Último capítulo ❤
Un tiempo más tarde...
Mis manos están pringadas, pero no hay mejor cosa que sea porque estoy trabajando.
Me remuevo saliendo de debajo del coche cogiendo él trapo pasándolo por mi rostro mirando la caja de herramientas cogiendo la que necesitaba.
-Aiden - giro mi rostro cuando escucho la voz de mi jefe. -Campeón ya es suficiente por hoy tienes que darte prisa si no quieres llegar tarde - me levanto dejando de nuevo la herramienta en la caja.
Saco mi móvil de mi bolsillo viendo la hora abriendo mis ojos de sobremanera, él tiempo pasaba demasiado deprisa.
Camino rápido tocando su hombro cuando paso por su lado.
-Gracias por avisarme se me fue la hora, no puedo fallar hoy es un día muy importante - le digo rápido cogiendo mi mochila que llevaba para él trabajo.
Ya verás como todo sale bien, has trabajo duro para eso, vamos vete ya me contaras - sonrió dirigiéndome a la puerta.
-¡Adiós, chicos! - me despido de mis compañeros.
-¡Adiós Aiden! ¡Suerte Aiden!
Salgo del taller caminando hacía mi coche donde le tenía aparcado.
En este tiempo las cosas habían cambiado bastante, me compré un coche en cuanto empecé al poco tiempo a trabajar en él taller, las cosas con Evelyn iban muy bien.
Por primera vez estaba teniendo una vida normal sin problemas a mi alrededor y era feliz.
Tenía mi trabajo, mi casa, mi coche, mi novia ya solo faltaba que Noa estuviera con nosotros que esperaba que eso cambiara hoy.
Me tenía que ver de nuevo con la jueza la que decidiría si me merecía la custodia de Noa, las cosas habían cambiado mucho desde la otra vez así que espero que la misma jefa se diera cuenta.
Tenía una nómina segura, ahora podía cuidar a Noa sin peligros a nuestro alrededor la podía dar una buena educación mejor de la que tiene en él orfanato.
Miro la hora de nuevo viendo que tenía que ir a recoger a Evelyn de su trabajo como canguro que consiguió hace un mes.
Conduzco hasta que termino llegando aparcando él coche en la acera viendo como la puerta de la casa se abre saliendo Evelyn y detrás la madre con los dos niños.
Abro la puerta saliendo a pesar de tener aun la ropa de trabajo que estaba algo manchada.
-¿Evelyn volverás mañana? - le pregunto la niña de siete años.
-Claro mi amor y seguiremos jugando a las barbis - sonríe ella dejando un beso en su mejilla.
Se despiden cuando levantan sus manos diciéndola adiós mientras yo la espero apoyado en él coche.
-Hola - me saluda con una gran sonrisa acercándose a mí.
Rodeo mi brazo alrededor de su cintura atrayéndola contra mi cuerpo besando sus labios.
Poso mi mano en su mejilla acariciándola con mi dedo gordo mientras nuestros labios se movían al compás.
Cuando nos separamos suelta una pequeña carcajada mirándome.
-Tienes una pequeña mancha aquí - toca mi mejilla.
-No me ha dado tiempo a limpiarme, dentro de unas horas tenemos que ir juzgado - asiente con su cabeza.
-Llevo pensando en ello toda la mañana - me dice, me aparto abriéndola la puerta.
Me subo arrancando el coche cuando cierro la puerta.