Capítulo 38

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Iba a disfrutar cada segundo del sufrimiento de este ser porque no se merecía ser llamada persona.

En primera fila como debía ser.

Termino dándole los contactos que estaban cada uno de ellos apuntados en una libreta.

-Aquí están todos los contactos, son buenos compradores y responsables suelen pedir casi toda la semana hasta para sus colegas, dalos buenas cantidades por un precio justo y los tendrás siempre a tu lado no se irán a otro comprador - le digo dándole la libreta.

-Es bueno saber eso, pero... - me mira fijamente. - ¿Por qué motivo quieres retirarte hermano? No es por meterme en tus asuntos te respeto mucho por la persona que eres, la bestia, pero por lo que se este negocio te da mucha pasta para vivir de puta madre - me muestra una sonrisa al final.

-Si es verdad da mucha pasta para poder vivir con algunos lujos, pero también te da muchos dolores de cabeza además de problemas porque te arriesgas a que te pille la pasma en cualquier momento, quiero empezar una vida tranquila de una vez por todas - le digo sincero descartando lo de mi hermana Noa.

Esto lo hacía por ella, la vida me había dado una oportunidad para comenzar de cero y poder tener su custodia por fin, solo tengo que dejarlo buscarme un trabajo, aunque cueste tiempo y con él tiempo podre tener viviendo conmigo a Noa, ella se merecía un buen hogar no pasar toda su vida en un orfanato ya que ella no tiene la culpa de la vida que la toco y mucho menos tener un hermanastro traficante y delincuente, tenía que cambiar por ella para que tuviera una buena educación y un buen bienestar.

-Comencemos entonces con él trabajo - me sonríe siniestramente esta vez entrando de nuevo al almacén abandonado.

Cuando llegamos de nuevo hasta él donde su hombre le estaba vigilando me siento en una mesa de madera que estaba rota echa una mierda esperando a que él espectáculo comenzara.

Veo como su hombre le da una bolsa que estaba enrollada con una cuerda, cuando quita él nudo esta se abre viéndose diferentes armas y herramientas que se solían utilizar para torturar.

De nuevo el jefe porque de jefe ya no tenía nada comienza removerse claramente asustado porque sabía lo que le esperaba.

-Primero te quitare esos asquerosos dientes que tienes así me la podrás chupar mejor, que coste que no soy gay sin querer ofender a esas personas claro, pero me encanta hacer justicia por mi propia mano sobre todo a las personas como tú, eso de abusar de mujeres, pegarlas palizas está mal - se alza un poco poniéndose a su altura metiéndole aún más miedo. - Porque eso es de no ser un hombre, si vas a abusar y matarlas que tenga una buena razón si no, eres un puto ser que merece estar en él infierno - estaba de acuerdo en lo que dijo.

-¡NO LO HAGAS PORFAVOR! - grita suplicando como lo hizo conmigo.

-Él chico que ves hay - me señala haciendo que él me mirara. - Se llama Aiden es un hombre inteligente en él que pago para que terminara contigo, soy yo quien me quedare con tu precioso negocio y él que te hará lo mismo que hiciste a todas esas chicas que se ganaban su dinero porque no tienen donde caerse muertas, así que no me pidas clemencia y esas mierdas porque no lo hare nadie vendrá a salvarte - con eso empieza a negar rápido con su cabeza cuando le escucha y más cuando se acerca a él con unos alicates en su mano.

Él otro que vino con él le sujeta su cabeza abrigándole de malas maneras que abriera la boca sin importarle si le mordía o no.

Consiguen abrirle un poco la boca y solo basta eso para que meta los alicates comenzando la tortura quitándole un diente, luego otro, otro más y otra hasta que no le quedase ninguno.

Los gritos de él se escuchan en cada momento, mis oídos estaban disfrutando escucharlo como mis ojos ver como su boca se llenaba aun más de su sangre y como caían los dientes al suelo.

Perdido Entre Tus CurvasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora