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-Q-que tú... qué?-  El trovador se sonrojó como nunca lo había hecho en la vida.

- sí, carnal, escuché todo-

-Ay no, no, no...- 


Se abrió la cortina, revelando a un embelesado filósofo. 

Rododendro trató de cubrirse con las manos al sentir la mirada penetrante del hippie sobre él.


-E-espera! n-no entres!-


A pascua le valió tres hectáreas que el poeta estuviese ahí dentro. Se metió en la ducha con todo y ropa. Rododendro sabía que era confianzudo, pero no esperaba que llegara a ese extremo.

-chale carnal, te dio frío o qué pedo?- El filósofo escaneó con la mirada al trovador, notando que su piel se había erizado.


-E-eh...-

-ay no me mires así, estamos en confianza... O qué? nunca te habías bañado con alguien?-

-p-pues no...-

-hay una primera vez para todo-


Rododendro se puso más rojo aún, su cuerpo temblaba al imaginar lo que podría suceder en ese momento.

-por qué tan rojo, carnal? traes fiebre o qué?-

-e-es que no me acostumbro a que alguien más me vea mientras me baño...-

-ah, en ese caso...-  El hippie soltó una risilla -tengo un remedio muy bueno para los nervios-

-a-ah si?-

-a wilson, tú confía en mí- Dijo sacando algo de su bolsillo. Era un hongo de extraña apariencia, la cual provocó una arcada en el trovador, quien miraba con escepticismo a Pascua. Después de mucho insistir, aceptó y decidió comerlo.

El sabor de aquello era peculiar. Rododendro se aguantaba las arcadas para que el hippie no se burlase de él por no poder tragarlo. Lo hizo con dificultad y soltó un suspiro. 

Pascua mostraba una sonrisa que le decía a Rododendro que algo estaba por pasar...


Después de ello,  se sintió extraño, sus manos se entumecieron y su vista se comenzaba a distorsionar. Una extraña euforia se apoderó de su ser.

-qué looooooco- exclamó el filósofo que también había consumido una seta.

-qué es esto? las paredes se están moviendo- 

-eso, mi querido Rodo, es el inicio de un viajezote-

-ah caray-

-no tengas miedo, agárrate de mí-

El poeta obedeció y se aferró a él como si se le fuera la vida en ello. 

Se sentía en las nubes, el calor y la seguridad que le daba Pascua era inexplicable. Así es como se siente el amor? o será la relajación que indujo esa seta en él?




¿Qué nos pasó?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora