gran cama y una sonrisa se instaló en su rostro al momento de sentir nuevamente aquella fragancia.Entonces un escalofrío recorrió su espalda y lo obligó a despertar de golpe, el recuerdo de él abrazando el cuerpo del cazador y llorando sobre su pecho le invadió la mente.
Sus ojos se abrieron como platos al caer en cuenta que no se encontraba en su habitación y mucho menos en su casa.
Quitó las sábanas de su cuerpo y comprobó que todavía llevaba puesta la misma ropa con la que salió de su hogar la noche anterior, y una pregunta se formuló en su cabeza. ¿Qué había pasado durante la noche?Recorrió la habitación con sus ojos y comprobó que definitivamente no era su cuarto y su miedo se incrementó. Bajó de la cama y se dirigió a lo que parecía un armario, demasiado grande para él, y con sus manos temblorosas lo abrió.
Allí dentro observó distintos tipos de trajes, sacos, camisas, ropas de entrecasa, pijamas y varios zapatos; la mayoría de color negro. Al cerrar las puertas del armario se sorprendió de encontrar un pijama prolijamente colocado sobre lo que parecía ser un pequeño sillón en la esquina del cuarto y una nota sobre éste.Con una letra lo bastante bonita y demasiado prolija leyó lo que decía el papel.
«Espero que hayas descansado bien y no tengas fiebre o un resfriado. Sí padeces de algo parecido a ello puedes bajar a la cocina y pedirle a mí pupilo que prepare un té para tí.
Con respecto a las preguntas que de seguro te hiciste al despertar:
Sí, estás en mí casa.
No, no te hice nada malo. Solo te cargue hasta mí hogar debido a que te dormiste luego de llorar en mí pecho.
Traes la misma ropa ya que no quise tocarte para cambiarte la ropa que estaba empapada por una seca. Por eso está el pijama en el sofá. Cambiate la ropa que traes o colócate el pijama; como tú lo desees.
Sí vas a irte usa la puerta, salir por la ventana no se verá bien.»Tocó las letras con sumo cuidado como si estás fueran a desaparecer luego de leerlas y en un acto inconciente acercó la nota hasta sus labios y nariz comprobando que la nota contenía la misma fragancia que aquella cama y sus latidos se aceleraron sin querer.
Colocó sus manos por sobre su ropa y comprobó que estás aún se encontraban húmedas entonces se acercó hasta la cama y retirando las sábanas colocó su mano sobre la funda del colchón para darse cuenta que está se encontraba mojada debido a su ropa.
Un sonrojo se hizo presente en sus mejillas, sintiendo vergüenza por haberse dormido en los brazos de un extraño y por haberle mojado por completo la cama al dormirse con la ropa totalmente empapada.Luego de observar unos segundos el pijama decidió que no lo usaría, debido a que se ganaría un gran regaño por parte de su madre.
Abrió la puerta del armario y con timidez buscó una camisa que pudiese quedarle, para poder quitarse aunque fuera el buzo de capucha; ya luego le explicaría a su madre que esa camisa se la había prestado SeokJin o Yoongi Hyung.Caminó hasta la puerta del cuarto y otra vez el miedo se apoderó de él.
¿Quién era el pupilo del cazador? ¿Y sí éste se daba cuenta que él era un brujo? Pero más importante que eso ¿Y sí pensaba mal de él al verlo salir de la habitación de su maestro?
Con los nervios invadiendole los sentidos abrió la puerta y bajó silenciosamente las escaleras, las cuales seguramente lo llevarían hasta la sala o la cocina.
Al llegar al principio de la escalera se encontró con una escena inusual pero lo suficientemente tierna ante sus ojos.
El cazador se encontraba profundamente dormido sobre el sofá con los brazos cruzados sobre su pecho y tapado con su saco de color negro, el cual le cubría desde la cintura para abajo. Ante su mirada solo parecía un joven más.Se acercó lentamente hacía el buscando no despertarlo, aquella vista era lo bastante tranquila como para interrumpirla.
Su pecho subía y bajaba a un ritmo lento debido a la tranquilidad de su sueño y por un momento se preguntó ¿Qué o quién se instalaba en los sueños del cazador?
Su cabello negro hacía juego con el bello color de su piel; el cual no era ni blanco ni tan moreno, era simplemente un color canela perfecto para él; sumado a una pequeña nariz y unos labios de un color rosado que ya había probado una vez.¿Qué se sentiría probarlos nuevamente? Se golpeó mentalmente por aquella pregunta y continuó admirándolo profundamente dormido. Entonces notó algo muy particular en él. Era un pequeño lunar sobre la comisura de sus labios. Y aquel detalle solo lo hizo repetir aquella pregunta en su mente otra vez.
Sus ojos se desviaron hasta encontrar un reloj de pared y observar la hora, eran las ocho de la mañana y si no se apuraba llegaría tarde a su próxima clase y no podría evitar el ser regañado por su profesor y luego por su madre.
Sin quererlo tuvo que despertar al cazador, él cual sólo se levantó del sofá sin emitir ningún sonido.- Espero que hayas descansado bien - habló frotándose los ojos suavemente - ¿Quieres que te abra la puerta? - preguntó observándolo llevar puesta su camisa, más no dijo nada.
- Gracias por permitirme dormir aquí - respondió con un gran sonrojo en sus mejillas - y lo lamento por hacerlo dormir en el sofá - agregó con una reverencia.
- ¿Acaso esperabas que durmiera contigo? - preguntó observando como el sonrojo se volvía mucho más intenso en el rostro ajeno.
- No... Es qué... Yo... - los nervios comenzaban a invadirlo nuevamente al escuchar aquella pregunta por parte del cazador - es que no pensé que me haría dormir en su habitación - añadió intentando controlar sus nervios.
- Hubiese sido descortés de mí parte dejarte dormir en el sofá - habló tranquilamente mientras caminaba hacia la puerta - si quieres puedo dejarte en algún lugar - continuó sin mirarlo - tengo mí auto afuera ya que tengo que ir a un lugar - concluyó volteando su rostro hacía él.
- Yo no creo que sea buena idea - respondió TaeHyung jugando con sus dedos sobre la camisa que llevaba puesta.
- Está bien - afirmó sin ninguna expresión en su rostro - como gustes - agregó con seriedad.
- Aunque si no le molesta - habló buscando la mirada del contrario - ¿Podría utilizar su teléfono para comunicarme con alguien? por favor - preguntó bajando su mirada avergonzado.
- Utilízalo en el auto - ordenó mientras salía de la casa - andando niño - agregó observándolo caminar hacia él.
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Cacería De Brujas [HopeV] ✧\(>o<)ノ✧
Viễn tưởngLa Luna de sangre se acerca y eso solo significa una cosa... Su tiempo de caza había llegado... Nada excitaba más al cazador Jung HoSeok que decapitar esas horribles criaturas y observar como sus cuerpos se volvían cenizas luego de prenderlas fuego...