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El silencio dentro de aquel vehículo era tranquilo.
Tanto así que el joven se perdió observando el perfil del cazador, sin observar el camino por el cual se dirigían.

El auto se detuvo frente a una casa y el cazador volteó su rostro hacia el menor que lo acompañaba como copiloto. Le agradaba en cierta manera la compañía de aquel joven. Era una presencia cálida y tranquila.

Apagó el motor y desabrochó su cinturón de seguridad logrando captar la atención del joven que luego de unos segundos lo imitó con un cierto grado de duda en sus ojos.

- ¿Dónde nos encontramos señor? - preguntó el menor.

- Está casa es el lugar donde me crié - respondió el cazador sin mirarlo y una fuerte opresión se apoderó de su pecho al recordar a su hermana.

- Wow, este lugar debe ser muy especial para usted - habló TaeHyung observando por la ventanilla del auto la estructura de aquel lugar.

Por un momento la mente de TaeHyung había divagado en la posibilidad de que aquel cazador lo llevara a un lugar remotamente abandonado y apartado del resto de la sociedad, para atacarlo de quién sabe que manera, pero todos sus pensamientos fueron descartados al ver tan bello lugar.
No tenía para nada la apariencia de una casa deshabitada y hasta podía sentir la calidez del lugar perforandole los huesos, a pesar de no haber ingresado aún en ella.

- Bajemos - ordenó HoSeok posando su mano en la manecilla de su puerta y acto seguido abriendo la puerta.

Segundos después TaeHyung imitó la acción. Al bajar observó el color verde del césped y un delicioso aroma a rosas lo envolvió haciéndolo inhalar profundo aquella dulce fragancia. Era suave y dulce.
Cerró con cuidado la puerta para observar como el cazador se acercaba hacia donde se encontraba y colocando una mano sobre su espalda lo invitaba a acompañarlo hacia la puerta de aquel lugar.
No comprendía la razón de haber llegado hasta aquel lugar, de bajar del auto, de permitir aquel tacto que parecía tan cercano, pero sobretodo de acompañar a él cazador hasta esa casa.

Su cuerpo sufrió un escalofrío y se tensó al comprobar que realmente el lugar no lucía abandonado; es más aquel sitio era perfectamente cómodo como para vivir allí tranquilamente. El estilo hogareño, el pequeño pasillo que llevaba a la sala decorada de una bella chimenea, la cocina finamente decorada y arreglada, y dos o tres puertas que de seguro guiaban a habitaciones.
Era el sitio ideal en el que cualquier persona querría pasar unas hermosas vacaciones o en cualquier caso disfrutar de un retiro para encontrar paz.
Aquella era la palabra correcta para definir lo que sentía en aquel lugar. Paz.

Sintió a HoSeok colocarse tras de él y los latidos se le aceleraron de una manera descontrolada al sentir como las manos del cazador se dirigían a sus hombros y lentamente le quitaba la mochila de los hombros en un acto de caballerosidad.
Sus mejillas se tornaron rojas tan solo de sentir el roce de los dedos del cazador sobre la tela de su uniforme y no pudo evitar sentirse invadido y temeroso por aquello.

- ¿Te sientes bien? - la voz lenta de HoSeok lo devolvió a la realidad de aquel momento - tus mejillas están rojas, ¿Seguro no tienes fiebre o algo? - preguntó intentando tocar una de sus mejillas, pero las manos del menor fueron más rápidas que las suyas.

- Sí, sí, estoy bien, perfecto - habló rápidamente llamando la atención del cazador quien lo miró con confusión en los ojos.

- Si gustas, puedes sentarte en uno de los sillones de la sala - sugirió mientras colocaba la mochila del joven sobre un perchero cercano a la puerta - yo preparé un café ¿O prefieres un té? - agregó quitándose su abrigo y colocando también sobre el perchero.

