¿Qué nos pasó?

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-P-Pascua! A-aquí estoy!- Clamaba el cansado trovador, el cual trataba desesperadamente de llamar la atención del hippie.

-Pascua....- Jadeó mientras se sostenía de la pared al sentir que sus piernas estaban al borde del colapso.

El hippie volteó a verlo, exhalando una bocanada del humo de su porro. Estaba incrédulo. Le costaba pensar que Rododendro y Gabrelle hicieran todo eso para salvarlo

-C-carnalito- El de rastas intentaba contener el llanto. Tenía tantas ganas de abrazarlo que si no estuviese atado a esa silla, podría incluso tirarse encima suyo.

Rododendro se apresuró a cortar las sogas que ataban a Pascua, con miedo de que alguien entrara y los viera.

Mientras tanto en el andamio, Gabrelle batallaba por subir debido a su baja estatura, sin embargo sabía que debía distraer a los demás albañiles antes de que fueran en busca de Rodo.

-Tu compañero ya se tardó mucho en el baño, no?- inquirió el maestro de obras levantando una ceja

-se me hace que se fue a chupar, Maistro Dieggo- respondió Filoteo en su afán de lamer las botas de su superior

-no le han dicho que hay ley seca? Además no se puede chupar en horas laborales...

A menos que invite...- 

-pus hay que ir a buscarlo-

Gabrelle debía hallar rápido una excusa para disuadir a los albañiles de entrar al edificio. No podía bloquearse ahora, a pesar de que la cruda hiciera que el cerebro no le carbure correctamente.

-NO!- Gritó el poeta, extremadamente alterado

-por qué no, maistro?-

-eh... porque... p-porque....-

No, Gabrelle, este no es momento de pensar estupideces, hay que impedirlo y rápido 

-porque... eh...-

-ahora a ti qué te pasa? Ya te dio golpe de calor?-

-no, es que..- 

Gabrelle volteó para los dos lados, para posteriormente notar la presencia de la Spirs, quien caminaba con una cara de asco al estar en un sitio de tan "baja categoría"

-ya vieron a ella? Qué hermosa hueva, me cae, qué hermosa hueva...- señaló a la rubia con la esperanza de que los trabajadores de la construcción desviasen la mirada...