Mi respiración se acelera cuando escucho los pasos de aquellos hombres moverse entre la oscuridad.
- ¿Estas seguro que se metió aquí? – la voz de uno de ellos se hace presente de nuevo.
- Sí idiota la vi como entró, hacia mucho que nadie entraba aquí pensé que estaba cerrado con candado – intento no soltar algún quejido aunque tenga mi boca tapada el escozor y dolor que sentía era tremendo.
- Yo creo que deberíamos buscar a otra esta tiene pinta de que se escondió bien – habla otro.
- ¡No! La quiero si no quieren buscarla se van mejor para mi la tendré para mi solo – ese era el mismo hombre que se había puesto en mi camino él del medio estaba segura.
Siento como el hombre que me tiene se mueve conmigo arrastrándome más al fondo de este lugar.
- Eh miren es sangre – me remuevo cuando me sigue arrastrando sin saber donde me llevaba.
- No está lejos – los pasos se empiezan a escuchar más cercanos mientras movían las linternas de sus móviles de un lado para el otro buscándome.
Siento como el hombre que me tiene mueve algo para después seguir arrastrándome.
Entonces siento como se aleja de mí, miro a mi lado al otro aunque este ahora de nuevo todo oscuro.
Camino tocando con mis manos una pared, intento coger aire muerta del miedo.
Porque no sabía quien era ni lo que era capaz de hacerme aunque pareciese que me estaba ayudando con los otros tipos.
Unos pasos se escuchan con claridad alejándose de mi y podría decir que era el mismo tipo que me estaba ayudando.
Suelto un jadeo fuerte cuando una puerta no muy lejos de mi se escucha cerrarse no muy fuerte.
Rápido llevo mis manos a mis bolsillos soltando un gruñido de lamento cuando no tengo el móvil encima si no en mi bolso que se había caído por algún lado al caer por las escaleras.
- ¡AHHHHHH! – de repente un grito de uno de los hombres se escucha afuera.
Me pongo en alerta de nuevo temblando todo mi cuerpo caminando entre la oscuridad ayudándome con la pared que tocaba con mis manos.
- ¡AHHHH! – pego un brinco cuando otro grito se escucha más de cerca.
- ¡VÁMONOS TÍO! – grita uno de los hombres.
Suelto un jadeo cuando tocó una puerta notando que no estaba cerrada del todo.
La abro caminando despacio sin poder ver nada aún.
Me detengo cuando justo por mi lado pasan corriendo y uno de sus móviles caen al suelo.
Veo como la pantalla se rompe.
Entonces yo también salgo corriendo cuando veo como el móvil es aplastado volviendo a ver todo oscuro.
No se donde voy solo corro en medio de la oscuridad hasta que me tropiezo con algo cayendo de nuevo al suelo.
Grito de dolor cuando me clavo otro cristal, llevo mis dedos temblorosos al cristal tocándolo para sacarlo de una.
Siento más cristales cerca eso me indica que estaba cerca de las escaleras por donde caí.
Gateo sin importarme si me clavaba otro cristal tocando el primer escalón.
Consigo alzarme para subirlas aunque fuera a gatas pero me detengo cuando escucho el crujir de uno de los escalones.
Miro a mi alrededor desesperada por no poder ver nada.
- Por favor no me haga daño – es lo único que sale de mis labios sabiendo que aquel hombre estaba muy cerca de mí.