24🔮

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La mesa se hallaba cargada de libros mientras la pava sobre la hornalla calentaba el agua.
Preparar café era una de las cosas que mejor le salía. Eso sin contar el infringir dolor a otras personas. Pero su ocupación como "torturada", siendo ella una bruja no era algo para jactarse. O quizás sí.

Sus ojos se dirigieron hacia aquel libro de tapa vieja, totalmente cubierto por el polvillo de años y su color negro un tanto desgastado por el tiempo guardado en aquel baúl de su sótano.
Una ligera mueca de asco se situó en su rostro al acercarse a el y examinarlo un poco más.
Era regalo de otra bruja. De aquella misma bruja la cuál había engañado la mente de su marido para que éste la engañara cruelmente. Pero aquello no le importaba en lo más mínimo.

Una sonrisa cínica se dibujó reemplazando la antigua mueca de asco. Cerró los ojos un momento mientras colocaba una de sus manos sobre la vieja tapa del libro.

- No, no lo hagas TaeYeon, te lo suplico - el rostro invadido por las lágrimas imploraba algo que jamás obtendría.

- Yo que tú, lo haría mejor - habló de manera cortante - no lograrás nada así - sentenció con un brillo que reflejaba maldad.

- ¿Qué quieres que haga? - la voz sollozante se entrecortaba por la sensación de dolor - te daré lo que quieras, haré lo que quieres, por favor TaeYeon, por favor - las palabras salían en un llanto interminable mientras observaba a la mujer con ojos suplicantes.

- No hay nada que quiera de tí - soltó con odio y cinismo - o pensándolo mejor si hay algo que quiero - agregó colocándose frente a aquella persona sollozante.

- Pídeme lo que sea TaeYeon y te lo daré - habló la voz casi eufórica por saber que querría la bruja.

- Quiero tú vida - anunció tomando con sus dedos la barbilla de la persona y levantando su rostro hasta que ambas miradas se encontraron - y el hijo que cargas en tú asqueroso vientre - agregó observando los perplejos ojos ajenos y ensanchando su sonrisa cínica.

El agua hirvió atrayendo a TaeYeon de regreso a la realidad. Separó su mano de aquel lugar y sonrió satisfecha, aquel recuerdo siempre le traía alegría.
Aunque luego de unos segundos sacudió con lentitud su cabeza, pasando su mano por sus largos cabellos.
Caminó hasta la cocina y colocó el saco de café dentro de la taza para luego vertir el agua dentro de ella.

Revisando nuevamente el baúl descubrió dentro de el un pequeño álbum de fotos.
Habían pocas, pero importantes fotos allí dentro.
Tomó con cuidado la taza humeante de café y luego de agarrar el álbum se dirigió hasta dónde se hallaba el sofá.
Más tarde aquel día encontraría más hechizos para dárselos a su hijo para que los estudiara a fondo y se los aprendiera para el día de la Luna Sangrienta.

Pasó sus dedos suavemente por la tapa del álbum. Su único tesoro preciado, luego de su tierno hijo.
Lo abrió lentamente, mientras colocaba la taza sobre la mesa frente a ella.
Hacia un largo tiempo no miraba aquellas fotos.
Tiempos antiguos, pero al mismo tan cercanos que dolían.

Solo había cuatro fotos en aquel extenso álbum.
Cuatro recuerdos.
Los cuatro recuerdos más importantes en su vida, que le impulsaban a continuar con su no tan feliz vida.
El primero era una foto tan antigua como los vagos pensamientos de felicidad. En ella se veían reflejados dos personas. Un niño y una niña.
La niña de la foto se veía tan feliz con aquella sonrisa en su rostro, que le costaba creer que fuese ella.

La segunda foto era en una gran iglesia.
Una pareja posaba alegremente para el fotógrafo, mientras éste inmortalizaba aquel hermoso momento.
Un muchacho un poco más alto que ella tomaba una de sus manos y la otra la colocaba en su cintura mientras la chica apoyaba su cabeza sobre el hombro de éste.
Lucían realmente como una pareja feliz. Se habían casado.

En la tercera foto se apreciaba un pequeño de cabellos rojizos, el cual sonreía animado con un pequeño dibujo en sus manitos extendiendolo hacia la cámara enseñando con uno de sus deditos quienes estaban en su dibujo. Recordaba tan bien aquel dibujo, que una punzada se alojó en su corazón.
TaeHyung le recordaba tanto a su infancia que no pudo evitar que una lágrima zurcara su mejilla. Aquel niño era todo lo bueno que había podido tener en su amarga vida.

La última foto no quiso verla. Aún no estaba preparada.
Dejó el álbum sobre la mesa y tomó la taza entre sus manos aspirando el suave olor que de inmediato le invadió los pulmones.
Todo llegó muy rápido y cuando menos se dió cuenta las lágrimas escapaban de sus ojos sin poder contenerlas.
Pero ella no podía, ella no debía de verse débil. No le permitiría salir a flote otra vez o cualquier bruja buscaría atacarla. Ella debía ser fuerte por ella y por TaeHyung. Ella debía suprimir su dolor y debilidad hasta que la Luna Sangrienta acabara. Ya luego podría dejar escapar todo aquel dolor que la invadía.

Volvió a tomar el álbum y sacó de allí la foto de su pequeño.

Observó atenta el brillo en los ojos del niño y se preguntó cuando fue que lo había perdido. Quizás había sucedido desde que le había prohibido juntarse con aquellos humanos que decían "ser sus amigos", pero ella sabía cuáles eran las intenciones de esas personas con su pequeño.
Lo pondrían en su contra y le inculcarían a seguir los malos pasos que ellos daban.
Lo lastimarían al igual que lo hicieron con ella.
No permitiría que quitarán aún más el brillo de los ojos de su pequeño TaeHyungie.
Antes deberían matarla.

Acercó la fotografía a su pecho y la estrujó tan fuerte como sus manos se lo permitían imaginando que era el cuerpo de su pequeño el cual abrazaba tan cálidamente.
Las lágrimas zurcaban más abundantes que antes y su corazón se estrujaba aún más al sentirse sola.
Lamentaba tanto no abrazarlo antes.

Definitivamente no permitiría que nadie lastimara a su pequeño. Ella lo cuidaría. Y si eso implicaba encerrarlo hasta que la Luna Sangrienta terminara. Así lo haría.

Cacería De Brujas [HopeV] ✧\(>o<)ノ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora