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-Estoy seguro que ahí se asomó Gabrelle-  El poeta entrecerró los ojos tratando de comprobar que era cierto,  sin embargo su vista estaba demasiado borrosa como para saberlo.

Gabrelle, por su parte, observaba desde afuera al de la cabellera castaña y las dos féminas que lo acompañaban. Sabía que hablaban de él. Tenía tantas ganas de entrar y hablarles, sin embargo no sabía si era el momento adecuado para ello.

Cuando la necia de Inés decidió ir a pedir una copa y la sargento Kie Hue Bo Ta fue tras ella a evitar que la tomara, el de la capa azul supo que era hora de actuar.

-Rodo? No me vas a creer- Dijo Gabrelle acercándose a la mesa donde estaba el melenudo.

-G-Gabo? Qué haces aquí? Si Ferdinand te descubre seguro te cuelga-

-La verdad ya me vale lo que haga, ni novios somos ya-

- Wow, no sabía que cortaron, dime, cómo te sientes de haberlo hecho?-

-Quién sabe, todavía no me cae el veinte-

-lo único que puedo decir es que él salió perdiendo, pero pues ni modo, era muy poca cosa para ti-

-Ah si?-

- No te merecía ese Ferdinand, la neta-

Gabrelle suspiró mirando a través de la copa de Rododendro.

-Y dime, cómo decidiste dar el paso?- El castaño inclinó la cabeza, mirándolo atentamente.

-Eh... Es un poco complicado...- El poeta se encogía de hombros.

-y eso? Por qué ?-

-Eh... no sé si debería contarte esto...-

-No me digas que te pegó otra vez-

-No exactamente...-

-Eh? A qué te refieres?-

- es que no me pegó en la cara, sino en el corazón....-  Gabrelle se lamentaba mientras Rododendro dio un trago a su licor. 

-Ferdinand me engañó con Pascua- 

Rododendro escupió el alcohol de inmediato. No podía creerlo y menos tratándose de ese hippie que tantos suspiros le robó.

-QUEEEEEEÉ?!!- La voz del trovador resonó en todo el bar. -No es posible! Pascua y.... F-Ferdinand?-

- lo sé, cuesta imaginarlos pero es cierto, el mismo Pascua me lo confesó-

-No me digas que siguen juntos-

-Hasta donde yo sé, no, sólo fue durante el reality-

-vaya...-

Múltiples cabos se ataron en la cabeza de Rododendro. Ahora entendía por qué a Pascua le molestaba tanto saber de su relación con Gabrelle y el rechazo que el gordo le propinó en repetidas ocasiones. Esa canción del haragán que escuchó cantar a Pascua a lo lejos... Claro! Todas esas indirectas tienen nombre y apellido. 


¿Qué nos pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora