Hace unos cuantos años atrás...
Muevo mi cuello de un lado al otro despacio mientras daba pequeños saltos escuchándose el vitoreo de la gente gritar desde afuera.
La puerta se abre escuchándose aún más alto los gritos de todas las personas que estaban presentes preparadas para ver el espectáculo de sus vidas.
Esas personas confiaban en mí, habían dejado mucho dinero pensando en que yo voy a ser él ganador.
-¿Estás preparado? - levanto mi cabeza mirando al viejo que había estado conmigo durante años, él único que había puesto su mano en él fuego confiando plenamente en mí diciendo que yo tenía un gran don para esto.
-Sí - le digo serio volviendo a mover mi cuello dando otros pequeños saltos preparándome soltando todo lo malo.
-¿Escuchas a toda esa gente Aiden? Ellos han venido para verte a ti, para ver al gran dragón dentro de ese ring - me da dos toques en mi hombro. - Tú puedes, todos confiamos en ti no solo yo nunca me equivoqué cuando dije que tienes un gran don, no me arrepiento de haberte adoptado como un hijo para mi - le vuelvo a mirar.
-Lo se viejo - él me muestra una sonrisa.
Se coloca enfrente de mi dejando su mano en mi nuca juntando su frente con la mía.
-Demuéstrales a todos él gran potencial que tienes, gánate otro puesto más yo sé que puedes eres un guerrero nunca lo olvides - se aparta levantando mi cabeza de nuevo dándome él dos palmaditas suaves en mi mejilla.
-¿Dónde está Estefanía? - él me mira haciendo una mueca.
-Aiden, vamos - me da un pequeño golpe en mi cabeza. - Ya te dije mil veces que esa chica no me gusta para ti solo hace que te distraigas - endurezco mi mandíbula.
-No te pregunte lo que piensas de ella - le contesto serio. - Te pregunte donde esta ella - él suelta un suspiro negando con su cabeza.
-Afuera en la puerta esperando a que yo la deje entrar - suelto un gruñido. - Esta bien tranquilo, os dejo cinco minutos, pero no te distraigas te necesito con la mente clara - le veo como se aleja hacía la puerta abriéndola.
-Puedes pasar solo tienes cinco minutos - va a entrar ella, pero él se pone de por medio impidiéndoselo. - Cinco minutos, ninguno más - le deja en claro, ella asiente.
Se hace a un lado dejándola pasar para después salir él cerrando la puerta.
-¡Aiden! - me llama emocionada corriendo hasta a mi rodeando sus brazos alrededor de mi cuello.
Rápido poso mis manos en su cintura besándola, subo una de mis manos posándola en su nuca profundizando más él beso.
-Hola preciosa - coloca ambas manos en su rostro haciendo que me mirase a los ojos. - ¿Dónde has estado estos tres últimos días? Estaba preocupado sabes que no me gusta nada que andes con esa gente bastante problemas tuve con ellos para sacarte a ti y que no tuvieras deudas con ellos - ella me mira para después soltar una mueca separándose un poco de mí.
-No empieces Aiden con eso, se lo que hago perfectamente, ¿acaso me crees idiota? Además, te dije que eso terminaría - me dice molesta.
-Oye Estefanía solo me preocupo por ti tranquila - la cojo del brazo. - Sabes que te quiero - ella posa su mano en mi pecho empujándome.
-¿Qué me quieres? Seguro que estuviste con alguna de esas los días que no nos vimos, Ricardo me dijo... - la detengo antes de que siguiera.
-No tienes que hacer caso a ese gilipollas quiere separarnos sabes que me odia, eso no es verdad vamos nunca te he engañado - la acerco de nuevo a mí. - Te amo, sabes que soy capaz de hacer cualquier cosa por ti... - la abrazo sintiendo como sus brazos rodean mi cadera.