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De pronto, un radio comenzó a vibrar, llamando la atención de los huevos alrededor, por lo que aquella misteriosa entidad se alejó de la muchedumbre para responder al llamado.


" Dónde estás? te estamos esperando"  Se escuchaba una voz entrecortada en el radio.

-Disculpe la molestia, pero justo estoy intentando desenmascarar a un alien que se está haciendo pasar por un huevo común y corriente...- Respondió la misteriosa figura, susurrando.

" Se le solicita en el eggnterprise inmediatamente"

-pero...-

" ya me oyó, es urgente"

- entendido...-


Los huevos y huevas notaron cómo la figura se disolvió en el aire, al teletransportarse.

Miraron con cara de asombro un momento, pero después, los ojos volvieron a posarse en los poetas que acababan de salir de aquella edificación.

Los tres trovadores, ataviados en sus icónicos trajes, hicieron su triunfal aparición frente a todos.

- Me extrañaron? - Dijo el robusto "líder" del grupo, recibiendo posteriormente un codazo por parte de su novio.

Los fanáticos gritaron de emoción.

Entre la multitud, dos huevos se abrían paso, tomado de las manos.

Así es, son nuestros protagonistas.

- Carnal...- El de rastas jalaba el brazo de su compañero - por qué te da tanto miedo?-

- Estamos rodeados de fans de los poetahuevos, es obvio que vamos a ocasionar un escándalo si interrogamos ahora-

- relájate, carnalito- El hippie hablaba en su tono calmado de siempre, el cual hacía que Rododendro sintiese mariposas revoloteando dentro de él. -Mira, no vienes solo, ok? tienes todo mi respaldo, además nosotros venimos en son de paz, nada de armarla de pedo-

-Tienes razón...- suspiró el de la cola de caballo, tratando de calmar su ansia.


Después de múltiples empujones, pisotones, arrimones y unas cuantas mentadas de madre, lograron posicionarse hasta enfrente. Como era costumbre, Pascua iba calmado, pero con cierta determinación, mientras que Rododendro sólo podía aferrarse a la mano del filósofo para sentirse algo relajado, ya que sin la ayuda del alcohol, el pobre era un manojo de nervios.


- Carnal... Hey, Carnal... - Pascua hacía señas con las manos. -Ferdinand...-

El aludido volteó para cruzar la mirada con el rastudo, cuyas esperanzas de formar una relación se habían hecho trizas. 

Ferdinand torció los ojos. -Otra vez tú? Supérame, no? Sé que soy mucho mejor que tu novio pero pues ya no me busques-

Pascua quería llorar, pero decidió aguantarse para no mostrar vulnerabilidad frente a Rododendro, a quien, de cierto modo, ya le había tomado bastante cariño.

- N-No, carnal, a ti ni quién te fume, a quien vinimos a ver es a él- Señaló a Tenorio, quien aún portaba la capa y la peluca.

- ves, Ferdinand? te dije que yo también tengo mis admiradores- 

A Rododendro se le salían las lágrimas.

- N-no son tus admiradores, esos que ves ahí son MI FAMILIA, porque me apoyaron cuando iniciamos este proyecto-

-Y tú qué? sólo eres un imitador mío-

-No es verdad, YO SOY RODODENDRO!!- Exclamó el trovador, encendiendo la furia de los fanáticos, quienes creían que el pobre Rodo era un impostor, por lo que se dispusieron a linchar al supuesto farsante.

Rododendro y Pascua se echaron a correr con toda la multitud detrás.

Mientras tanto, Tenorio sólo observaba, allí, sonriendo afablemente...

¿Qué nos pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora