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Perspectiva de Rododendro***


¿Esto está pasando? ¿Realmente está pasando?

Un éxtasis supremo se ha apoderado de este frágil cascarón. Es que Pascua comenzó a besarme de una manera tan... Apasionada?

Fue tan espontáneo y yo sentí como si estuviera en Júpiter. De verdad, esta sensación jamás la había experimentado en mi vida. Obviamente no iba a poner resistencia, es más, yo le correspondí el beso, diciéndole con ello lo mucho que me gusta desde que me encontró crudo esa vez. 

Esa vez, esa infame ocasión, cómo me gustaría repetirlo...

Bueno, obviamente la resaca es algo que me saca demasiado de mis casillas, pero si tengo que sentirme mal de nuevo para que mi bello rastudo me cuide de esa manera que sólo él sabe...

Salí de mi desvarío y noté que Pascua se alejaba un poco de mí. No entendía lo que pasaba, se le notaba inquieto y yo me preocupé un poco. -"hice algo malo?"- pensé, mientras el hippie lanzó su gorro al piso. Yo sólo rogaba que no fuese otra rabieta o algo por el estilo.

Pero en eso, noté que su incomodidad venía de la sensación de la ropa mojada, así que cuando lo vi desnudarse, mi corazón se aceleró.

-chales carnalito, me siento todo pegajoso- Se quejó el hippie, abanicándose con la mano.

Esa situación me tenía tan... Nervioso? O realmente no sé qué sensación es esta, pero es tan intensa que me hace temblar sin control.

-Estás bien? por qué tiemblas?-

- E-eh...- Me costaba tanto hablar, juro que a pesar de que en serio deseaba decir algo, la voz nomás no me quería salir.

-Tienes frío o qué?-

Yo sólo asentí para intentar acabar con la incomodidad del momento, pero Pascua tenía otros planes, ya que no dudó en abrazarme fuertemente.

Sentía todo su cuerpo arroparme, estaba al borde del colapso.

El filósofo es algo delgado, pero con los brazos rígidos. Tanto que me sentí protegido, pero a la vez tan vulnerable.

No pude soportarlo más, mi vista se nubló, mis piernas se volvieron gelatina y de pronto...




suelo....








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