TaeHyung no salía de su asombro y solo observaba con asombro a aquel hombre frente a él, que bien podría estar intentando dormirlo de alguna manera posible para hacerle algún tipo de daño.
Pero por más que intentaba pensar en alguna de aquellas acciones, su mente las borraba de inmediato instalando en cambio aquellos recuerdos en donde el cazador lo abrazaba y consolaba. Se negaba a creer que aquel hombre quisiera dañarlo de alguna manera.

El sonido de HoSeok aclarándose la garganta evidenciando que continuaba esperando una respuesta lo hizo sentir aún más apenado por mantenerlo allí sin decirle siquiera una palabra.

- Un té sería grandioso - dijo luego de un largo silencio.

- De acuerdo, un té será entonces - habló HoSeok haciendo énfasis en la palabra té de una manera muy dulce - siéntate, por favor, enseguida regreso - agregó para luego irse rumbo a la cocina.

Continuaba sin entender el comportamiento del cazador.
En aquellos momentos podría estar conversando con sus amigos mientras cada uno se dirigía a su hogar; podría estar ingresando en su hogar y ser ignorado nuevamente por su madre.
Pero en cambio se encontraba en aquella casa, junto a el cazador de brujas que lo había besado aquella noche y que lo había ido a buscar a su escuela. Se encontraba en ese sitio apartado de sus amigos, pero que al mismo tiempo se sentía tan familiar y pacífico que lo hacía desear quedarse allí por toda su existencia.

Se sentó sobre uno de los sillones y reposó su cuerpo sobre el respaldo de éste, disfrutando de la comodidad que brindaba.
Cerró sus ojos por unos segundos inhalando el dulce aroma a café proveniente de la cocina y pronto su mente comenzó a crear bellos paisajes que inspiraban paz.

Todo había desaparecido, el cansancio, el dolor de ser ignorado, el echo de ser brujo, la presión de ser el que convenciera a "la bruja blanca", y sobretodo su anhelo de ser un humano como el resto.
Su respiración se volvió más profunda y luego de unos segundos sus latidos siguieron un mismo y suave compás.

- ¿Taehyungie? - la voz lo llamaba con una dulzura que le era imposible resistirse a no mirarlo.

- ¿Qué quieres Hobi? - preguntó cruzando sus brazos sobre su pecho mientras enseñaba un puchero con sus labios - estoy enojado contigo - determinó mirándolo a los ojos.

- Perdóname, yo no sabía que ese era tu libro favorito - dijo el contrario parándose frente a él - te lo compensaré, dime ¿Qué hago? - suplicó.

- No puedes reemplazar ese libro Hobi, era mí favorito y ahora está arruinado - sentenció sin siquiera mirarlo.

- ¿Y... Si lo escribo de nuevo para tí? - preguntó el jovencito de cabellos negros regalándole una sonrisa - además me ofrezco a leertelo cada noche - añadió sin dejar de sonreír.

- ¿Harías eso? - cuestionó él mientras sus latidos se aceleraban y un brillo se instalaba en sus ojos - ¿Lo harías por mí? - agregó completamente ruborizado.

- Claro que lo haría TaeTae - contestó el pelinegro mientras sus ojos desbordaban alegría - después de todo, no hay nada que yo no haría por tí - agregó acercándose hasta él para quedar frente a frente.

TaeHyung lo rodeó por la cintura con sus manos mientras el pelinegro rodeaba con cariño su cuello con sus brazos juntando sus frentes en un movimiento cargado de cariño, para luego juntar sus labios en un suave, delicado y tierno beso.

TaeHyung se despertó asustado y con un leve sudor en su frente por los sentimientos experimentados durante su sueño.
Se percató que unos ojos negros lo observaban atentos, estudiando cada una de sus expresiones.
HoSeok se encontraba sentado frente a él en otro sillón sin pronunciar ninguna palabra mientras el humo de las tazas invadía la sala.

La voz de HoSeok de escuchó de repente sacándolo del recuerdo de su sueño, desconcertandolo en el proceso.

- Entonces - dijo llamando su atención - ¿En tus sueños yo también te beso o sólo tú lo haces? - preguntó sorprendiendo al menor.

Cacería De Brujas [HopeV] ✧\(>o<)ノ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora