12🔮

164 25 2
                                    

HoSeok caminaba de un lado a otro buscando libros y colocándolos sobre la mesa donde el joven torturador JungKook se encontraba leyendo y repasando varias e incontables maneras de torturar a una bruja.

Desde que había llegado a la casa de su mentor, el gran cazador Jung HoSeok, había adquirido bastante información sobre como diferenciar a las brujas de los humanos, como ocultar sus pensamientos cuando estaba capturando a una bruja (debido a que ellas podrían utilizarlos en su contra) y como torturarlas de manera simple, pero dolorosas evitando matarlas.
No importaba qué tanto repasara aquellos libros, siempre le impactaba la rudeza con la que los antiguos cazadores torturaban y mataban a las brujas o brujos. Aunque no sentía pena por ellas, porque en definitiva no eran merecedoras de ningún tipo de lástima.

Aquel día en especial, el clima era el ideal para rememorar aquellos métodos de tortura.
Los nubarrones y los constantes rayos le ayudaban a concentrarse.
Por momentos guiaba su mirada hacia la ventana de la sala para observar como el cielo se oscurecía de golpe gracias a la tormenta.
Un ligero humo acompañado de un abundante olor a café invadió sus fosas nasales y al voltear su rostro se encontró a su maestro con una taza de café frente a él.

- Ten, te ayudará a concentrarte - aseguró el cazador mientras observaba el clima por la ventana.

- Oh, señor no hacía falta - habló apenado el joven mientras posaba sus manos sobre el libro abierto sobre la mesa.

- Anda, bébelo - ordenó el de cabellos negros - lo necesitas, además te servirá para continuar leyendo - agregó observando los libros.

- Muchas gracias señor - respondió el menor tomando la taza de café con sus manos y luego de soplar unos minutos bebió un poco del líquido amarronado.

- Debo salir un momento - habló HoSeok tomando su sobretodo negro que se encontraba colgado en el perchero frente a la puerta.

El menor admirando el paisaje oscuro, dejó la taza sobre la mesa y corrió hacia la biblioteca que tenía HoSeok en la sala y tomó de un canasto un paraguas grande negro.

- Tomé señor - dijo extendiendole el paraguas a HoSeok.

- ¿Y esto? - preguntó observando los ojos marrones de su pupilo.

- Se acerca una gran tormenta - habló con seguridad - no tardará mucho en llover y no estaría bien que se empapara de camino hacia donde va - agregó con una pequeña sonrisa - o que sucediera eso cuando regresara a su hogar - concluyó.

- Tienes razón - analizó HoSeok mientras tomaba el paraguas con su mano derecha - sabes cuáles son las reglas de la casa - le indicó al menor, mientras comprobaba si había guardado las llaves, su billetera y su móvil - si no llego a la hora de la cena, solo cierra todo y duerme tranquilo, ¿De acuerdo? - informó mientras abría la puerta de la casa.

- Así lo haré señor - respondió el menor realizando una reverencia - ¿Quiere que le prepare algo para cenar? - se animó a preguntar observando el suelo.

- Claro que no - repuso el cazador sosteniendo la puerta, para luego salir de allí - estás aquí para ser mí pupilo, no mi sirviente - le dijo con una sonrisa, enseñando sus hoyuelos.

Cuando HoSeok desapareció de la casa tras cerrar la puerta; el joven JungKook se quedó allí parado por más de quince  minutos. Algo le pasaba a su corazón cada vez que su maestro tenía algún detalle hacía él; como aquella simple y sencilla taza de café humeante.

Podía observar como las hojas de los árboles giraban sobre las veredas debido a las no tan suaves ráfagas de viento.
Definitivamente el agua no tardaría mucho en hacerse presente, pero si continuaba trotando a aquel ritmo quizás podría ganarle a la tormenta y podría llegar a su casa sin mojarse ni un solo mechón de pelo.
Todo iba bien, todo estaba saliendo como él quería, hasta que gracias a una escurridiza hoja su pie resbaló y en su vano intento por evitar caerse, su mochila se resbaló de su hombro, abriéndose en el proceso y logrando así que sus hojas salieran despedidas de su interior.

- De acuerdo, esto no puede ser peor - pensó para sí mismo mientras juntaba una por una las hojas de sus trabajos de escuela.

Las pequeñas gotas de lluvia comenzaron a dejar sus marcas sobre la vereda donde el joven de cabellos rojizos se hallaba juntando sus hojas.
Y poco a poco la típica melodía de los días lluviosos se hizo presente.

- No, no, esto tiene que ser una broma - se quejó el joven observando el cielo y sintiendo las gotas golpear con suavidad su rostro - permíteme aunque sea llegar hasta mí casa - añadió juntando con más rápidez sus pertenencias.

La lluvia se hizo aún más intensa al momento en el que terminó de juntar sus hojas y se colocó la mochila nuevamente sobre sus hombros. El clima no estaba de su lado en aquel momento.
Comenzó a caminar lentamente, ya que no le importaba mojarse por completo. El camino hacia su casa se volvía más lejano y tedioso gracias a la lluvia.
Mientras caminaba observando el suelo, le llamó completamente la atención unos zapatos negros que se detuvieron frente a él y de un momento a otro dejó de sentir las gotas de lluvia golpear su cabeza y cuerpo.

Al levantar la vista, halló aquellos ojos oscuros qué tanto había anhelado ver durante aquellas dos semanas, luego del incidente de aquella noche.
Frente a él, sosteniendo un gran paraguas negro y cubriendo su cuerpo con un sobretodo negro, se encontraba el cazador de brujas Jung HoSeok.
Su mirada profunda y seria lo obligaba a solo contemplarlo sin pronunciar palabra alguna.

- Hola - la voz del cazador le brindaba tranquilidad.

- Ho... Hola - se animó a responder mientras guiaba su mirada por todo el rostro del contrario.

- ¿Es qué acaso buscas enfermarte? - escuchó la voz del cazador como si estuviera regañandolo, pero como si estuviera preocupado a la misma vez.

- Lo, lo siento - se disculpó con una pequeña reverencia - es que al salir de mí casa, olvidé traer mí sombrilla conmigo - explicó el de cabellos rojizos mientras su rostro se teñía por la vergüenza.

- Debes de prestar más atención al clima al salir de tu hogar - le aconsejó tomando su mano derecha y colocando sobre ella el mango del paraguas que antes sostenía - ten, al menos esto evitará que continúes mojandote - agregó observándolo a los ojos.

Un intenso escalofrío recorrió su espalda por completo haciendo que temblará frente al cazador, lo cual solo provocó que el contrario lo observara en señal de reproche.

HoSeok solo lo pensó un momento y luego de guardar su billetera y móvil en los bolsillos de su pantalón, retiró de su cuerpo el sobretodo que lo cubría de la lluvia.
TaeHyung lo observó con asombro sin lograr realizar ni un paso para alejarse de allí.

- Esto te mantendrá caliente - habló mientras le colocaba por sobre los hombros el abrigo que antes tenía puesto.

- No... Yo no - las palabras no lograban salir de su garganta.

- No aceptaré una respuesta negativa - sentenció HoSeok mientras acomodaba el abrigo sobre el muchacho - es mí disculpa por aquel beso - añadió apartandose del camino de TaeHyung y desapareciendo bajo la lluvia.

El corazón de TaeHyung latía descontrolado mientras sentía sobre su cuerpo la cálidez del abrigo proporcionado por el cazador y como sus mejillas se coloreaban por la acción de éste.

Cacería De Brujas [HopeV] ✧\(>o<)ノ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora