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El camino se había vuelto largo y tedioso.
Lo odiaba, realmente comenzaba a odiar su trabajo.
Pero había jurado frente a la tumba de su hermana que haría justicia, que vengaría su muerte y así lo haría sin importar a quien o quienes dañara en el proceso.
Sus ojos picaban de una manera extraña. Picaban de la misma manera que aquella vez en la que vió a su hermana morir.
¿Cómo lograr olvidarlo?

“Aquel día el frío envolvía la ciudad, aunque dentro de su hogar no se sentía la intensidad del invierno.
La estufa se hallaba prendida y frente a ella su hermosa hermana de tan solo 12 años preparaba lo que sería la cena esa noche.
La cálidez de su voz al tararear la canción que le cantaba para poder dormir llenaba su corazón y lo hacía sonreír enormemente enseñando sus bellos hoyuelos. Definitivamente aquella noche era la más bonita de todas.

Un sonido proveniente del fondo de la casa llamó la atención de ambos hermanos. Ellos recordaban que no estaba permitido salir de sus hogares a altas horas de la noche, pero aquel día no era tan tarde como para evitar revisar.

JiWoo apagó la estufa y se acercó a él colocando una mano sobre su hombro y colocó uno de sus dedos sobre sus labios indicándole con ello que mantuviera el silencio, así aquello que se encontraba afuera, sea lo que sea, se iría. Unos largos minutos pasaron y el sonido parecía haber cesado.

La puerta fue golpeada tres veces suavemente dando a entender que alguien se hallaba detrás de ella esperando ser atendido.
La joven niña caminó hacia allí temerosa de abrir hasta que escuchó aquella voz familiar.

- Niños, ¿Están despiertos? Es la tía TaeYeon - la voz era dulce como la misma miel.

Los latidos acelerados de JiWoo se calmaron para dar paso a la tranquilidad. Observó con ojos amorosos a su pequeño hermano HoSeok y le regaló una sonrisa. Se sentía tan bien en aquellos momentos.
Volvió a mirarlo y arreglando sus ropas y cabello le susurro con ternura.

- Hoseokie, la tía TaeYeon a venido a vernos - habló la niña notando la felicidad en el rostro de su hermano pequeño - la invitaremos a cenar, ¿Qué te parece? - prosiguió mientras se arrodillaba frente a él y le colocaba mejor su abrigo.

- Yeeeeiiii, la tía TaeYeon vino a vernos - la vocecita de HoSeok era tan tierna que podría derretir el corazón de cualquiera; hasta el de una bruja.

- Eso si - habló JiWoo levantándose y limpiando sus rodillas - si algo sale mal está noche Hoseokie, no permitas que nadie jamás te encuentre ¿Me lo prometes? - añadió acunando el rostro de su hermanito entre sus suaves manos.

- Lo prometo Noona - dijo el niño enseñándole el dedo meñique, con el que realizaban sus promesas.

La puerta se abrió dejando ver detrás de ella a una hermosa mujer de cabellos oscuros, ojos profundos, labios rojos y piel canela.
Al ingresar en el hogar observó a la niña de pies a cabeza analizandola por completo, como intentando ver a través de ésta. HoSeok se acercó hasta quedar frente a la mujer y realizó una reverencia demostrándole respeto, JiWoo le había enseñado a tratar con el debido respeto a la gente adulta.
La mujer asintió aceptando la reverencia y le regaló una sonrisa un tanto rara a ambos niños.

- ¿Estaban por cenar? - preguntó llenando sus pulmones del delicioso aroma proveniente de la cocina - eso huele delicioso - acotó pasando su lengua por sus labios.

- Gracias tía - habló JiWoo realizando una reverencia e invitándola a tomar asiento - estaba terminando de preparar la cena para mí y Hoseokie - agregó la chica señalando a su pequeño hermano.

- ¿Qué les parece si hoy los invito a cenar en mí casa? - preguntó acercándose hasta la silla y colocando sus manos sobre el respaldo de ésta.

- Oh, se lo agradecemos tía TaeYeon, pero no queremos ser una molestia - contestó la niña acercándose al pequeño y colocando sus manos sobre los hombros del menor.

- Creo que me expresé mal - se corrigió la mujer pasando una mano por su cabello negro - irán a cenar a mí casa - habló cambiando por completo su tono de voz - y no aceptaré un no por respuesta - sentenció con un brillo cínico en sus ojos.

JiWoo sabía que no podría desobedecer las órdenes de aquella mujer o pondría en peligro a su pequeño hermano y no podría soportar eso. Antes de ver a su menor lastimado prefería aceptar cualquier cosa, sin importar que fuera. Accedió sin protestar la invitación de aquella mujer.

- Gracias - habló observando a la mujer que aún los miraba con aquel brillo en sus ojos - permítanos ir por nuestros abrigos, Hoseokie está desabrigado - agregó encaminándose hacia la habitación.

- Aquí los espero - respondió la mujer, con malicia.

JiWoo alzó a HoSeok en brazos y entró en la habitación para luego cerrar la puerta y colocar silenciosamente el seguro en ella. Observó a su pequeño hermano una vez más y sus ojos se cristalizaron. Lo protegería no importaba nada más que la seguridad de su pequeño hermanito.
Susurró unas palabras cerca de él y tanto los ojos como el cabello del niño pasaron de ser castaño claro a volverse negros como la misma noche.
Colocó sobre el cuerpo del niño otro abrigo y ambos salieron de la habitación.

La mujer los observaba con sus ojos completamente abiertos, admirando la belleza de la niña frente a ella. Aquella era la bruja blanca más hermosa que había visto en su vida.
Sus labios se abrieron más ninguna palabra salió de ellos.

El frío de la noche golpeó de manera violenta el rostro de ambos niños, los cuales temblaron agarrados de las manos de aquella mujer la cuál no pudo evitar esbozar una sonrisa.
El camino por el cual se dirigían no los conducía hacía la casa de aquella mujer y ellos lo sabían debido a que se conocían el recorrido de memoria. Muchas veces habían asistido al hogar de Kim TaeYeon para escuchar curiosas historias sobre aquel pueblo y los habitantes que antes vivían en el.

Sin comprender muy bien, el porque aquella mujer hablaba como si conociera aquel lugar desde muchísimos años atrás”

El auto se detuvo nuevamente sobre aquella institución y como si fuese algo de vida o muerte bajó la ventanilla del vehículo para poder respirar mejor.
Antes de darse cuenta de lo que hacía se encontró caminando decidido hacía el interior de aquel edificio.

Su camino se cruzó con uno de los que suponía era un  docente.

- Disculpe señor - la voz del hombre lo tomó por sorpresa - ¿A quién busca? - preguntó con tranquilidad.

- Estoy buscando a un joven de cabellos rojizos - sin darse cuenta su voz comenzaba a cortarse poco a poco sin comprender bien el porque - su nombre es... su nombre es Kim TaeHyung - agregó dudoso.

- Oh, ya veo, ¿Y usted es? - cuestionó el hombre haciendo que su mente se nublara por completo.

No sabía que responder, aquello no estaba en sus planes y tampoco podía admitir a los cuatro vientos su trabajo como cazador.
Era una completa locura.
Se disponía a marchar cuando una voz lo detuvo.
Era él. Sabía que era él. Podía reconocerlo con tan sólo escuchar su voz.

- Tío, si viniste a buscarme - habló el joven tomando por sorpresa a ambos hombres - aunque no hacía falta que lo hicieras - agregó acercándose al cazador. 

Cacería De Brujas [HopeV] ✧\(>o<)ノ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora