10

309 30 8
                                    


Respiración agitada, taquicardias, euforia; la psilocibina irrigaba todo el cuerpo del trovador, el cual era un novato en ese tipo de experiencias.

Se reía incontrolablemente. Todo su ser cosquilleaba al sentir el agua recorriéndolo y él se estremecía.

-Qué es esto? Nunca me había sentido así-  Exclamaba Rododendro extasiado. Sus sentidos se habían agudizado y sin duda se sentía extraño, pero no le desagradaba.

- Ya sé, carnalito, se siente como estar en el cielo-  Dijo Pascua

- a-algo así- Dijo Rodo mirando fijamente al filósofo. Al parecer las setas lo hacían ver aún más hermoso.

De pronto, su visión se desenfocó. El mareo le hizo perder el equilibrio por un instante.

Pascua, estando más alerta que de costumbre, rápidamente se colocó detrás suyo para evitar que cayera al piso.

- Te tengo, Rodo- Dijo entre las risas que el psicotrópico le provocaba. 

El poeta no pudo evitar sonrojarse y al notarlo, se cubrió el rostro con las manos, causando en el filósofo una sensación de ternura. 


****************************************************************

Perspectiva de Pascua:

Qué loooooco! Era la primera vez de Rododendro en el mundo de los honguitos mágicos y tengo que admitir que se ve tan inocente, como un pequeño huevito que apenas está descubriendo su entorno. A cada rato me preguntaba si era normal ver o escuchar ciertas cosas, a lo que yo le contestaba que sí, tratando de mantenerlo lo más relajado posible para que no se malviaje.

-Woooooow!- decía viéndome a los ojos, con esas pupilas tan enormes que tiene. -No había notado que tuvieras tantos colores!".-

- pues a wilson, carnal, soy un huevo de pascua, qué no? Qué fueeeeerte! Viste?-

Le saqué una sonrisa. De pronto, creo que los hongos me afectaron de más, porque ya no veía en él a Rododendro, sino a... Ferdinand?

¿Qué nos pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora