Aiden apareció en él momento menos esperado, había entrado al baño mientras yo me estaba duchando sin importarle que estuviera desnuda.
Estaba sorprendida después de todo lo que me había soltado, le había costado, pero había hecho un gran esfuerzo, estaba sin palabras.
No sabía que decirle, pero parece que eso a él no le importo cuando me beso.
Siento como sus manos de estar en mi cadera comienza a recorrer todo mi cuerpo despacio.
Me sobresalto cuando llega a mis pechos.
-Aiden espera debemos... ahh - suelto un jadeo cuando siento su erección con sus boxers aun puestos.
-No te hare daño... yo nunca te haría esas cosas - me susurra con nuestras respiraciones aceleras volviendo a besarme.
Una de mis manos se posa en su pecho bajando un poco acariciando su piel sintiendo las gotas como resbalaban por su pecho.
De nuevo me dejo llevar por su beso cerrando mis ojos intentando relajarme y que los malos recuerdos no pudieran una vez más conmigo.
-Eres un puto ángel Evelny, mi ángel - siento que con sus palabras mis mejillas comienzan a arder como nunca dejándole en claro la vergüenza que me había causado eso.
Él parece darse cuenta cuando me observa sonriéndome.
-Cierra los ojos... - me dice con esa voz ronca.
Al segundo los cierro sin saber ni yo misma porque le hago caso tan rápido, pero no lo pienso mucho sobre todo cuando siento su cercanía y sus labios posarse en mi cuello.
Él deseo por Aiden empezaba a salir a flote además de que empezaba a perder la cordura por él.
Nuestros labios se vuelven a juntar y es cuando siento como Aiden me alza acabando encima de él teniendo que enrollar mis piernas alrededor de su cadera sintiendo más aun su amiguito golpear contra mi zona.
Solo le seguí él beso dejándome llevar más a un hasta que sentí como mi espalda se pegaba a las sabanas de la cama estando los dos empapados de la ducha.
-No sabes todo lo que me gustaría hacerte, pero iremos poco a poco, no tengo prisa no contigo - me susurra cuando se coloca encima de mí sin plantar todo su peso reposando un brazo suyo en él colchón.
Su otra mano se posó en mi mejilla, al instante cerré mis ojos intentando tranquilizarme por lo que se venía, no le quería decir que no, no por vergüenza si no porque en él fondo yo también quería esto.
Mi cuerpo y mi mente de nuevo estaban debatiendo dentro de mí.
Parecía que Aiden tenía él super poder de leer la mente porque comenzó a acariciar mi mejilla con sus dedos con más dulzura como si me hubiera leído de nuevo mis pensamientos y él miedo que tenía sobre esto.
Entre abrí mis labios comenzando a sentir corrientes por cada vez que sentía él tacto de sus dedos sobre mi piel...
Narra Aiden:
En estos momentos él deseo que sentía por Evelyn aumentaba más por cada segundo que pasaba.
Repose mis labios de nuevo en su cuello aspirando su aroma cuando comienzo a repartir besos más calientes sintiendo como su cuerpo se estremecía bajo él mío.
Podía sentir él rubor en ella, sus mejillas más rojas que de costumbre, sobre todo podía sentir como se estremecía cuando subí mi rostro rozando mis labios con su piel hasta llegar de nuevo a sus labios.
Nuestros ojos se encontraron quedándonos por unos segundos observándonos.
Para después volver a besarnos volviéndose un beso diferente en él que nuestras lenguas volvieron a enredarse comiéndonos mientras que mis manos las guía por su cuerpo hasta llegar a sus pechos acariciándolos escuchando un jadeo de su parte cuando poso ambas manos suyas sobre mi pelo guiándome a donde quería sentir mis labios cuando los pose en su piel mientras mis ojos contemplaban sus pechos.